No sé exactamente como comenzar esta entrada. Hace ya tres años, sí 3 que no escribo ninguna receta nueva en el blog.
Como seguramente todos sabréis, llevo trabajando como cocinera (a jornada completa) todo este tiempo. Anteriormente, lo hacía a tiempo parcial, lo que facilitaba la posibilidad de dedicarle a esta bitácora bastante tiempo.
Mi trabajo es duro, pero muy gratificante. No puedo estar más satisfecha por haber conseguido trabajar en lo que más me gusta, que es la cocina.
La situación por la que estamos pasando, la cuarentena por Covid-19 y que nos mantiene en aislamiento en casa, es la que ahora mismo, me está dando la oportunidad de volver a retomar el blog.
Estoy nerviosa y a la vez ilusionada. Incluso se me había olvidado como se accedía a la plantilla del blog para escribir una nueva receta, veremos cuando suba las fotos a ver si me sale...
A través de otras redes sociales (Facebook e Instagram) he estado subiendo alguna que otra receta con una explicación básica de su elaboración. En estos días intentaré hacerlo aquí en el blog para que queden archivadas junto con las otras que guardo desde el año 2007.
Espero que os guste, a mí me encantó. Y como siempre, si os surge alguna duda, no tenéis más que preguntar, ya sea por aquí dejando un comentario, o por cualquiera de mis otras RRSS.
RODABALLO CON LANGOSTINOS A LA CREMA
Ingredientes: (cantidades para 1 persona)
3 trozos gorditos de rodaballo
10 langostinos
medio vaso de nata líquida
(para el caldo)
la cabeza y el vientre del rodaballo
las cabezas y las cáscaras de los langostinos
2 dientes de ajo
100 grs. de cebolla
100grs. de zanahoria
100 grss. de puerro
Azafrán, perejil y sal
1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero
1 vaso de vino blanco
Empezamos limpiando bien el rodaballo y salándolo con sal gruesa.
Los langostinos (que eran congelados) una vez descongelados, los pelamos y reservamos.
En una cazuela, ponemos un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un par de dientes de ajo fileteados.
Cuando empiece a coger color, añadimos la cabeza y el vientre del rodaballo junto con las cabezas y las cáscaras de los langostinos. Cocinamos un poco.
Seguidamente añadimos la cebolla, la zanahoria y el puerro. El azafrán, perejil, sal y cubrimos con el vino blanco.
Añadimos agua suficiente para cubrir todo y dejamos que hierva a fuego medio durante una hora. Se concentrará todo el sabor de los ingredientes y tendremos un fondo rico, rico.
Pasado este tiempo, colamos el caldo y reservamos. Como no vamos a utilizarlo todo, el que nos sobre lo guardamos o congelamos para utilizarlo en otro plato, se me ocurre que un arroz con casi nada, quedará estupendo con el sabor que le va a dar el fondo que tenemos hecho...
Procedemos a elaborar el plato propiamente dicho. Por lo que en una cazuela baja ponemos una cucharada de aceite de oliva virgen y calentamos bien.
En este aceite, doramos el rodaballo por todos los lados y en cuanto coja color, añadimos los langostinos pelados.
Añadimos un vaso y medio de caldo a la preparación y en cuanto hierva añadimos la nata líquida. Rectificamos de sal y añadimos perejil picado.
Agitamos la cazuela y en menos de 5 minutos la salsa habrá espesado y podremos retirar del fuego.
Servimos con unas patatas fritas tipo "chips" en un plato aparte, para que la salsa no ablande la textura de las mismas.
Os aseguro que merece la pena y ya véis que lleva más tiempo hacer el fondo, que preparar el pescado.
**Os pido disculpas por la poca calidad de las imágenes, las subí del movil directamente al blog y sin editar ni nada. En futuras publicaciones intentaré mejorar este "pequeño detalle"
Texto y fotografías: Pilar Martínez © www. lacocinadelechuza.com