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"¡ Qué la comida sea tu alimento y el alimento sea tu medicina!". (HIPÓCRATES)

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lunes, 25 de enero de 2016

CORTEZAS DE CERDO. SNACKS

Hoy os dejo una receta que os resultará muy útil para esos días de fin de semana en los que el tiempo no acompaña y que los único que apetece es quedarse en casa  leyendo un buen libro o viendo una buena película.
A todos nos ha pasado alguna vez, que mientras estamos en el sofá con una manta delante de la tele, nos ha apetecido comernos algún snack (palomitas, patatas fritas etc.). Sé que no es lo más sano ya que este tipo de snacks engordan bastante, pero supongo que algún día podemos darnos un capricho.
Si pensáis que el que hoy os traigo es uno de los peores , estáis muy equivocados. Supongo que muchos pensarán que las cortezas de cerdo son malas, porque tienen mucha grasa, casi toda saturada, y por eso nos hacen engordar. Lo cierto es que no es que sean la "panacea" de los snacks, ni que podamos comerlas con frecuencia, pero sí darnos algún capricho, ya que desde luego, si lo comparamos con una bolsa de patatas fritas, son más sanas las cortezas. Podéis comprobar lo que estoy diciendo en este enlace.
Además, el hecho de que estas cortezas sean totalmente caseras tiene sus ventajas, puesto que eliminamos los conservantes y estabilizantes que acompañan a las que compramos en cualquier supermercado.
Son muy fáciles de preparar y lo único es que su elaboración nos llevará un poco de tiempo. Otro inconveniente quizá sea encontrar la materia prima. En mi caso, no he tenido problema, pues mi suegro cría cerdos y no me ha resultado complicado encontrar la piel de cerdo. Supongo que en el supermercado os la venderán sin problema.
Vayamos ahora con la receta.




Ingredientes:

  • piel de cerdo
  • aceite de oliva virgen
  • sal


Elaboración:
La piel de cerdo deberá de tener algo de grasa, tal y como se ve en la foto de la elaboración, y deberá de estar bien limpia. 
Procedemos a cortarla en tiras y las ponemos en una olla al fuego durante hora y media. La piel irá soltando poco a poco la grasa y las cortezas se irán cocinando en la propia grasa que sueltan.
Una advertencia: es conveniente tener la olla tapada pues, en un momento de la cocción, las cortezas empezarán a saltar y puede ser peligroso. Además es conveniente removerlas de vez en cuando con una cuchara de madera, sobre todo al principio, mientras no han comenzando a soltar la grasa en la que se cocinarán.
Una vez transcurrido el tiempo de cocinado, procedemos a retirar las cortezas y las disponemos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de grasa. Las dejaremos ahí hasta que se enfríen.
Una vez frías, ponemos aceite de oliva en una sartén y, cuando esté bien caliente, agregamos las cortezas. Procedemos a freírlas durante unos minutos. Comprobaremos que se empiezan a inflar y que les saldrán unas pequeñas burbujitas. Retiramos con ayuda de una espumadera y, de nuevo, las disponemos sobre papel de cocina para que se escurra el exceso de aceite. Les añadimos sal y esperamos a que se enfríen para poder comérnoslas.


Os aseguro que su sabor es prácticamente igual a las que venden en cualquier supermercado, pero con la ventaja de que todos sus ingredientes son naturales.




viernes, 31 de enero de 2014

CARNE ASADA AL ESTILO DE MI MADRE

No os miento si digo que para mí es la mejor carne asada que he comido nunca. Con la receta de mi madre, muy sencilla de preparar y con pocos ingredientes, os quedará una carne muy jugosa y con un sabor delicioso, así que os recomiendo que la probéis. Y no sólo es amor de hija, sino que éste era uno de los platos más solicitados por la clientela en la pequeña casa de comidas que tenían mis padres. La carne asada y los callos nunca faltaban en el menú los días 1 y 16 de cada mes, fechas en las que se celebra la feria de mi pueblo, Betanzos. Supongo que muchos habréis oído hablar de este pueblo situado en la provincia de A Coruña, pues es mundialmente conocido porque la noche del 16 de agosto elevan al cielo, en honor a S. Roque, el globo de papel más grande del mundo. También suele salir en los telediarios todos los años el día 1 de enero, día en que también se celebra una de esas ferias, pues se considera noticia la  compra masiva de zapatillas en dicha feria, por parte de un montón de gente de punta en blanco para descansar los pies después de una larga noche de juerga. Pues bien, en los días de feria era cuando más clientes visitaban la casa de comidas de mis padres, y aunque solía haber más platos en el menú, muchos solían venir a propósito a comer la carne asada y los callos.


