La relación entre Swampy, la poderosa Cosa del Pantano, y John Constantine no empezó con demasiado buen pie, ¿recordais?
En American Gothic (los que no sepan de qué estoy hablando, que salgan al pasillo, por favor; luego hablaré con ustedes), en American Gothic, decía, vimos cómo el pícaro hechicero conducía a la pobre Cosa del Pantano de un lado a otro del continente, enfrentándole a una pesadilla tras otra con sólo mostrarle la zanahoria.
La metafórica zanahoria del conocimiento, me refiero.
Aquello terminó como terminó... y el caso es que, aunque la relación entre estos dos pintorescos personajes no cabe calificarla de profunda amistad, sí es cierto que a veces, cuando la ocasión lo requiere, nuestro amigo vegetal recurre de nuevo a Constantine, en busca de conocimientos o en busca de consejo.
Y hablando de consejos, ahí va uno, completamente gratis.
En American Gothic (los que no sepan de qué estoy hablando, que salgan al pasillo, por favor; luego hablaré con ustedes), en American Gothic, decía, vimos cómo el pícaro hechicero conducía a la pobre Cosa del Pantano de un lado a otro del continente, enfrentándole a una pesadilla tras otra con sólo mostrarle la zanahoria.
La metafórica zanahoria del conocimiento, me refiero.
Aquello terminó como terminó... y el caso es que, aunque la relación entre estos dos pintorescos personajes no cabe calificarla de profunda amistad, sí es cierto que a veces, cuando la ocasión lo requiere, nuestro amigo vegetal recurre de nuevo a Constantine, en busca de conocimientos o en busca de consejo.
Y hablando de consejos, ahí va uno, completamente gratis.
No te fíes jamás de un mago.