Hay días en los que decides no salir de casa. Es tu día libre y simplemente necesitas que el día te cunda más.
El simple hecho de bajar al supermercado, por muy rápido que vayas y contando con que no te pares a charlar con nadie, en el mejor de los casos supone una inversión de media hora. Sumándole la otra media de la ducha, la raya del ojo y los retoques con el secador, ya se te fue una hora completa !
Así que te levantas temprano, te duchas y te pones lo primero que encuentras para estar cómoda. Sacas el aspirador del rincón del armario empotrado y te dispones a dejar el piso como los chorros del oro. Pones la lavadora, friegas el cuarto de baño y el suelo de todas las habitaciones. Tiendes la ropa(que a estas alturas ya acabó el centrifugado) pasas la bayeta del polvo y miras el reloj; la una del mediodia. Estupendo!
En ese momento te entra el pánico; comemos a las dos, pero qué?
Rapidamente abres la cueva del frío y metes la cabeza hasta el fondo: un envase de gulas, una bolsita de gambas congeladas....vale, con esto ya tenemos para empezar.
Corres a la cocina. En la alacena encuentras un frasco de piquillos que siempre son muy socorridos. Una cajita de quesitos abierto hace siglos en la que todavía quedan dos porciones...
Y ahí empieza el reto; tener la comida lista a tiempo, hacer las fotos (y todo "casi" sin despeinarte).
PIQUILLOS RELLENOS DE GULAS Y GAMBAS CON SALSA DE QUESITOS
Ingrs. para 10 pimientos
1 envase de gulas congeladas
200 grs. de gambas congeladas
1 bote de piquillos
1 cebolla
2 o 3 dientes de ajo
perejil picado
1 cucharada sopera de harina
1 vaso de leche ( 200 ml.)
sal y pimienta blanca
Como las gulas y las gambas estaban congeladas, las puse en un barreño de agua bien cubiertas en su envase original hasta que se descongelaron ( unos 10 min.)
Los pimientos del piquillo los escurro bien del líquido de la conserva.
En una sartén pongo a pochar en dos cucharadas de aceite de oliva, media cebolla y dos dientes de ajo.
Antes de que tomen color, añado las gambas y las sofrío.
Las gambas al calentarse, empezarán a soltar agua. Las dejo a fuego fuerte para que evapore lo más pronto posible. Les pongo sal y añado el perejil picado.
Seguidamente añado las gulas y salteo todo junto. Espero a que no quede ningún líquido en la sartén y añado la cucharada sopera de harina. Doy una vueltas.
A continuación, vierto la leche, aprox. media vaso. Rectifico de sal y revuelvo hasta que espese.
Retiro del fuego y dejo enfriar.
Voy rellenando los pimientos del piquillo con las gulas y las gambas.
Paso cada uno por harina, y luego por huevo batido.
Frío los pimientos por ambos lados y reservo sobre un papel absorbente.
Para la salsa de quesitos, puse a pochar media cebolla picada muy fina. Fuera del fuego, añado medio vaso de leche y dos quesitos (tipo Caserío) hasta que se funden. Le pongo sal y una pizca de pimienta blanca.
Para servir, pongo una buena cucharada de salsa en el plato y los pimientos fritos por encima. Misión cumplida!!
Texto y fotografías: Pilar Martínez
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