La leo, y mi primera reacción es negar con la cabeza y decirme a mí misma "qué cínico, vaya manera de ir por la vida", aunque últimamente me ha dado por pensar que no entiendo el significado de "cínico" y que la mayoría de las veces es una palabra que se usa tan mal como "demagogia". Miro en mi interior, y trato de pensar en alguna ocasión en la que esta frase haya descrito alguna de mis acciones. Miro, busco y rebusco, y no encuentro un momento en el que pueda decir "sí, ahí fui mala, ahí fui a hacer daño a posta, por venganza o por odio". Alguna mala respuesta, algún mal gesto, pero más por salvarme yo de un mal rato que por herir a los demás. Y luego recuerdo esos gestos de bondad que hice sin pensar, esos detalles que nadie me pidió y nadie me agradeció, esos momentos en los que quise ser buena persona y pasé desapercibida. O peor, recuerdo querer ser buena persona y recibir solo una hostia (figurada o no tan figurada) del otro lado, porque hay gente que entiende la bondad como debilidad y una brillante ocasión para aprovecharse de una.
Así que, si he de ser sincera, sí, me he arrepentido de ser buena persona, pero creo que nunca podría ser una hija de puta (primero porque odio la expresión, tan rematadamente sexista como es). Hay una gran gama de grises entre estos dos extremos, y creo que la mayoría de las personas estamos en ese término medio. Rara vez me salgo de mi camino para ayudar a alguien que no me lo pide, y en determinadas ocasiones quizás eso sea ser una hija de puta (si pasas de largo cuando alguien se cae de bruces en la calle, por ejemplo). Pero creo que la mayoría del tiempo soy simplemente egocéntrica, demasiado preocupada por mi propia vida y mis propios problemas para ocuparme de los demás. Ni buena ni mala persona, simplemente una más. Alguien a quien quizás le gustaría ser mejor persona, preocuparse más de los demás, pero que ha recibido demasiados plantes en la vida como para ser buena persona con cualquiera.
Al menos puedo decir que nunca le he puesto la zancadilla a nadie, metafórica o literalmente (bueno, literalmente alguna que otra cuando era cría). No todo el mundo puede decir eso. Y sí, seguro que hay más de uno que lee esta entrada y piensa "qué cínica, mírala, se cree mejor que los demás". Pero como ya ha quedado claro que no entiendo muy bien esa palabra y pensar mal es un derecho, una se queda tan tranquila siendo como es. Ahora que hagan otros la lectura interior. Más de uno y más de una se llevará un buen susto.