He pasado las tres últimas semanas en Murcia, en el campo -la ciudad no la he pisado-, primero unos días con el elfo y el resto ya con la familia y los gatos. No es que haya podido descansar o desconectar demasiado, pero mis ocasionales paseos en bici y algunas escapadas breves por los alrededores no me las ha quitado nadie.
He cocinado bastante, pero sin preocuparme por tener que fotografiar y reseñar todo. ¡Qué descanso es improvisar una tarta y olvidarse de hacer un set de fotografías o de apuntar la receta! Simplemente, cocinar por placer, con mi madre al lado, para la familia, sin agobios. Una foto rápida para instagram, si acaso, y gracias. Estaba harta de pensar en la cocina solo con el fin de publicar la receta.
También es cierto que he cocinado más de la cuenta porque mi madre se fastidió la espalda un par de días después de irse el elfo, y me ha tocado suplir su baja. Es una faena terrible sufrir una de estas lesiones, te incapacita para prácticamente todo... ¡cuidaos bien! La pobre se pasó un buen rato en el suelo mareada del dolor, y le ha durado muchos días. Así que apenas he tenido tiempo libre para nada, porque he seguido trabajando desde aquí y también quería pasar tiempo con la familia. Pero no me quejo en absoluto; mi propósito para el "nuevo curso" va a ser tomarme las cosas con más calma, agobiarme menos y disfrutar más de mí misma. Qué ganas de sacar partido al otoño en nuestro nuevo hogar :).
Receta de helado de yogur y frambuesa
Inspiración: las frambuesas con helado me recuerdan a veranos en Suiza
Ingredientes para unas 8-10 raciones
- 200 g de frambuesas
- 1-2 cucharadas de azúcar
- 1 limón
- 500 g de yogur griego natural
- 200 ml de nata para montar (sin lactosa)
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 40 g de azúcar
- 1 pizca de sal
Lavar las frambuesas con suavidad y ponerlas a cocer en un cazo con un poco de azúcar y un chorrito de zumo de limón. Dejar que se vayan ablandando y soltando los jugos, machacándolas un poco con una cuchara. Yo las tuve unos 15-20 minutos. Esperar a que enfríen un poco y colar muy bien usando un colador fino o tamiz, para exprimir al máximo los jugos y evitar las semillitas. Dejar enfriar.
Mientras tanto, escurrir el yogur. Mejor si lo dejamos escurriendo en un paño durante unas horas, pero yo no lo hice y no sale mal si somos impacientes. Batir con unas varillas el yogur con la nata, el azúcar, la vainilla y la sal, y añadir ralladura del limón de antes. Cuando esté cremoso, añadir el jugo de las frambuesas y mezclar bien. Comprobar el punto de dulce y ajustar si fuera necesario.
Hay que dejar enfriar unas horas la mezcla en la nevera antes de montar el helado, pero de todas formas, como siempre, conviene seguir las indicaciones de cada máquina. Cuando la heladera haya hecho su trabajo, podemos servir el helado de yogur y frambuesa directamente o llevarlo a un recipiente con cierre hermético, y dejar que se endurezca bien.
En este tipo de helado con yogur a mí me gusta más servirlos bien algo derretidos, en lugar de formar bolas Serán más fotogénicas, pero está mucho más rico blandito, cremoso y suave, y mis padres han estado de acuerdo. Si añadimos unas frutas del bosque frescas o chocolate muy negro picado el placer se multiplica.
Inspiración: las frambuesas con helado me recuerdan a veranos en Suiza
Ingredientes para unas 8-10 raciones
- 200 g de frambuesas
- 1-2 cucharadas de azúcar
- 1 limón
- 500 g de yogur griego natural
- 200 ml de nata para montar (sin lactosa)
- 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
- 40 g de azúcar
- 1 pizca de sal
Lavar las frambuesas con suavidad y ponerlas a cocer en un cazo con un poco de azúcar y un chorrito de zumo de limón. Dejar que se vayan ablandando y soltando los jugos, machacándolas un poco con una cuchara. Yo las tuve unos 15-20 minutos. Esperar a que enfríen un poco y colar muy bien usando un colador fino o tamiz, para exprimir al máximo los jugos y evitar las semillitas. Dejar enfriar.
Mientras tanto, escurrir el yogur. Mejor si lo dejamos escurriendo en un paño durante unas horas, pero yo no lo hice y no sale mal si somos impacientes. Batir con unas varillas el yogur con la nata, el azúcar, la vainilla y la sal, y añadir ralladura del limón de antes. Cuando esté cremoso, añadir el jugo de las frambuesas y mezclar bien. Comprobar el punto de dulce y ajustar si fuera necesario.
Hay que dejar enfriar unas horas la mezcla en la nevera antes de montar el helado, pero de todas formas, como siempre, conviene seguir las indicaciones de cada máquina. Cuando la heladera haya hecho su trabajo, podemos servir el helado de yogur y frambuesa directamente o llevarlo a un recipiente con cierre hermético, y dejar que se endurezca bien.
En este tipo de helado con yogur a mí me gusta más servirlos bien algo derretidos, en lugar de formar bolas Serán más fotogénicas, pero está mucho más rico blandito, cremoso y suave, y mis padres han estado de acuerdo. Si añadimos unas frutas del bosque frescas o chocolate muy negro picado el placer se multiplica.
Lo mejor de todo es que me he ahorrado el tren para bajar a Murcia este verano, y me lo salto también para volver a Madrid. Mis padres van a pasar una semana por el norte así que iré con ellos la mitad del camino; comeremos juntos y ellos seguirán su marcha. Es muy práctico esto de que Madrid esté, más o menos, en el centro del país. Recuerdo que de pequeña llegué a pensar que ese era el motivo de que fuera la capital, ¡tenía mucha lógica! ;P
¡Feliz final de agosto!