Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 – Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645) es una de las figuras señeras del Siglo de Oro. Político, amigo de Lope de Vega y Cervantes, y enemigo acérrimo de Góngora, editó a Fray Luis de León y Francisco de la Torre. En su obra literaria destacan las narraciones Los sueños y la novela picaresca Historia de la vida del Buscón llamado Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños, así como sus poemas satíricos y amorosos.
Un soneto:
AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía,
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
FRANCISCO DE QUEVEDO
Soneto incluido en el libro Antología poética (El País, Clásicos españoles; Madrid, 2005).
Imagen: fcom.us.es
Un soneto:
AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía,
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
FRANCISCO DE QUEVEDO
Soneto incluido en el libro Antología poética (El País, Clásicos españoles; Madrid, 2005).
Imagen: fcom.us.es