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Resaca electoral

No me digáis que no parece sacado de una película de terror

Hoy iba a publicar algo sobre la huelga de los deberes, pero la noticia del día me ha dejado tan impactada desde que me he levantado que no puedo hablar o pensar en otra cosa. Donald Trump es el nuevo presidente de Estados Unidos, el país más poderoso del mundo. Y yo me he enterado porque una amiga americana me ha mandado un mensaje pidiéndome perdón y rogando que le busque ofertas de trabajo. Las dos hemos decidido que mejor nos vamos a Canadá.

Ayer me acosté convencida de que iba a ganar Hillary. No es que sea santa de mi devoción (hace bueno a Bush), pero al menos es una mujer preparada que sabe qué es la política. Abogada y senadora, vivió ocho años en la Casa Blanca (y no creo que Bill y ella hablaran de a quién le toca limpiar el baño a la hora de la cena), y con Obama ha sido Secretaria de Estado, el segundo puesto más importante después del de presidente. Es la mujer más preparada del mundo, probablemente más que el propio Obama cuando entró en la presidencia, y ha sido derrotada por un fantoche que se ha hecho famoso en Estados Unidos y en el mundo entero por ser un millonario bocazas, racista, misógino, con más denuncias de agresión sexual que la mitad de los presos que están en la cárcel con ese cargo, defendido por el KuKluxKlan y que tiene línea directa con Putin, otro angelito. Vamos, que uno de los seres más despreciables del planeta ha sido elegido como el jefe de estado de la mayor potencia mundial.
Sí, las mujeres blancas han votado a
Trump. Esto merece otro post en sí mismo,
pero, tras siete años viviendo allí, he de
decir que no me sorprende.

Llevo todo el día en estado de shock (mi frase más repetida hoy en redes sociales ha sido "USA, what the fuck??") y mucha gente me está diciendo que no es para tanto, que al final los dos eran iguales (qué bien nos han vendido la moto, colega, qué bien nos engañan), que no es el fin del mundo y, sobre todo, que lo han elegido democráticamente, quién soy yo para hablar. Parece que la gente se olvida de que Hitler también fue elegido de forma limpia y legal, y también en su momento se dijo que el problema era de los alemanes, que qué más nos daba. De hecho, el problema en sí no es tanto Trump como lo que representa. Trump va a ser un pelele, como son todos los gobernantes (aunque con más poder del que me gustaría, porque han ganado el senado y el congreso y esto me acojona mucho), pero sus votantes no lo son tanto. Sus votantes, la gente de a pie que le quiere como presidente, le han elegido basándose en sus discursos llenos de odio, de violencia y de insultos. Los y las votantes de Trump lo han elegido porque han visto esperanzas de que sus sueños se conviertan en realidad, y los sueños que Trump ha vendido han sido:

  • Deportaciones en masa de todos los inmigrantes ilegales. 
  • Juzgar a la gente basándose en su religión (musulmana, se entiende). 
  • Supremacía blanca. 
  • Ilegalización del aborto. 
  • Curar la homosexualidad a base de descargas eléctricas.
  • Institucionalizar las agresiones sexuales (si el presidente lo hace y alardea de ello, ¡qué no harán los demás!).
  • Denigración de la mujer a niveles de los años cuarenta, o peor. 
  • Bombardeo indiscriminado de todo aquel país que no piense como él. 
  • Levantar muros para evitar la inmigración (de ciertos países, claro; mujeres eslovenas, que vengan las que quieran).
  • Etc, etc, etc. 
Nos llevamos las manos a la cabeza en su momento con el Brexit y ahora andamos escandalizados/as por los brotes de violencia racial que se están dando en el Reino Unido. Imaginaos eso mismo pero en un país en el que es legal que niños de quince años lleven pistola. Esos policías que disimulaban a la hora de repartir hostias en las manifestaciones para que no se notara que siempre pegaban a los negros ya no tienen necesidad de esconderse. ¿Blanco y violador? Chaval, vas para presidente. Hemos pasado de soñar con poder decir a nuestras niñas "puedes ser presidenta del país más poderoso" a tener que explicarles a los chicos que no, no se puede agarrar a una mujer del coño si ella no quiere, por más que el presidente lo haya hecho. 