Hoy, día 31 de enero, hace exactamente dos años que mi madre nos dejó después de una larga enfermedad. Así que, la publicación de esta receta es un pequeño homenaje a la persona que no sólo me enseñó a cocinar, sino que, junto a mi padre, me inculcó todos los valores que me han convertido en lo soy hoy en día. 
 Ingredientes
  • 1 kilo y medio de carne de cerdo para asar
  • Aceite de oliva (unas 14 cucharadas soperas aproximadamente)
  • 2 cebollas cortadas en cuartos
  • 4 ó 5 zanahorias medianas
  • 150 ml. de coñac
  • 100 ml. de vino blanco
  • 1200 ml. de agua que iremos añadiendo poco a poco, a medida que se va cocinando la carne.
  • sal
Elaboración
En este caso he utilizado un trozo de jamón de cerdo que pesaba un kilo y medio. Aunque soy consciente de que existen otras partes del cerdo que son mejores para asar, como es el caso del solomillo,  la cinta de lomo o la paleta, pues resultan más jugosas que el jamón, os puedo asegurar que ha quedado muy tierna y jugosa . Al ser un trozo bastante grande, lo que hice en primer lugar, fue cortarlo en dos, para que me cogiese mejor en la olla y fuera más fácil de manejar a la hora de darle la vuelta durante la preparación del plato. 
Echamos el aceite de oliva en la olla y doramos la carne por ambos lados, para sellarla y que no pierda sus jugos. Pelamos las cebollas y las cortamos en cuartos. Pelamos las zanahorias y las partimos también en cuatro trozos. Una vez que la carne esté dorada, agregamos las zanahorias y la cebolla a la olla.  Dejamos que se cocine durante 15 minutos, con la olla destapada. Agregamos entonces 300 ml. de agua y dejamos que se cocine poco a poco, a fuego medio. Cuando casi se haya evaporado el líquido del asado, agregamos otros 300 ml. de agua y seguimos cocinando. Continuamos con este proceso mientras dure la cocción, añadiendo agua de 300 ml. en 300 ml. hasta completar los 1200 ml. El tiempo total de asado fue de unas tres horas, a fuego medio- bajo. Cada 15 minutos aproximadamente le vamos dando la vuelta a la carne para que se haga por igual en ambos lados.  Casi al final del asado, comprobamos cómo está de sal y, si fuera necesario, añadiríamos más.  Como la salsa se irá reduciendo poco a poco, no es conveniente echarle mucha sal al principio, pues nos quedaría excesivamente salada. Es mejor agregar un poco más de sal hacia el final de la elaboración del plato que pasarse al principio.

Una vez que la carne esté bien hecha, blandita y jugosa, procedemos a cortarla en rodajas para servirla. En este caso la he acompañado con unas bolas de puré de patata, cuya receta podéis ver aquí, y con la zanahoria y la cebolla del propio asado.



Espero que os haya gustado la receta. ¡Buen provecho!.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

GUISO DE CINTA DE LOMO CON PASTA PRIMAVERA



Ingredientes
  • 600 gramos de cinta de lomo de cerdo
  • 2 zanahorias
  • ½ pimiento rojo grande
  • 2 pencas de apio
  • 1 puerro
  • Un puñado de guisantes
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • 200 gramos de pasta
  • Unas hebras de azafrán
  • 2 cucharadas soperas de coñac
  • 1 pastilla de caldo de carne
  • Agua
Para marinar la carne:
  • ½ teaspoon de pimienta negra recién molida
  • ½ teaspoon de romero picado
  • ½ teaspoon de curry en polvo
  • ¼ teaspoon de clavo molido
  • 1 teaspoon de ajo en polvo
  • Aceite de oliva
  • 1 cucharada sopera de salsa de soja
Elaboración
En primer lugar troceamos la cinta de lomo en cuadraditos y lo marinamos con todos los ingredientes durante al menos tres horas, para que coja el sabor. Para ello meteremos la carne con todos los ingredientes de la marinada en un bol que taparemos y que tendremos en la nevera hasta el momento de utilizarlo.
Una vez que la carne esté marinada procedemos a dorarla en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cuando prácticamente esté dorada del todo, agregamos las dos cucharaditas de coñac y dejamos que se evapore casi por completo. Retiramos la carne y reservamos. En una olla, echamos el aceite que utilizamos para dorar la carne y agregamos las verduras troceadas (excepto el pimiento). Añadimos sal, tapamos la olla y dejamos que se cocinen durante 5 minutos a fuego medio. A continuación agregamos los pimientos troceados y dejamos que se cocine todo junto cinco minutos más (de nuevo con la olla tapada). Incorporamos entonces la carne. Dejamos que se cocine durante 25 minutos y añadimos la pasta. En ese momento tendremos que agregar el caldo de forma que se cubran bien todos los ingredientes (para ello previamente tendremos que disolver la pastilla de caldo de carne en agua caliente - aproximadamente 1 litro de agua). Agregamos las hebras de azafrán para darle un toque de color y sabor, verificamos cómo está de sal y, si fuera necesario añadiríamos más. Dejamos que terminen de cocinarse todos los ingredientes y servimos calentito. 
 
Deberá quedar un guiso ligeramente caldoso, tal y como puede verse en las fotos que acompañan a la receta. Si lo queréis más seco, simplemente será cuestión de añadir menos caldo a la hora de cocinarlo. La verdad es que es un plato ideal para ahora que ya nos acompaña el fresquito y el mal tiempo. ¡Buen provecho!.


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