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viernes, 15 de mayo de 2009

Perfectamente natural

A los héroes DC, hay que admitirlo, les va el rollo de las mascotas. Batman tiene a Ace el Batsabueso; Superman, a Krypto el Super Perro, Beppo el Super Mono y Streaky el Super Gato; Aquaman a Topo, el pulpo, y todo un océano de amiguitos. Wonder Woman cría canguros como Jumpa allá en Isla Paraíso, y John Stewart - Green Lntern Corps mediante- está curado de espantos. Incluso dicen las malas lenguas que Jimmy Olsen ha hecho alguna que otra amistad en el reino animal.



Pero como toda regla, el rollo mascotero tiene una excepción: Flash. A los flashes, en general, no se les conocen mascotas. Por la razón que sea, el Flash de los superamigos, en particular, se ha mantenido siempre a distancia del tema mascotil.

Es por eso que las mascotas tampoco están familiarizadas con el.


De ahí que sea perfectamente natural que alguna de esas inquietas y traviesonas mascotas desarrolle por Flash cierta... uh...


¿...curiosidad?

miércoles, 22 de octubre de 2008

A ver si cuela

La existencia de Krypto está plenamente justificada en los mitos de Superman. Después de todo, entra dentro de la lógica que Jor-El quisiera probar su cohete -experimental, no lo olvidemos-, antes de arriesgar la vida de su primogénito, ¿no es cierto?. Por cierto, Jor-El era un hombre concienzudo. De ahí la lógica existencia de Beppo, el Super mono, que también llegó a la Tierra gracias a los cohetes de prueba de Jor-El. Que digo yo, y en vez de hacer tres cohetitos pequeños, ¿no podía haber hecho uno grande y así se venía toda la familia? Pero estoy divagando.

Dado que Superman tenía una mascota, lo lógico era dotar a su super prima, Supergirl, de otra. De acuerdo que la radiación de un mineral raro no era la mejor de las excusas argumentales, pero, eh, eran los cincuenta. De ahí la existencia de Streaky, el Super Gato.

Lo de Comet, el Super Caballo, a priori parece menos lógico. Pero, bien mirado, la cosa también tiene su razón de ser. Si de lo que se trataba era de introducir un interés romántico en la vida de Supergirl, era obvio que el individuo en cuestión debía poseer cierto atractivo intrínseco para el lector. Y, ¿qué mejor que un centauro que se vio transformado de forma accidental en un caballo, mediante el uso de la magia, y que cambiaba a forma humana solamente cuando cierto cometa atravesaba el cielo terrestre? A mí me parece un personaje de lo más interesante, intrínsecamente hablando.

Qué, ¿ha colado?


No, ¿verdad?


Me lo temía.




¡Un loro ha atravesado esa nave kryptoniana estrellada y ha chocado contra el árbol, destrozándolo! ¡Tiene super poderes como los mios! ¡Gosh, será divertido tener una super masota!


Entonces, con el Super Loro ya ni lo intento, ¿no?