Mostrando entradas con la etiqueta Luis Cernuda. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Luis Cernuda. Mostrar todas las entradas

miércoles, 27 de julio de 2011

SEGOVIA XVI


“Entre el cielo nevado y la llanura nevada, tajante, tal proa de navío, estaba la ciudad, su masa animando con un halo amarillo la carencia inhumana de color sobre el paisaje. Todo aparecía en negro, gris, blanco, hasta el escalofrío del agua, presa por el hielo al pie del esquinazo torreado. Luego las lonjas, las calles, las plazas se sucedieron, exaltadas por un resplandor autónomo, que iba sutilizándose en la crestería de algún muro o la espadaña de algún tejado, mientras vanamente inquirías el núcleo solar de donde aquella luz emanaba.”


“Luz sin sombra era aquélla, no irradiada desde astro remoto, sino brotando por igual aquí abajo, desde la piedra planetaria humana, con esos matices aéreos, esas irisaciones imprevistas de la concha, la flor o la pluma, donde parece que la luz ha dejado su huella impresa delicadamente en la materia. Y pensabas: al gótico le va lo gris, al barroco lo rojo, pero al románico lo amarillo; la piedra rubia, melada, ambarina, áurea, que el románico, inconsciente o descuidado de su propia hermosura, como rudo cuerpo mozo, informa para siempre.”


“Así viste la ciudad y así la amaste. Sede militante y ociosa, a solas con la historia, encastillada en su espolón, por cuyos aleros volados el tiempo eterno y la realidad profunda hicieron sus nidos, adonde vuelven incansablemente un día y otro. Su piedra, que al ordenarse en formas civiles no necesita renunciar al enraizamiento de la naturaleza prístina, es fuerte; pero más fuerte es la luz, y allí la luz es corona y fundamento de la piedra.”

LUIS CERNUDA: Ocnos.

lunes, 30 de mayo de 2011

PEDRAZA VII




“Pedraza está a poca distancia de Segovia. El tiempo la ha ido alejando de la vida, abandonándola sobre un cerro, a cierta distancia de la carretera. Al borde de ésta, en la llanura, ha ido surgiendo un nuevo pueblo, Velilla de Pedraza, que recoge para sí la actividad local. Cuando llegaba a La Velilla era ya de noche, y de Pedraza sólo pude distinguir, allá lejos, en la cima, bajo el límpido y frío fulgor estelar, una muralla dentada a manera de pétreo fantasma. Eso es hoy Pedraza: un sueño de piedra, de piedra que se derrumba a solas, cara al cielo segoviano.”

LUIS CERNUDA: Soledades de España. Con el museo del pueblo

miércoles, 22 de diciembre de 2010

SEVILLA VIII


"Sólo de vez en vez, a lo largo del tiempo, un destello de genio la cruza calladamente, como en el caso de Bécquer. Por eso quizá el encanto romántico andaluz tenga en esta ciudad un cariz moribundo; es una dorada ruina. Hoy tal vez no sea fácil percibir esto, porque una ola de falsa tradición renovadora la ha venido anegando en los últimos años; se la ha disfrazado como para un carnaval. Pero no es más andaluz quien de andaluz se disfraza, sino quien lleva intacto dentro de sí, límpido y seductor, el reflejo de esta tierra misteriosa, perezosa y activa, vívida y soñadora. ¿Qué relación tiene lo otro con Andalucía? Preferibles son mil veces las ruinas, fieles siempre, a ese absurdo y externo andalucismo reciente, de una facilidad repugnante. Vergüenza de todos los gestos, gritos, coplillas y escenas vulgares, compuestas a imitación de algo que nunca fue real."

LUIS CERNUDA: Divagación sobre la Andalucía romántica.

domingo, 10 de octubre de 2010

CÁDIZ II


“Algo como ligera angustia, como el peso de una dicha pasada, nos oprime el pecho al respirar su mágica atmósfera. ¿Por dónde vamos caminando? Una calle recta y estricta para nuestro cuerpo solitario se alarga ante el incierto deambular; leves matices claros, no rosa, verde manzana, celeste o blanco perla, sino cambiantes irisaciones nacaradas, espectros de casas, se insinúan a los lados, y al fondo una línea azul alta: el mar: ¿Desorientados ya? De vez en vez una sonriente placilla abandonada con sus árboles; es lo único que al principio parece una indicación, pero que luego es un engaño más. Volvemos los pasos en sentido contrario; los mismos espectros sonrientes de las fachadas, la misma línea azul alta al fondo.”

LUIS CERNUDA: Divagación sobre la Andalucía romántica.

martes, 14 de septiembre de 2010

RONDA IV


“Recuerdo ahora, al referirme a Ronda, no la magnificencia elocuente de su balcón sobre la sierra, donde el hombre queda colgado como un ave sobre uno de los paisajes de tierra más espléndidos que conozco, sino un pequeño detalle. Ni siquiera es la portada encajada en su plaza de toros, tan romántica ésta además, sino, anotación sin importancia, la extraña reja de un balcón; toda cerrada, y sin embargo abierta, porque no tiene cristales; de techo curvo, con una corona en el remate, como un historiado lecho principesco. Más que balcón parecía un tocador galante; pero donde las curvas pudieran sugerir ideas muelles, la materia, el hierro desnudo, hablaba de algo muy distinto. Era la imagen misma de Andalucía, lánguida y fuerte como un árabe voluptuoso”.

LUIS CERNUDA: Divagación sobre la Andalucía romántica.