La Nochuebuena en mi casa normalmente la celebramos sólo nosotros en casa; las reuniones familiares las dejamos para otros días de la Navidad. Cuando éramos pequeños, mi madre se quedaba preparando la cena y mi padre nos llevaba a ver los belenes que había por la ciudad. Al volver Papá Noel había hecho una visita a nuestra casa y el salón estaba inundado de regalos alrededor del árbol. Pronto todo se llenaba de juguetes y la emoción era demasiada como para pensar en cenas complicadas, así que lo habitual es que en Nochebuena preparemos muchas cosas de picar, variadas, que hacen la cena más entretenida y las sobras sirven para el día siguiente.
No faltan los embutidos y quesos de Murcia (de cabra al vino y de cabra con romero, deliciosos), algo de marisco variado, ensalada, a veces canapés, un carpaccio... Yo aprovecho para probar cosas nuevas, y como el año pasado usé por primera vez la masa Brick, este año he probado con la Filo.
La masa filo (phyllo) es muy habitual en la cocina griega y también árabe. Finísima, delicada, crujiente cuando se dora, de sabor neutro... ideal tanto para salados como dulces. Adi ya nos dio varios consejos sobre cómo usarla y nos dejó una fantástica receta de Spanakopita, un pastel de espinacas fabuloso.
Como yo quería preparar algo en plan más de tapeo, me quedé con la idea que vi en varios blogs de hacer triángulos rellenos. Unos tuneando un poco la receta de spanakopita, y otros con una mezcla que ya demostró en el pasado ser deliciosísima. Las cantidades dependerán del número de comensales.
Triángulos de espinaca:
- láminas de masa filo
- aceite de oliva suave
- espinacas
- cebolla
- queso de cabra (si toleráis el queso feta, griego original, mejor)
- queso crema desnatado
- uvas pasas
- semillas de sésamo
- perejil fresco
- comino molido
- sal y pimienta
Cocer las espinacas, frescas o congeladas, y escurrir muy muy bien. Picar la cebollay pochar en una sartén con algo de aceite. Incorporar las espinacas y saltear unos minutos, sazonando con sal y pimienta al gusto. Añadir unas cucharadas de queso crema removiendo bien. Cuando haya evaporado todo el líquido, añadir queso de cabra troceado, perejil, comino, pasas y sésamo al gusto, mezclando todo bien. Dejar enfriar.
Para usar la masa filo hay que tener bien limpia y organizada el área de trabajo. Preparar un cuenco con aceite de oliva y un pincel. Las hojas vienen enrrolladas y envueltas en papel de cocina; hay que desenvolverlas y dejarlas abiertas sobre el papel, y es imprescindible cubrirlas con film y/o un paño de cocina húmedo. Cada vez que saquemos una lámina, las demás se vuelven a cubrir. A veces se pegan un poco por los bordes y se rompen, pero se pueden aprovechar.
Se coloca una lámina sobre la superficie de trabajo limpia y se pincela con aceite en toda su superficie. Se coloca encima otra lámina (con cuidado, no se deben despegar una vez entran en contacto) y ésta se pincela a su vez con aceite. Así sucesivamente. Yo para los triángulos, como luego se enrrollan sobre sí mismos, usé sólo ó 4 láminas. Cuando tengamos las láminas deseadas, cortamos longitudinalmente en tres o cuatro partes, formando tiras. Entonces colocamos en un extremo, sin llegar a los bordes, una porción del relleno y la doblamos tomando la esquina sobre sí misma en forma triangular. Seguimos doblando el triángulo hasta recorrer toda la tira de masa; se sella bien y se coloca sobre una fuente de horno engrasada. Espero haber me explicado más o menos bien!
Se hornean a 180ºC durante unos 20 minutos, hasta que estén doradas. Se pueden servir calientes o a temperatura ambiente.
El otro relleno es muy simple: queso de cabra con calabaza confitada. Es una mezcla de sabores deliciosa, genial también para canapés.
Y aunque ya a estas alturas estamos todos algo empachados (y lo que nos queda!), algunas foticos de la cena de Nochebuena:
Berberechos a la marinera.
Embutidos y quesos.
Los triángulos de masa filo.
Navajas y langostinos a la plancha.
Esta es mi última entrada del año 2009, que ha tenido momentos buenos y algunos malos, pero me quedo con los mejores, que son lo que importan. Veremos qué nos depara el 2010, pero en cualquier caso quiero daros a todos las gracias por acompañarme un año más, y espero de corazón que el año próximo os traiga muchísimas alegrías.
¡Pasad una buena Nochevieja y Feliz Año Nuevo!