Elegí la de ricota y pera. Modifiqué cantidades (yo la hice para un molde de 26 cms)., el bizcocho utilicé el vienés que venden en Mercadona de vainilla y alguna cosilla más que vereis mas adelante.
Para el bizcocho:
2 redondeles de bizcocho vienés de vainilla (Mercadona)
Para las peras semiconfitadas:
5oo gramos de peras en su jugo
2 peras frescas (para decoración)
el jugo de las peras
4 cucharadas de azúcar
1 vaso de los de vino de Pedro Ximenez
Para la crema de ricota:
500 gramos de queso ricota
500 gramos de crème fraîche (President)
10 hojas gelatina (Mercadona)
80 gramos de azúcar glass
4 claras
150 gramos de azúcar glass
cremor tártaro o unas gotas de limón
Para las avellanas caramelizadas
Avellanas tostadasAzúcar
El bizcocho que he utilizado viene envasado y tiene tres redondeles, en este caso solo usaremos dos. Es perfecto en tamaño para el molde que indico arriba.
Lo primero que hice fue caramelizar las avellanas. Como era la primera vez que lo hacía, me lo tomé con calma y por la mañana, bien temprano ya estaba en ello. No es difícil, solo estuve pensando un ratito como montar un artilugio para que escurriera el azúcar caramelizado y quedaran los hilillos de azúcar que le dan ese toque decorativo maravilloso.
Bien pues a ello:
Clavar a cada una de las avellanas en un palillo de dientes por la parte ,ás gruesa, por el culete.
Ahora prepara el artilugio donde colgaremos las avellanas y el caramelo caiga y forma el hilillo.
En la encimera de la cocina he puesto un trozo de papel de aluminio esto evitará que el caramelo sobrante os manche, dos vasos (que sean altos para que el hilillo que forma el caramelo al caer salga con forma larga y bonita), y he usado un trozo de esponja de la que utlizo para los centros florales (en las tiendas de todo a cien lo encontrais), que coloco así:
Pongo el azúcar en un cazo y hacemos un caramelo que tenga un color oscurito, a fuego medio y sin dejar de remover.
En este momento cuando tengamos el caramelo de este color, poner dentro de agua fría, solo la base del cazo, así cortamos la cocción. Ahora ir sumergiendo las avellanas, agarrándolas del palillo e impregnandolas bien del caramelo, e inmediatamente las pinchamos en la esponja que hemos preparado.
Dejar enfriar a temperatura ambiente, no las metais en el frigo, la humedad y el caramelo no casan bien.
Cómo me sobró carmelo decidí hacer una rejilla... no sabía bien si la iba a utilizar o no, pero como era para carvaval me pareció que alegraría la tarta a modo de peineta.
Coloqué un trozo de papel de aluminio en la encimera, unté ligeramente con aceite e introduciento un tenedor en el caramelo fuí haciendo formas, como me pareció. Lo dejais enfriar y teneis unas figuras increibles para decorar postres. Y lo que os sobre para tomarlas con el cafetito.
Como todo esto parece larguísimo, pero en realidad no se tarda tanto podeis dejar el resto para otro momento o incluso para el día siguiente. Yo me animé y lo hice de una tirada... me picó la curisiodad de como saldría y me animé.
Peras semiconfitadas para el relleno:
Sacar las peras en su jugo del bote y cortarlas en trocitos pequeños. Pongo el propio jugo con el azúcar en un cazo e introduzco las peras. Las dejo solamente unos diez minutos, no hay que esperar a que ablanden. Escurro y reservo.
Para las peras de decoración:
Pelo dos peras conferencia, manteniendo el rabito, las corto por la mitad y las introduzco en un cazo en el que he puesto un vaso de Pedro Ximenez y 1/2 vaso de agua y las dejo a fuego medio hasta que estén tiernas y hayan cogido este color. No recuerdo el tiempo, pero pinchar con un palillo de los de brocheta y sabreis cuando están.
Para la crema de ricota:
Monto las claras con el cremor tártaro (la punta de un cuchillo), si no teneis no os apureis, no pasa nada, unas gotas de limón también sirven. Cuando estén empezando a montar, añadimos los 159 gramos de azúcar. Reservar en el frigorífico.
Trabajamos el queso ricota con un tenedor en un bol, hasta conseguir una crema lo mas lisa posible.
Hidratamos las hojas de gelatina. Calentamos un poco de la Crème Fraîche e introcucimos la gelatina para diluirla. Dejamos enfriar a temperatura ambiente. Si no encontrais la crème fraîche, utilizar nata para montar.
Añadir el queso ricota, las peras semiconfitadas en trocitos y el resto de la crème fraîche que previamente hemos montado hasta conseguir ese punto en que si seguimos montando se nos convierte en mantequilla.
Y ahora añadir las claras montadas que tenemos en el frigorífico. Mezclar todo con movimiento envolventes y a montar la tarta.
Montaje y decoración:
Poner un circulo de bizcocho en la base del molde desmontable, engrasado previamente, verter el relleno, aplanar con una espátula para que no queden burbujas de aire y colocar encima el otro circulo de bizcocho.
Tapar con papel film y meter al frigorífico, tiene que estar al menos cuatro horas. Yo la hice el día anterior.
Justo un ratito antes de servirla la decoro. De esta forma todos los ingredientes, fideos, azúcar glas, peras, mantienen su textura sin la humedad del frigorífico.
Desmoldo y le pongo fideos de chocolate alrededor y por encima. Espolvoreo con azúcar glas.
Corto las peras al Pedro Ximenez a modo de abanico. Y el resto a vuestro gusto. A mi me quedó así:
¡¡Buen provecho!!!