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29 de diciembre de 2016

Twitter, metrópolis de proyectos
#dibújamelas

Cuando está a punto de consumarse el año en que se cumple el décimo aniversario del nacimiento de Twitter, he aquí unas pinceladas de reflexión sobre esta red social. 

Twitter irrumpió en el escenario digital en un momento en que los blogs ejercían la hegemonía de los nuevos hábitos de comunicación en la Red. Pero los blogs, mayoritariamente los individuales, dibujan un espacio de estructura vertical en el que la conversación a través de los comentarios se supedita a la palabra del autor. El blog se parece así a una habitación personal o salita de estar con la puerta siempre abierta a los invitados, un lugar de conversación pausada, visitable y revisitable a voluntad. A través de los blogs se derribaron fronteras físicas y se empezó a dibujar una nueva geografía educativa. Los docentes se abrían a la aventura de contar sus experiencias de aula y a la de unirse para llevar a cabo actividades conjuntamente, cada uno en su entorno, cada uno dentro de sus posibilidades. En esta etapa digital -ya prehistórica-, mi recuerdo se traslada a “Jazz y literatura”, un post audiovisual creado colaborativamente y que fue semilla de otros proyectos posteriores. Estoy hablando del primer lustro de siglo, cuando el flujo comunicativo circulaba por las entretelas de los RSS a un ritmo que juzgábamos agitado, precipitado e inabarcable. Entonces, no intuíamos lo que estaba por venir. No imaginábamos lo que la tecnología iba a brindarnos y que los nuevos escenarios iban a acrecentar las posibilidades de establecer lazos y de dar rienda suelta a nuevos proyectos.

Y en 2006 llegó Twitter. Y con él los cantos apocalípticos sobre la muerte de los blogs, una muerte anunciada, pero nunca consumada. Los blogs resisten el envite de las redes y conviven con Twitter, porque ambos constituyen habitáculos distintos de un mismo escenario digital (y además está Facebook, Instagram...). Quienes transitan por estos ecosistemas conocen bien sus diferencias. Twitter es grande y es pequeño a la vez. Su pequeñez se reduce a la limitada extensión de sus mensajes, pero años después de su irrupción, es dable afirmar que su grandeza no se explica ni en 140 caracteres, ni en 280. Probemos con el cuádruple: 560.

Twitter es como una ciudad digital en la que transitamos en calidad de lo que somos, esto es, docentes. Ocupamos un amplio sector de esta polis y nuestros mensajes ruedan bajo la insignia de la generosidad y la cooperación. Es fácil encontrar cobijo inter pares y, una vez dentro, recorrer los pasillos de las conversaciones. Un tuit es, muchas veces, un suspiro, un desahogo sentimental o intelectual, un trampolín a una información y, cuando el pasillo desemboca en estancia, un tuit es una llamada a colaborar, una apelación a participar en algún proyecto. En el momento en que esto ocurre, se abren puertas y ventanas a nuevas ideas, se estrechan vínculos profesionales y el eco multiplicador de sumar esfuerzos se expande como mancha de aceite en las aulas.

Actualmente, usamos Twitter como centro de operaciones de una nueva forma de convivencia, y lo que es más importante, de una nueva forma de entender la educación, más abierta y participativa. Twitter acrecienta nuestros impulsos nómadas y de tuit en tuit, de seguidor en seguidor nos convertimos en viajeros digitales en busca de nuevas ideas, recursos, enfoques y metodologías. Empezamos el viaje asomándonos a la cuneta (#todostuvimosuncomienzo), luego vislumbramos los colores de la carretera (TL), hasta que decidimos pisar el asfalto y empezar a movernos por los paisajes de esta ciudad infinita, donde se desdibujan las coordenadas físico-temporales, una ciudad en permanente vigilia.

Hace tiempo que superamos la etapa de aproximación y exploración de este nuevo territorio, hoy el suelo educativo de Twitter está compuesto de una materia que propicia la experimentación. En esta metrópolis digital hemos visto fecundar muchos proyectos al abrigo de tuitconversaciones, DM y favoritos, proyectos que encuentran en los RT el abono necesario para asegurar su expansión, permanencia y visibilidad. Hay muchos ejemplos, pero hoy es el turno de Dibújamelas, un proyecto que promueve el pensamiento visual en todos los ámbitos de aprendizaje. Hace algún tiempo que sentí la llamada del  No sé dibujar... ¿y qué? y, no sin cierto temor, me lancé a esbozar algunas ideas. Y este mes he participado en #garabatember2016. No ha resultado fácil Día a día, garabato a garabato, he aprendido a mirar, a colorear... a dibujar. Ha sido un ejercicio de creatividad que agradezco sobremanera haber conocido a través de Twitter. 

Iniciativas colaborativas como esta recorren Twitter de un modo vertiginoso y, aunque nos gustaría, es imposible apuntarse a todas. Pero es muy cierto que en la atmósfera de Twitter se derrama el pálpito de una generación de profesores dispuestos a hacer de esta red un instrumento de aprendizaje.

¡Feliz 2017, felices proyectos por venir!

