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11 noviembre, 2017

Falsa pizza o flatbread crujiente de garbanzos con calabaza y brócoli. Receta vegetariana sin gluten

Me encantan las legumbres, y además me fascina cada vez más la cantidad de variedades que hay por el mundo. Y en nuestro propio país; ¿cuántos tipos distintos de garbanzos, alubias o lentejas sois capaces de nombrar? ¡Hay muchísimas! Es fantástico. Ojalá no se pierdan nunca las variedades regionales, ni sus platos típicos.

Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

El caso es que últimamente me organizo fatal y cuando me apetece comer legumbres me olvidé de ponerlas a remojo, o simplemente ya no me quedan en la despensa. Menos mal que además de en seco siempre tengo algunos tarros de calidad -las pochas sabréis que me pirran-, y que las lentejas rojas o coral se cocinan en un suspiro. Pero cuando tengo aún menos tiempo para liarme en la cocina... ¡la harina de garbanzos acude en mi ayuda! Y esta falsa pizza, coca, tarta salada o flatbread es de mis recursos favoritos para improvisaciones saludables.

Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

Llamada también besan, la harina de garbanzos ya no falta en mi cocina, junto al centeno, la espelta integral o el trigo sarraceno. Muchas veces añado un poco a mis bizcochos y galletas solo para enriquecerlos, y también la uso en algunas recetas especiales que quiero que sean más nutritivas. Es un ingrediente indispensable, en mi opinión, en una despensa vegetariana o vegana, y además da mucho juego.

Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

En Francia y en Italia hacen una especie de pastel salado muy apañado con ella, la socca o la farinata, con otras variedades en otros sitios del mundo. ¿Comida de pobres? Quizá en origen, pero me parecen una delicia y desde que descubrí estas preparaciones las hago mucho a ojo en casa. Estas quedan realmente más esponjositas y suaves, y se suelen cocinar en el horno o en sartén con aceite muy caliente. Reduciendo la humedad obtenemos una masa más sólida, estirable, que se convierte en una especie de coca crujiente o pizza.

Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

Las raciones que doy son para una persona, sin pasarnos de tamaño, pero se pueden doblar sin problemas. Mejor hacer tamaños medianos en lugar de una "pizza" grande, pues al fin y al cabo es una masa sin gluten que se resquebraja fácilmente. Esta vez, como toppings, he usado puré de calabaza, brócoli al vapor en su punto y queso de cabra. Si hubiera tenido Gruyère a mano hubiera rallado una buena capa para gratinarlo por encima.

Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

Falsa pizza o flatbread crujiente de garbanzos con calabaza y brócoli
Inspiración: mis trasteos con la harina de garbanzos
Ingredientes para 1 persona

- 80 g de harina de garbanzos
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita de levadura química
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de cúrcuma
- 1/2 cucharadita de levadura de cerveza o nutricional (opcional)
- 70-100 ml de agua (a ojo)
- puré de calabaza espeso al gusto
- brócoli cocido al microondas o vapor dejándolo al dente
- queso de cabra
- hierbas provenzales
- aceite de oliva virgen extra
- sal

Mezclar con unas varillas todos los ingredientes secos en un cuenco e ir añadiendo el agua poco a poco. Esto no es una socca, queremos que quede sólido, húmedo pero que pueda formar una bola algo pegajosa. Tapar y dejar reposar 15 minutos.

Precalentar el horno a 200ºC y engrasar una sartén tipo skillet, o una bandeja o bolde que se pueda llevar al horno. Estirar la masa dejándola bien finita y poner en la skillet. Calentar a fuego medio hasta que empiece a quedarse sólida. Llevar al horno 15 minutos.

Cubrir con la calabaza, añadir el resto de ingredientes y dar otro golpe de horno si fuera necesario. Es buena idea añadir queso para gratinar.
Socca - chickpea flatbread with pumpkin and broccoli

La misma masa, más o menos, la uso para hacer crackers o galletitas, añadiendo muchas especias a la mezcla y cortándola en porciones a medio horneado. Son un picoteo proteico vegano estupendo para tener a mano cuando te ataca el hambre :).

¿Habéis trasteado ya con la harina de garbanzos?