Sé que es muy cómodo hablar de lo que pasa fuera en lugar de analizar lo que pasa en casa, y sé que aquí tampoco es que los resultados sean muy halagüeños. Sinceramente, creo que las comparaciones son odiosas, que "malo vendrá que bueno me hará" y que, por más asco que me dé decir esto, prefiero a Rajoy que a Trump. Dicen que los ciudadanos tienen lo que se merecen, y la verdad es que estoy de acuerdo. Exceptuando los estados colindantes con los océanos, no se puede decir que la población de Estados Unidos sea un ejemplo a seguir. Aún recuerdo el día en el que el director de mi escuela me llamó la atención por defender la teoría de la evolución de Darwin. Menos mal que no se me ocurrió hacerlo delante de mis alumnos, o hubiera tenido un problema serio. No tanto como ahora, eso está claro; hispanohablante, de izquierdas y vasca, me habrían metido en el primer avión de vuelta a casa con la señal de la bota en el culo.

4 de julio

Hoy es cuatro de julio en Estados Unidos. Sí, ya sé que es cuatro de julio en todo el mundo, pero aquí nos la trae al pairo, a no ser que sea el día que te coges las vacaciones (que no creo, siendo domingo), tu cumpleaños o el de tus hijos. Fíjate, que después de siete años allende los mares debería habérseme quedado algo de orgullo patrio en este día, pero no. Claro que tampoco celebro el doce de octubre, ni ese día que ha elegido Patxi como día de todos los vascos, que no sé ni en qué mes cae, cómo lo voy a celebrar. Pero en los USA es 4 de julio, y desde aquí les saludo. Un poquito, al menos.

No recuerdo ningún cuatro de julio especial. Un motivo para ello es que, en los primeros años, para esas fechas yo ya estaba de vacaciones en Vitoria. Cuando empecé a trabajar en el calendario circular (tres meses de trabajo y uno de vacaciones, en lugar de todas las vacaciones al mismo tiempo), sí que me tocó estar allí durante las celebraciones. Pero aún así, no hay ninguna imagen que me asalte, que relacione con este día. Hacíamos barbacoas, sí. Y había fuegos artificiales. Pero como al día siguiente había que trabajar, tampoco se podían hacer estragos.

Aún así, este es el día que elegí para volver, para no olvidar nunca la fecha de mi regreso. Hoy hace cuatro años que dije adiós a esas tierras. Bueno, mejor dicho un hasta luego, porque no fueron en absoluto malos ratos y King City se convirtió en mi segunda casa. Soy un poco americana, me temo (un poco; solo un poco), y mal que me pese, siempre me importará lo que pase al otro lado del océano. Por eso hoy me acuerdo de ellos. No hondeo banderas, no soy de esas, pero me encantaría tener una pequeña barbacoa que llevarme a la boca, con ese sol californiano calentándome la cara y sabiendo que ahí al lado tengo la piscina para cuando me acalore demasiado. Las cosas buenas se echan de menos.


To the States
To the States or any one of them, or any city of the States,
Resist much, obey little,
Once unquestioning obedience, once fully enslaved,
Once fully enslaved, no nation, state, city of this earth, ever
afterward resumes its liberty.

4 de julio


Primer cuatro de julio con Obama de presidente. Primer cuatro de julio que mucha gente celebrará. Primer cuatro de julio en el que algunos mirarán con respeto al país de barras y estrellas.
Habrá que felicitarles.

Darwinismo frente al Diseño Inteligente


Cuando trabajaba en Estados Unidos, uno de mis directores resultó ser un pastor de no sé qué religión cristiana (una de esas denominaciones protestantes de las que al final acabé perdiendo la cuenta) que se había metido a director de escuela porque los pastores no tenían jubilación y se ganaba más en la enseñanza. No era un hombre mayor, rondaría los cincuenta o menos, y era un cachondo mental con muy poca seriedad en su trabajo que no te daba problema ninguno, pero tampoco te los solucionaba. A pesar de su aparente "campechaneidad", permítaseme el palabro, no nos hizo falta mucho tiempo para darnos cuenta de que dentro de él se escondían varios "ismos" que a los españoles que trabajábamos con él no nos gustaron nada: racismo, machismo y creacionismo, entre otros. También era republicano, pero bueno, muchos otros lo eran y no tenían por qué ser malas personas.

Teniendo en cuenta que trabajaba en un pueblo con una población mayoritariamente inmigrante y en una profesión en la que se veía rodeado de mujeres, entenderéis que los dos primeros "ismos" no eran de tomarse a broma. Sin embargo, la anécdota que me ha venido hoy a la cabeza por un artículo sobre Darwin que he leído esta mañana en el periódico tiene que ver con el creacionismo.