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8 de diciembre de 2013

Twitter, una experiencia de escritura periodística

Procedencia de la imagen
Hace ya unos días tuve la suerte de compartir una tarde con los miembros del seminario GREAL. Asistí en calidad de invitada para compartir algunas experiencias. Nunca antes había explicado una de las actividades que les conté, si bien es verdad que hice un apunte en otra entrada.  Uno de los miembros del seminario –gracias, Xavier- me dijo con mucho acierto que las experiencias innovadoras no tienen por qué ser duraderas, que no nacen con el gen de la permanecia; sin embargo, subrayó la necesidad de compartirlas, porque pueden ser la semilla de ideas futuras. Esta sabia reflexión es la que me ha movido a publicar esta nota.
El último año que coordiné la revista de mi centro, decidí abrir una cuenta en Twitter (@revistaserrallarga) con el fin de animar a escribir a algunos alumnos con dificultades expresivas. Lejos de ser un obstáculo, la brevedad de los mensajes se convirtió en una ventaja. La escritura de la noticia periodística requiere seguir una pautas: recabar información, seleccionarla, ordenarla y redactar el texto. Como todo proceso entraña sus dificultades y a algunos alumnos éste les resultaba dificultoso (y fastidioso), probé con Twitter.  ¿Con qué fin? Con la idea de que tuit a tuit lograran componer textos breves. Y así fue. La experiencia se llevó a cabo en catalán; no obstante, a título de ejemplo he traducido algunos tuits para dar idea de cómo tras cada uno de ellos había una reflexión gramatical o discursiva:

El tuit, unidad de información

La brevedad del tuit nos permitió  incidir en la estructura de la frase como unidad de información. Los alumnos empezaron con mensajes breves en los que indicaban a cuál de las 6 preguntas respondía la información (6W):
  • Nuestra escuela tiene un PLE (Plan Experimental de Lenguas Extranjeras). (¿Quién? ¿Qué?)
  • Los organizadores de la feria “Vive la Ciencia” son los alumnos de 2º de bachillerato (¿Quién?)
  • Mañana, talleres de Navidad (¿Cuándo? ¿Qué? -Elisión del verbo)
La publicación de tuits coincidiendo con el tiempo realización de las actividades dio pie a reflexionar sobre el uso de los tiempos verbales, especialmente por lo que respecta al aspecto:
  • Los alumnos del Aula Oberta están construyendo una valla de seguridad en el huerto escolar (¿Quién? ¿Qué? ¿Dónde?)
  • Celebramos la Diada de Sant Jordi con actividades distintas. En estos momentos, charla con L. Martín Bielsa, testimonio de la Guerra Civil (¿Qué? ¿Quién? – aposición)

Este hecho ayudó a asociar las marcas temporales con el uso de los tiempos verbales:
  • El 24 de enero (¿Cuándo?), los alumnos de 3º de ESO (¿Quiénes?) visitarán Expojove (¿Qué?).
  • Celebramos el Día del Libro con actividades diversas. En estos momentos, charla con L. Martín Bielsa, testimonio de la Guerra Civil (¿Qué? ¿Quién?).

La nominalización de acciones, así como la sustitución léxica (sinonimia, hiperonimia…) se convirtieron en recursos necesarios para ajustar la longitud de los mensajes a los condicionantes de Twitter (140 caracteres):
  • Así, el tuit “Han instalado una minibiblioteca en el bar del instituto” se convirtió en “Instalación de una biblioteca en el bar”
  • “La dirección y el AMPA han colaborado para que los alumnos puedan leer a la hora del patio”, en “Colaboración dirección y AMPA para favorecer la lectura a la hora del patio”
  • “Han colocado dos sofás y dos estanterías con libros”, en “Instalación de mobiliario” .

Tuits encadenados, de la frase al texto

En otro nivel de dificultad, les propuse que ampliaran la información de un tuit con nuevos datos, de manera que las informaciones fueran tomando cuerpo y pudieran constituir un texto completo. He aquí un ejemplo mínimo de cómo tres tuits fueron el punto de partida para redactar la presentación de esta entrevista:
  • Hoy hemos entrevistado a Ivan Caño, ganador del Premio Núria Tudela de trabajos de investigación (¿Quién?, ¿Qué?, ¿Por qué?)
  • El trabajo trata de la batalla entre Licaón y Aquiles, y es una dramatización de un fragmento. (¿Qué?)
  • El premio, lo entrega la revista de divulgación denominada Auriga (¿Qué?).

Con esta nota, he recogido solo algunas reflexiones sobre la experiencia de enseñar a redactar minitextos con finalidad informativa, a partir de la reflexión sobre el contenido y la estructura de la frase. En la práctica, se consolidó el hecho de que cada tuit daba respuesta a uno o varios interrogantes (6W) y constituía la base para redactar posteriormente los textos periodísticos, principalmente, noticias. 
Fue una experiencia breve, pero suficiente para comprobar que la mayor ventaja de usar Twitter fue que el proceso de redacción se convirtió en sí mismo en parte del resultado, pues los alumnos veían los tuits publicados, con cierta rapidez. Twitter ayudó a mantener viva la motivación por la escritura a unos alumnos para los que escribir entrañaba cierta dificultad, e hizo posible que se percataran de la necesidad de reflexionar sobre la estructura del mensaje desde presupuestos gramaticales, algo siempre difícil.