Este será el
último helado que publique hasta el verano que viene, para que podáis hacerlo
aprovechando estos últimos días de calor. Espero que lo disfrutéis porque en
casa nos ha gustado mucho. Hice poca cantidad, por aquello de probar a ver cómo
salía y, la verdad, es que nos supo a poco.
La receta está
inspirada en una tarta de piruleta que publicó hace tiempo el conocidísimo blog
de Kanela y limón.
Cuando la publicó rápidamente me fui a comprar los ingredientes necesarios,
entre ellos el licor de piruleta, para quedarse después olvidado en mi despensa. Así que pensando en qué podría utilizar yo ese
licor y, una vez comprobado que la citada tarta estaba muy buena, se me ocurrió
preparar este helado añadiendo estos ingredientes
- 100 gramos de piruletas de fresa
- 4 cucharadas soperas de licor de piruleta
- 200 gramos de queso mascarpone
- 400 ml. de nata
- 8 cucharadas soperas de agua
Elaboración
Montamos la nata
y la mezclamos con el queso. Troceamos las piruletas y las ponemos en un cazo
con el agua a fuego medio, para derretirlas. Cuando estén listas, las retiramos
del fuego y esperamos a que se templen. Añadimos el licor a la nata y el queso
y agregamos las piruletas diluidas. Lo mezclamos todo bien con la batidora y lo
metemos al frigorífico unas cuatro horas.
Después lo pondremos en la heladera
unos 40 minutos y al congelador. Será necesario sacarlo unos minutos antes de
servirlo para que no esté demasiado duro. Espero que os haya gustado.