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JOAQUÍN ORTEGA PARRA

IN MEMORIAM


El infierno es la ausencia,
fuiste en decir, Verlaine, que tanto sabes
de amores desgraciados.


Y peor que el infierno es esta muerte,
a un palmo escaso de la boca yerma;
de los ojos parados, que no quieren,


-de flor en flor, punzantes-,


libar las emociones y los besos.


Y peor que la Muerte es esa otra
helada soledad de compañías.


Quedaron muy atrás sus estandartes;
figuras tristes, viejas, harapientas;


en tanto que tu tren camina raudo,
cercano el desplomar de sus rugidos.


Estiércol y estiajes te reclaman.


(Joaquín Ortega Parra, Un río interminable. Antología poética, Esquío-Ferrol, 2004)

FLORENTINO GUTIÉRREZ GABELA


POETAS MALDITOS

Un aire de autodestrucción y decadencia
desata el pensamiento en las tinieblas.


Baudelaire, la modernidad maldita.
Los trapos sucios de la moralidad prostibularia
y tu epitafio descarnado: “Yace aquí
quien por haber amado demasiado a las zorras,
descendió joven aún al reino de los topos”.


Nosotros, los “lisiados de la vida”, te llevaremos
las flores del mal a Montparnasse,
tu eterno paraíso artificial de opio terrestre.


Verlaine,
¿qué has hecho tú, maldito entre los malditos?
la bohemia te llenó de excesos y de absenta
hasta el amor pasional y el encierro.
Nostalgia y música por los versos de alma
simbolista.
Místico insaciable,
se llenó de tu figura el Barrio Latino.
Saturno nunca protegió al Don Quijote del Parnaso.


Y tú, joven Rimbaud, bohemio
vagabundo, consumiendo tu vida de rebelde precoz
entre manifiestos comuneros y tu Verlaine,
protector y amante desairado


asfixiándote con el humo evasor y clandestino
del Hotel Pimodán,
traficando carne humana
por el África dormida en la miseria,
paseando tu fatalidad sin redención
por el barco ebrio del infierno.


Aún tiembla el París decimonónico
con el espíritu de vuestros nombres oliendo
a escándalo y ajenjo.



(Florentino Gutiérrez Gabela, Caballos del paraíso, Visión Libros, 2008)

PAUL VERLAINE

L´ANGOISSE
.
Nature, rien de toi ne m'émeut, ni les champs
Nourriciers, ni l'écho vermeil des pastorales
Siciliennes, ni les pompes aurorales,
Ni la solennité dolente des couchants.
.
Je ris de l'Art, je ris de l'Homme aussi, des chants,
Des vers, des temples grecs et des tours en spirales
Qu'étirent dans le ciel vide les cathédrales,
Et je vois du même oeil les bons et les méchants.
.
Je ne crois pas en Dieu, j'abjure et je renie
Toute pensée, et quant à la vieille ironie,
L'Amour, je voudrais bien qu'on ne m'en parlât plus.
.
Lasse de vivre, ayant peur de mourir, pareille
Au brick perdu jouet du flux et du reflux,
Mon âme pour d'affreux naufrages appareille.
.
.
LA ANGUSTIA
.
Naturaleza, nada tuyo me conmueve, ni los campos
Nutricios, ni el eco bermejo de las pastorales
Sicilianas, ni las pomas auroreales,
Ni la solemnidad doliente de los ocasos.
.
Me río del Arte, me río del Hombre también, de los cantos,
De los versos, de los templos griegos y de torres en espirales
Que al vacío del cielo arrojan catedrales,
Y con igual ojo veo a los buenos que a los malos.
.
No creo en Dios, hago abjuración y apostasía
de todo pensamiento, y en cuanto a la ironía
arcaica del Amor, mejor darla al olvido.
.
Ya harta de vivir y a la muerte temiendo,
juego de flujo y reflujo, como un brick perdido,
mi alma leva anclas hacia un naufragio horrendo.
.
(Paul Verlaine, Poèmes saturniens, melancholia VIII, 1866)

PAUL VERLAINE

Nosotros, como el maestro Verlaine, vemos la vida en rojo:

Ballade de la vie en rouge

L'un toujours vit la vie en rose,
Jeunesse qui n'en finit plus,
Seconde enfance moins morose,
Ni voeux, ni regrets superflus.
Ignorant tout flux et reflux,
Ce sage pour qui rien ne bouge
Règne instinctif: tel un phallus.
Mais moi je vois la vie en rouge.
.
L'autre ratiocine et glose
Sur des modes irrésolus,
Soupesant, pesant chaque chose
De mains gourdes aux lourds calus.
Lui faudrait du temps tant et plus
Pour se risquer hors de son bouge.
Le monde est gris à ce reclus.
Mais moi je vois la vie en rouge.
.
Lui, cet autre, alentour il ose
Jeter des regards bien voulus,
Mais, sur quoi que son oeil se pose,
Il s'exaspère où tu te plus,
Oeil des philanthropes joufflus;
Tout lui semble noir, vierge ou gouge,
Les hommes, vins bus, livres lus.
Mais moi je vois la vie en rouge.

.
Balada de la vida en rojo

El uno siempre vive la vida en rosa,
La juventud que no acaba nunca,
Segunda infancia menos taciturna,
Ni deseos ni lamentos superfluos.
Ignorante de todo flujo y reflujo,
Este sabio para quien nada se mueve
Reina instintivo: como un falo.
Pero yo, yo veo la vida en rojo.
.
El otro razona y glosa
En tonos irresolutos,
Sopesando, pesando cada cosa
Con manos entumecidas y pesados callos.
Le haría falta mucho tiempo de su tabuco.
El mundo es gris para este recluso.
Pero yo, yo veo la vida en rojo.
.
El, este otro, en derredor se atreve
A echar miradas llenas de deseos,
Pero donde su mirada se posa,
Él se exaspera donde tu te places,
Mirada de filántropos mofletudos;
Todo le parece negro, virgen o gubia,
Los hombres, vinos bebidos, libros leídos.
Pero yo, yo veo la vida en rojo.
.