17 marzo, 2017

Mi receta de dhal de lentejas rojas con espinacas

Los días siguen pasando volando y se me acumulan las cosas que quiero compartir por aquí. Me da penica no poder publicar todo lo que me gustaría y también tener un enorme retraso en visitar muchos de vuestros blogs, que es uno de mis placeres cotidianos que más echo de menos. A ver si este fin de semana largo que tenemos por aquí puedo ponerle un poco de remedio, aunque, para variar, también me va a tocar trabajar en casa. Me parece que volveré a repetir mi receta de dhal de lentejas rojas con espinacas, porque me sienta de maravilla y así voy despidiendo el invierno.

Red lentil dhal

Aunque en realidad yo preparo esta receta y algunas variantes también en verano, porque no es tan plato de cuchara como otros más tradicionales nuestros de legumbres. Con tantas especias y la textura cremosita de las lentejas rojas -o lentejas coral- creo que sabe muy rico si se sirve templado, y a veces lo he dejado tan espeso que se puede usar para untar y rellenar otras cosas. Que nadie se asuste por la lista de ingredientes, la mayoría son especias y ninguna es imprescindible. Con usar las que más os gusten o un preparado ya listo de curry y algo más, es suficiente. Dudo que el dhal verdadero de la India se parezca mucho al mío, pero eso no es lo importante. Es mi versión y me encanta, me reconforta y me da energía sin digestiones pesadas.

Red lentil dhal

Tengo muchas cosas rondando en mi cabeza estos días pero no me quiero extender demasiado hoy, porque soy capaz de divagar y divagar sin rumbo fijo. Llevo una época en la que vivo a base de contrastes; lo mismo me levanto un día súper positiva y llena de energía y motivada por todo, que a la jornada siguiente estoy decaída, veo todo negro y me agobia cualquier cosa. Lo peor es cuando te das cuenta de que tú misma te regodeas en tu propia miseria porque te ha dado por ver el vaso medio vacío -las hormonas a veces influyen, no vamos a negarlo-, y encima lo paga la gente de tu alrededor.

Red lentil dhal

Mis recursos para salir de esas situaciones son básicos: cocinar -hornear, mucho mejor-, chocolate negro, música de la de subidón y correr. Ah claro, y seriear, que la ficción visionada ayuda mucho a despejarse y desconectar un poco de la realidad. La lectura también, por supuesto, y no hay día en el que no lea un poquito; lo malo es que mi hora es la cama y me temo que ya no aguanto demasiado rato sin que se me cierren los ojos. Pero que nadie me quite mi ratico de lectura antes de apagar la luz, sana costumbre que tengo desde que aprendí a leer :). Luego sueño cosas raras, pero ese es otro tema.

Red lentil dhal

Dhal de lentejas rojas con espinacas a mi manera
Inspiración: libros, revistas, redes y experiencia propia
Ingredientes para 2 raciones aproximadas

- 150 g de lentejas rojas (lentejas coral)
- aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cucharadita de semillas de mostaza negra
- 1/2 cucharadita de semillas de mostaza amarilla
- 1/2 cucharadita de comino en grano
- 1/2 cucharadita de semillas de hinojo
- 1 trocito de jengibre fresco
- 1-2 hojas de curry secas
- 1 cebolla dulce o cebolleta
- 1 diente de ajo sin el germen
- 1 cucharadita de cúrcuma molida
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de cilantro molido
- 1 pizca de cayena
- 1-2 tomates en conserva (casera) o naturales
- caldo de verduras o agua
- zumo de limón
- leche de coco ligera
- hojas de espinaca fresca
- pimienta negra y sal 
- para servir: sésamo negro, perejil y/o cilantro fresco, yogur o queso fresco

Empezar enjuagando las lentejas con agua fría y dejar que escurran bien. Picar la cebolla, el diente de ajo y el jengibre pelado. Picar los tomates en caso de usarlos naturales (se pueden quitar las semillas y pelar, eso al gusto).

