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Mostrando entradas de julio, 2012

MARIO GORI

Mario Gori nació en Niscemi (Caltanissetta, Sicilia) en 1926 y murió en Catania en 1970. Entre otros libros, ha publicado: Un saraceno di Sicilia . LA TARDE Una radio que hace ruido y la tarde que se condensa sobre los tejados. Cuando muere el día, se refugia en el recuerdo el desesperado sueño que no vive. No tenemos otra gloria, encontraremos siempre vacía la tarde y aún el viento habla de lejanías. Ese niño que agita una bandera coloreada de cruce en cruce nada sabe de aquello que somos. Así era la infancia que perdimos, así era aquella bandera nuestra de los cruces. La memoria retrocede y encuentro inquietas estaciones con la sangre de los veinte años abiertos a la aventura. Quién podía pensar que crecía ya entonces en una sonrisa la sombra atroz del tiempo que nos encierra. LA SERA   Una radio che strepita e la sera che si addensa sui tetti. Quando muore il giorno, si rifugia nel ricordo il disperato sogno che non viv

GIAN PAOLO ROFFI

Gian Paolo Roffi nació en Bolonia en 1943.  Entre otros libros, ha publicado: Reattivi , Madrigali y Perverba . XI   a M.   la sequedad de tu ausencia en los labios en la fatigosa exhalación en el vacío de ti desde las cuerdas del pecho y la garganta y las manos clavadas para no repetir el gesto que toma y da y nutre y el grito y el espacio desierto y el sudario XI a M. il secco della tua assenza sulle labbra nell'espirare faticoso contro il vuoto di te dalle corde del petto e della gola e le mani inchiodate a non ripetere il gesto che prende e dona e nutre e il grido e lo spazio deserto e il sudario

ADRIANO SPATOLA

Adriano Spatola nació en Fiume (la actual Rijeka, Croacia) en 1941 y murió en Sant'Ilario d'Enza (Reggio Emilia) en 1988. Entre otros libros, ha publicado: Algoritmo , Diversi accorgimenti y La piegatura del foglio . EL CUADERNO BLANCO IL QUADERNO BIANCO 1 Despertarse anunciarse mostrarse en la inquietud de un lugar que es la presencia de la presencia el inadvertible desafío la sospecha la imputación un resultado de la alusión una defectuosa respuesta. 1 Destarsi annunciarsi mostrarsi nell'inquietudine di un luogo che è la presenza della presenza l'inavvertibile sfida il sospetto l'imputazione un risultado dell'allusione una tarata risposta. 2 Entretanto el pensamiento diurno ensancha la hendidura desmiente el exceso de los jugos la agitación del cuerpo en el gesto que corresponde a los decretos al enredo al traje de cartón piedra del otro protagonista. 2 Intanto il pensiero diurno divarica la spaccatura smentisce l'ecce

RODOLFO DI BIASIO

Rodolfo Di Biasio nació en 1937 en Ventosa (Latina) y reside en Formia. Entre otros libros, ha publicado: Poesie dalla terra , Le sorti tentate e I ritorni . DOLOROSA TAMBIÉN... Dolorosa también la luz en los disecados pensamientos si dentro cede y se encorva en un juego de sombras la memoria: un camino de años nos persigue, una sangre enferma La dispersión el viento que remueve un mar de hierba el laberinto de los niños en los juegos de primavera Desenterrado el sendero o el sueño de un sendero por la cresta: una alta luz se ensancha para jóvenes ojos tendiendo la trampa descubriendo en los sonidos del verano el de la serpiente que silba enamorada DOLOROSA ANCHE... Dolorosa anche la luce ai disseccati pensieri se dentro cede e s'incurva in un gioco d'ombre la memoria: un cammino d'anni ci persegue, un sangue malato La dispersione il vento che smuove un mare d'erba il labirinto dei fanciulli

CESARE PAVESE

Cesare Pavese nació en 1908 en Santo Stefano Belbo (Cuneo, Piamonte) y murió en Turín en 1950. Entre otros libros, ha publicado: Lavorare stanca , Verrà la morte e avrà i tuoi occhi y La luna e i falò. MUJERES APASIONADAS En el crepúsculo las muchachas descienden al agua, cuando el mar se desvanece, extenso. En el bosque cada hoja se agita, mientras emergen cautas sobre la arena y se sientan en la orilla. La espuma hace sus juegos inquietos, a lo largo del agua remota. Las muchachas temen a las algas sepultadas bajo las olas, que aferran las piernas y los hombros: cuanto está desnudo del cuerpo. Suben rápidas a la orilla y se llaman por sus nombres, mirando a su alrededor. También las sombras sobre el fondo del mar, en las tinieblas, son enormes y se las ve moverse, inciertas, como atraídas por los cuerpos que pasan. El bosque es un refugio tranquilo, en el sol poniente, más que el pedregal, pero a las oscuras muchachas les agrada estar sentadas al aire libre,