Me topé con estos calabacines, denominados "luna", en mi supermercado habitual. No es muy común que en este rinconcito de A Mariña lucense, tengamos acceso a este tipo de artículos. Os parecerá sorprendente a estas alturas de la película, pero así es.
Aunque en los pueblos vecinos de Burela, Viveiro y Foz, tengo la posibilidad de comprar en varios establecimientos, concretamente en San Ciprián, tenemos solamente un supermercado que muchas veces deja mucho que desear en cuanto a verduras y frutas se refiere. Pero en esta ocasión, me he llevado una alegría!
No los había probado nunca y me parecieron ideales para rellenar.
CALABACINES LUNA RELLENOS DE POLLO Y CHAMPIÑONES
3 calabacines luna
2 pechugas de pollo
1 lata peq. de champiñones laminados
1/4 pimiento rojo y verde
1 puerro
100 grs. de bacon ahumado
Tomate frito casero
queso rallado al gusto
sal
aceite oliva virgen
En primer lugar y despues de lavar bien los calabacines, los puse a cocer en abundante agua salada durante aprox. unos 15 minutos. Antes de retirarlos del agua, los pinché con una brocheta de madera para comprobar el punto de cocción. Escurrí y dejé enfriar.
Los ingredientes del relleno; el bacon, los champiñones y el pollo, los pasé por la picadora intentando no triturarlos demasiado, ya que me gusta dejar los trozos algo gruesos.
Mientras tanto, en una sartén puse dos cucharadas soperas de aceite de oliva virgen y sofreí el puerro y los pimientos.
Cuando las verduras estuvieron pochadas, añadí el bacon, el pollo y los champiñones. Dejé cocinar a fuego suave, añadí sal y esperé a que se evaporase el líquido de cocción.
Le puse una cucharada de tomate frito y dejé enfriar.
En este punto, los calabacines ya estaban lo suficientemente fríos para poder manipularlos sin quemarme, así que con mi aparatito de hacer bolitas de frutas que tengo desde hace unos 20 años, comencé a vaciarlos.
Corté una "tapa" y el interior lo eliminé todo. Tenía pensado utilizar el interior como parte del relleno, pero mi sorpresa fue que estaban llenos de pepitas y finalmente no lo utilicé.
Repartí el relleno entre los tres calabacines.
Cubrí con el queso rallado.
Coloqué en un molde de plum-cake engrasado que me pareció perfecto para los tres calabacines.
Metí a horno precalentado a 170ºC durante unos 15 minutos hasta que estuvieron gratinados.
Serví sobre una base de salsa de tomate frito casero que complementa perfectamente este plato.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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