Calentar un poco de aceite de oliva en una cazuela y añadir las mostazas, el comino y el hinojo en grano con las hojas de curry machacadas. Dorar hasta que salten y echar la cebolla y el ajo. Saltear hasta que se empiece a transparentar, a fuego suave, salpimentar y añadirlas especias molidas, removiendo bien.

Echar los tomates si son naturales y dejar que se cocinen un poco. Añadir las lentejas, remover y cubrir con caldo o agua al gusto. Bajar el fuego cuando llegue a ebullición y cocinar lentamente unos 25 minutos. Se puede ajustar el tiempo para que se deshagan más. Controlar el nivel de líquido.

Añadir el zumo de limón y leche de coco al gusto, según la consistencia que nos guste. Corregir de sal si fuera necesario. Añadir hojas de espinaca y dejar que se medio cocinen con el calor de la olla. Servir en cuencos con más espinacas frescas, yogur o queso batido, perejil y cilantro fresco y un poco de sésamo negro.

Se puede acompañar de algún pan plano o unos picatostes crujientes (me encantan las regañás, por ejemplo). También se puede hacer más o menos espeso, en plan puré, y acompañarlo con arroz o cuscús. Si hace más fresquete, recomiendo dejarlo en formato más de sopa líquida.

Red lentil dhal

Como véis, es una receta muy tuneable que se adapta a mil variaciones. También se puede triturar parte de la olla para darle otra textura, o añadir alguna verdura a la base de lentejas. En ocasiones echo zumo de naranja, le pongo más picante o cambio las especias según me dé. Lo mejor es lo rápido que se prepara y lo delicioso que está.

¿Tenéis planes para este fin de semana ya primaveral? ¿Quién disfrutará del lunes festivo? ¡Si no es por el elfo yo ni me entero de que aquí es fiesta! La vida del autónomo, ese paraíso.
17 febrero, 2016

Pochas navarras al curry. Receta reconfortante de cuchara para el HEMC#71

Poco a poco vuelvo a ser persona, una persona que vive pegada a un paquete de pañuelos, pero persona al fin y al cabo. Porque menuda semanita he pasado, y qué frustrante es saber que tienes mil cosas que hacer pero que el cuerpo no te de para más. Lo peor de estar enfermo es que encima apenas tienes apetito y se duerme fatal, por lo que el estado de debilidad general se acentúa y la cosa empeora. Menos mal que ahora tengo hambre a todas horas y estoy compensando con platos reconfortantes de cuchara como estas pochas navarras al curry. Ayer hice otra cazuela y pienso repetir comida hoy, que con este frío -¡¡por fin!!- entran de maravilla. Además participo en el HEMC#71 de este mes, dedicado, cómo no, a las legumbres.

Pochas al curry

He estado durmiendo mal no sólo por el propio malestar y los constantes ataques de tos. Primero lo pasaba mal por el elfo, y es que me da mucho apuro molestar a los demás por la noche, a pesar de que luego él ni se entera de la mitad de mis desventuras nocturnas -es un poco como mi padre en ese sentido, que ya se podía tambalear la casa que él sigue roncando-. Intentar toser bajito no funciona mucho, al final terminaba ahogándome yo sola. Encima cuando estoy enferma mi mente decide unirse a la fiesta y tengo pesadillas, que luego no recuerdo pero me hacen despertarme empapada en sudor y con un mal cuerpo terrible. La fiebre tampoco ayuda, no. Ah, y hay que sumar las visitas al baño porque claro, me he pasado los días bebiendo agua y tomando infusiones, así que la vejiba llega a ciertos límites insalvables que hay que solucionar de madrugada.

Pochas al curry

Ahora con estas olas de frío que yo tan feliz he recibido, parece que en Madrid hay alerta de gripe. Espero que este año pase de largo al menos por mi familia, madrileña y murciana, que el año pasado pegó fuerte y esta sí que te deja hecho una pena durante muchos días. Yo, como decía al principio, estoy aprovechando más que nunca para disfrutar de mis platos de cuchara favoritos, y estas pochas navarras al curry se han convertido en receta estrella del invierno desde que las cociné la primera vez. Cuando cocino legumbres suelo seguir el método de mi madre usando las verduras que tenga en la despensa, salvo que use lentejas rojas que entonces me decanto por inspiración india. Me apetecía sin embargo usar el curry con otras legumbres, y al final me decidí a probar con un tarro de pochas cocidas que me encontré de casualidad en una tienda.