Era costumbre en las escuelas de King City que los directores editaran un pequeño panfleto, una especie de carta, con las actividades de la semana que comenzaba, al que añadían también un pequeño artículo personal que trataba, normalmente, sobre algún tema que había ocurrido en la escuela. Eran artículos que animaban al profesorado, que les decían lo maravillosos que eran todos y lo bien que hacían su trabajo; en definitiva, eran la versión adulta de una "cheerleader" para los profesores, en vez de para los jugadores de fútbol. Nuestro director, sin embargo, tenía la puñetera costumbre de escribir artículos que a veces no tenían mucho que ver con lo que estaba ocurriendo en el colegio y sí con lo que anunciaban los telediarios, dando su punto de vista completamente parcial sobre el tema y dejándonos a todos con cara de gilipollas porque no teníamos manera de replicar. Una vez habló de que teníamos que apoyar a las tropas americanas en Irak. Otra, en defensa de los profesores europeos que trabajábamos allí, porque no había que confundírsenos con los mejicanos (le montamos un buen pollo y le dijimos que nos daba lo mismo con quién nos compararan, que no lo tomábamos como un insulto, y no lo entendió). Pero el que a mí más daño me hizo fue uno en el que se metió con el equivalente al ministro de educación de California.

Este hombre (el ministro), en un valiente intento de acallar polémicas, prohibió la equiparación de la enseñanza del Génesis con la de la teoría de la evolución de Darwin en las escuelas, defendiendo que una cosa eran las creencias y otra la ciencia. Nuestro querido director le puso a caldo, diciendo en el artículo de marras que este hombre no era un educador, no era nadie para venir a decirnos a los profesores lo que teníamos que enseñar o no. Que él creía más en el diseño inteligente que en Darwin (lo equiparó, si señor) y que el ministro no iba a obligarle a cambiar sus creencias, porque eran eso, creencias, ya que Darwin no tenía ninguna prueba de que su teoría fuera cierta. Muchos nos subimos por las paredes. Fui a hablar con él. Le dije que me había ofendido, y él siguió en sus trece de que no había pruebas para decir de dónde venimos y a dónde vamos. Mi queja le entró por un oído y le salió por el otro.

Este hombre ha sido despedido por su incapacidad como director. No ha sido por este artículo, aunque ha ayudado, y mucho, en su declive, y me alegro de que ya no esté en una posición de poder.

No tengo ningún problema con la Biblia, con el Génesis y con cualquier otro libro religioso. Me parece una preciosa colección de historias que me permiten ver cómo la gente de hace miles de años se explicaba lo que ocurría a su alrededor. No me molestan los creyentes, cada uno es libre de creer en lo que sea si le ayuda. Pero cerrar el camino a la ciencia porque contradice una creencia es volver a los siglos más oscuros de nuestra historia, y tenemos que evitarlo de cualquier manera. Por suerte, vivimos en un continente donde directores como el que yo tuve no sobrevivirían a una inspección de educación, pero todavía hay mucho trabajo que hacer en el mundo. Y que uno de los lugares que necesita más ayuda sea el país más fuerte del mundo, me aterra.

4 de julio

Hoy hace dos años justos que volví de los Estados Unidos. Ningún remordimiento, era el momento.
Esta fecha siempre significará algo para mí, por mi vuelta y porque, obviamente, la busqué aposta para no olvidarla nunca. Dedicado a todos los estadounidenses buenos (que haberlos haylos, y a montones) y a todos aquellos que no votan a Bush (que no tienen por qué ser buenos).

". . . the genius of the United States is not best or most in its executives or legislatures, nor in its ambassadors or authors, or colleges or churches or parlors, nor even in its newspapers or inventors — but always most in the common people, south, north, west, east, in all its States, through all its mighty amplitude." -- Walt Whitman, Preface, 1855, to First Issue of Leaves of Grass

"...El genio de los Estados Unidos no reside en mayor o mejor medida en su ejecutiva o en su legislatura, ni en sus embajadores o autores, o en las universidades o iglesias o salones, ni siquiera en sus periódicos o sus inventores; sino siempre en la gente común, en el sur, el norte, este y oeste, en todos sus estados, en toda su gran extensión". --Walt Whitman, Prefacio de 1855 a la primera edición de Hojas de hierba .

Feliz 4 de julio a todos


Hoy hace justo un año que volví de USA. Curiosamente, una de las dos mejores decisiones que he tomado en mi vida. La otra fue irme a vivir allí.
Feliz cuatro de julio a todos (y todas). Y recordad: odiad a su gobierno, no a su gente.