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jueves, 2 de febrero de 2017

ISLAS BERLENGAS


"Aureoladas de color, de iridiscencias desordenadas, fosforescentes, hay quien olvida en ellas el pasado, el presente y el futuro. Yo las visito siempre con un sonambulismo místico, no sé si vencido por esa significación alegórica que veo en ellas o hechizado por la realidad."

MIGUEL TORGA: Portugal

martes, 22 de noviembre de 2016

ÓBIDOS


"Óbidos. A quinta humana mais bem cercada que a Idade Média nos deixou."

MIGUEL TORGA: Diário

miércoles, 16 de julio de 2014

CAPELA DE GRANJINHA


"Granjinha, Chaves, 7 de Septiembre de 1986. Una capillita visigótica en ruinas, perdida entre el follaje, con un original pórtico adornado con figuras antropomórficas que son verdaderos desafíos en piedra a la imaginación. En el tejado, una airosa cruz agujereada que parece querer levantar vuelo. Y dentro, detrás del tosco altar de madera tallada que durante siglos la ha escondido, la más bonita ara romana que se pueda ver. Así son las cosas. Nuestro genio creador, por mucho que se exceda, termina siempre en esto: en un punzante testimonio de que lo único que le reserva el futuro a todo tipo de obras es la incomprensión y el abandono."

MIGUEL TORGA: Diario (1932-1987)

domingo, 3 de noviembre de 2013

CASTILLO DE MONTERREY


"¡Mi pobre Portugal, que lleva ochocientos años resistiéndose a la seducción de una España irresistible! Hacer frente a una sirena así, sin ceder a la tentación de caer en sus brazos, es sin duda alguna una hazaña digna de inspirar respeto y ternura. Frente a un castillo como éste, lo menos que se podía esperar era una rendición sin condiciones al poder, a la grandeza, a la belleza y a la gallardía. Pero no. Atrincherados en sus toscos baluartes fronterizos, como otros Ulises amarrados a los mástiles de sus barcos, los buenos de los lusitanos han cerrado los ojos, se han tapado los oídos, y han vivido su vida. Que los cronistas y los poetas se encarguen después de evaluar el precio de la libertad..."

MIGUEL TORGA: Diarios (1932-1987)






"Visita a la capilla de Santa María de Mixós, del siglo IX, con un pantocrátor en la cúpula del altar mayor, todavía majestuoso en un fresco en ruinas. Soy un adicto a estos pequeños templos medievales, toscos y sublimes. Siempre he considerado al románico el límite de mi sensibilidad católica. Es que cuando dejó de ser románica fue cuando la Iglesia se hizo maniqueísta."

MIGUEL TORGA: Diarios (1932-1987)


miércoles, 13 de marzo de 2013

EVORA V


“A lo mejor es alucinación de poeta. Pero porque en ella se documenta enteramente la génesis de lo que somos, de lo que tenemos de lusitanos, de latinos, de árabes y de cristianos, y porque está inscrito dentro de sus muros el camino pedregoso de nuestra cultura, si yo pudiera, obligaba a todos los portugueses a quedarse allí de cuarentena. Una ley pública debería obligarlos a entrar en la ciudad a altas horas, en noche de luna llena. Y, sin guía, mandarlos deambular al azar. Y así contemplarían una maravillosa película de la historia nacional, con planos generales, ángulos imprevistos, sombras y superposiciones. Una retrospectiva completa de lo mejor y más puro que hemos hecho en el terreno intelectual, político y artístico. Hasta que llegase la mañana no se les permitiría confirmar con la luz del sol la luz de la pantalla. Y si después de esta prueba no sintiesen que en un templo de columnas corintias se puede creer en la diosa Diana, que en una catedral románica se puede creer en Cristo y que en una galería de mármol se puede creer en el amor, serían desterrados.”

MIGUEL TORGA: Portugal

miércoles, 20 de febrero de 2013

ESTREMOZ


"De Estremoz apenas vio el viajero más que la parte alta, es decir, la ciudad vieja y el castillo. Dentro de los muros, las calles son estrechas. Abajo, donde el espacio abunda, no ya villa, sino ciudad, Estremoz se prolonga y casi pierde de vista sus orígenes, aun siendo la celebrada Torre das Três Coroas reclamo evidente. En ningún lugar sintió tanto el viajero la demarcación de las murallas, la separación entre los de dentro y los de fuera. Será, pese a todo, una impresión sólo subjetiva, sujeta, pues, a caución, que el viajero, claro está, no puede ofrecer."

JOSÉ SARAMAGO: Viaje a Portugal




"Estremoz, 19 de Novembro de 1943 – O mármore das calçadas e das padieiras das portas, a esbelteza do castelo e a simetria das oliveiras em quincôncio na planura desafiam-me os olhos a cada instante. Mas a emoção que me domina ainda, é a grande noite alentejana de ontem, ampla, descampada como um sonho sem pesadelos. Que belo manto de estrelas era o céu, assim merecido por um corpo sem fim, onde o luar fecundava qualquer coisa que podia ser trigo ou esperança!"

MIGUEL TORGA: Diário

lunes, 19 de abril de 2010

OPORTO IV


"No volví a ver esta vieja ciudad hasta mucho tiempo después, cuando ya la triste sabiduría de los años me había explicado las cosas con otra profundidad. Regresaba yo entonces de tierras lejanas, después de haber sufrido la experiencia de una emigración a Brasil, y revestía todos mis recuerdos de esa nostalgia consoladora que les confiere cualquier infancia interrumpida. Y Oporto era uno de esos recuerdos. Y desde el trepidante puente de doña María, sobre aquel abismo fluvial y tan emotivo para mí, comprobé, deslumbrado, que ante mis ojos estaba el mismo Oporto de siempre, extendido en una ladera, firme, amplio, de colores afrutados, humeante y desgraciado en la Ribeira, espiritual y feliz en las cumbres de sus torres. La edad, los libros y esa ciencia innegable que nos da el sufrimiento ya me habían dado fuerzas para concebir símbolos y descifrar enigmas."

MIGUEL TORGA: Portugal.

viernes, 4 de abril de 2008

SAO FRUTUOSO DE MONTÉLIOS


"Y ya que estaba con las manos en la masa transitoria de las eras, decidí ir otra vez a San Frutuoso, resonancia moribunda de ese eco bizantino que llegó hasta nosotros. Aparté las zarzas que rodean ese cuerpecito pegado al gran tumor retórico que lo devoró, me abracé a sus ocho columnas, me puse en la cabeza el solideo de la cúpula y soñé que estaba en una Santa Sofía en miniatura, deformada por bárbaros autóctonos. No encontré otra manera de tapar tan esquelética desnudez."

MIGUEL TORGA: "Portugal"