9-9-2005
Éste es Julian Day, alias el Hombre Calendario, tal y como lo vimos en The Long Halloween, la exitosa miniserie de Loeb y Sale. El bueno de Julian es un científico (maligno, claro) obsesionado con el calendario: fechas especiales, días de la semana, estaciones... observadle bien. Encerradito tras un cristal, a la Hannibal Lecter, casi puedes oírle decir: "Comisssssario Gordon, slurpslurpslurpslurp!" Acojona, ¿no?
"Lo oyes, Batman? ¿Oyes el silencio de los murciélagos?"
Pero todos tenemos un pasado, y el de Julian es Detective Comics 259, su primera aparición. Al parecer, la segunda de sus obsesiones es el transformismo, porque si no, no se explica que para cometer cuatro miserables robos tenga que disfrazarse de cuatro estaciones. Como las pizzas.
Tomemos, por ejemplo, el verano. ¿Qué pasa en verano? Que hace un sol de cojones. Vale, pos ya lo tenemos:
"Robin, rápido, las batigafas y el batibronceador!"
Invierno... mmm... es que el Capitán Frío ya está inventado... los superhéroes son cobardes y supersticiosos... algo que inspire el terror en sus corazones, con invierno... ¡lo tengo, lo tengo!
Yo soy uno de esos sicarios y le inflo la cara a hostias. Como poco.
El otoño es chungo... caen las hojas y... y... y yastá... pues nada, adelante con las hojas:
Aquí hubo suerte. La alternativa era ir de Adán, con la hoja de parra
Y, por fin, la "pièce de resistance". Con todos ustedes, Julian Day, en su interpretación de la primavera:
Nótese el tiemporrívico homenaje a Aterriza como puedas
Julian Day, ¿por qué tuviste que cambiar? Antes eras mucho más chanante...
