Juan Kruz Igerabide (Aduna, Guipúzcoa, 1956) ha publicado muchos libros de narrativa infantil. Escribe en euskera y en castellano. Con Jonas eta hozkailu beldurtia (Jonás y el frigorífico miedoso) obtuvo el Premio Euskadi de Literatura. Destaca su poemario Mailu isila (Martillo silencioso). Ha adaptado al euskera el Ulises de Homero. Autor de novelas y volúmenes de aforismos. Es profesor en la Universidad del País Vasco.
Veinte aforismos:
- La mecedora del escéptico. Nadie que no tenga cierto asiento puede permitirse ser escéptico.
- En medio del barullo (basurero de palabras), la sabia sordera.
- Todo lo que se manifiesta bien claro tiene un contorno oscuro muy marcado.
- La certeza es un fantasma despojado de la sábana, pero no de las cadenas.
- Para poder llamar a las cosas por su nombre, hay que cerciorarse del verdadero nombre de las cosas. Lo más usual es llamarlas por su apodo.
- El azar es un gran cubo de basura donde van a parar todas las probabilidades ciegas; y todo lo previsto, cuando comienza a fallar.
- Una aleación bien equilibrada de duda crítica y fe constructiva aguantaría cualquier ideología, pero no hay ideología capaz de aguantar semejante aleación.
- La careta del cínico, por el envés, húmeda de duda y angustia.
- Cuando dicen que la meta es el propio camino, dan ganas de sentarse aquí mismo y no levantarse más.
- Ser austero y vivir bien, tener un alma grande y un deseo leve, cazar con los ojos y luchar con el aliento.
- Los sueños realizados tienen mal despertar.
- Muy próximo al inconsciente colectivo se encuentra el irresponsable masivo.
- Tras un periódico abierto, leyendo, un espantapájaros.
- Esa sensación de verse maniatado por una cuerda que uno mismo anudó en otro tiempo.
- La ira más peligrosa, la que no encuentra palabras.
- El ansia de fama está directamente relacionada con la desdicha.
- Les debes amor a éstos, les debes cariño a los otros, les debes respeto y veneración a los de más allá. Imposible saldar tanta deuda sin acudir a un prestamista.
- El perezoso, sin embargo, baila bien.
- Descansar de ser alguien, en una huerta, ropa vieja, manos manchadas de lodo.
- El Paraíso, al alcance de la ceguera.
JUAN KRUZ IGERABIDE
Aforismos incluidos en el libro También las verdades mueren (Alberdania; Irún, 2004).
Veinte aforismos:
- La mecedora del escéptico. Nadie que no tenga cierto asiento puede permitirse ser escéptico.
- En medio del barullo (basurero de palabras), la sabia sordera.
- Todo lo que se manifiesta bien claro tiene un contorno oscuro muy marcado.
- La certeza es un fantasma despojado de la sábana, pero no de las cadenas.
- Para poder llamar a las cosas por su nombre, hay que cerciorarse del verdadero nombre de las cosas. Lo más usual es llamarlas por su apodo.
- El azar es un gran cubo de basura donde van a parar todas las probabilidades ciegas; y todo lo previsto, cuando comienza a fallar.
- Una aleación bien equilibrada de duda crítica y fe constructiva aguantaría cualquier ideología, pero no hay ideología capaz de aguantar semejante aleación.
- La careta del cínico, por el envés, húmeda de duda y angustia.
- Cuando dicen que la meta es el propio camino, dan ganas de sentarse aquí mismo y no levantarse más.
- Ser austero y vivir bien, tener un alma grande y un deseo leve, cazar con los ojos y luchar con el aliento.
- Los sueños realizados tienen mal despertar.
- Muy próximo al inconsciente colectivo se encuentra el irresponsable masivo.
- Tras un periódico abierto, leyendo, un espantapájaros.
- Esa sensación de verse maniatado por una cuerda que uno mismo anudó en otro tiempo.
- La ira más peligrosa, la que no encuentra palabras.
- El ansia de fama está directamente relacionada con la desdicha.
- Les debes amor a éstos, les debes cariño a los otros, les debes respeto y veneración a los de más allá. Imposible saldar tanta deuda sin acudir a un prestamista.
- El perezoso, sin embargo, baila bien.
- Descansar de ser alguien, en una huerta, ropa vieja, manos manchadas de lodo.
- El Paraíso, al alcance de la ceguera.
JUAN KRUZ IGERABIDE
Aforismos incluidos en el libro También las verdades mueren (Alberdania; Irún, 2004).
Foto: http://www.bizkaie.biz/