Pochas al curry

Las pochas navarras han sido todo un descubrimiento, ¡qué legumbre más rica! Hacía tiempo que las quería probar porque había leído mucho sobre sus virtudes, y no me engañaban. Son delicadísimas, tiernas, mantecosas y muy digestivas. Me falta probarlas frescas y en el típico estofado navarro de verano, pero espero que nadie se ofenda por mi "plato fusión". Se puede preparar un curry vegetariano como este con alubias blancas corrientes, pero a mí las pochas me han conquistado. En este caso las disfrutamos tal cual, pero para que cundan más están estupendas también con arroz blanco, mijo o con quinoa, y así hacemos un plato más completo.

HEMC #71 - Legumbres


Receta de pochas navarras al curry
Inspiración: Mauritian Curry de Vegan Lovlie
Ingredientes para 2-4 raciones

- 420 g de pochas navarras cocidas
- 1 cebolla dulce no muy grande
- 1 diente de ajo
- 1 trocito de jengibre fresco
- 1 cucharada de cúrcuma
- 1 cucharadita de mezcla de especias para curry
- 1 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de hinojo molio
- 1/2 cucharadita de cilantro molido
- 1 chorrito de vino blanco
- 2 tomates de rama maduritos
- 1 o 2 chiles o guindillas (opcional)
- 1/2 cucharadita de vinagre de manzana o de Jerez
- caldo de verduras o agua
- perejil o cilantro fresco
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta al gusto

Picar la cebolla, el diente de ajo, el trocito de jengibre y los chiles o guindillas, desechando las semillas. Cortar en cubos pequeños los tomates y picar un buen manojo de perejil o cilantro lavados previamente. Sacar las pochas del tarro con suavidad, escurrir y enjuagar con cuidado.

Calentar un poco de aceite en una cazuela y echar la cebolla con el ajo y el jengibre, removiendo bien durante menos de un minuto. Añadir todas las especias, dejar que suelten su aroma unos segundos y añadir un poco de agua para formar una pasta. Cocinar a fuego medio unos 5 minutos, vigilando que no se seque para evitar que se queme.

Regar con el vino, echar los tomates y cocinar hasta que se empiecen a deshacer. Añadir una pizca de sal y chafar con la espátula. Incorporar también el chilo o guindilla, si se usan. Agregar las pochas, remover con suavidad y añadir el vinagre. Cubrir con caldo o agua al gusto, salpimentar ligeramente, tapar y dejar cocer unos 15 minutos.

Comprobar el punto de cocción y el nivel de líquido, ajustándolo según se prefiera más o menos caldoso. Corregir de sal y servir con perejil o cilantro fresco picado.

Pochas al curry

El viernes es posible que me codee con famosos. Bueno, "codearme" es quizá una palabra algo ambiciosa, y no sé cuál será el nivel de famoseo, pero al menos pulularé entre gente conocidilla. En realidad lo único que voy a hacer es acompañar a mi suegra a un desfile de la Fashion Week, que siempre la invitan por contactos con sus pacientes. Al menos será interesante :).
¡Abrigáos bien!
29 septiembre, 2015

Alubias rojas guisadas en olla express. Receta ligera, saludable y reconfortante

Parece mentira, pero tengo muchísimas ganas de empezar de nuevo las clases de alemán. El lunes que viene vuelvo a la Escuela Oficial de Idiomas a enfrentarme al curso que más miedo me da, el que me dará el B2 si logro superarlo. El nivel avanzado me aterra más, claro, pero mi meta original cuando empecé fue conseguir el título intermedio oficial, que no es moco de pavo. Acabé tan machacada tras los exámenes que me temo que apenas he repasado nada, pero al menos he cogido la costumbre de ponerme la radio alemana o algún programa infantil de fondo, cuando estoy cocinando, limpiando o editando fotos. No es que me entere mucho de todo, pero simplemente escuchar un idioma con regularidad ayuda bastante. Eso sí, he aprendido rápidamente la palabra germana para "refugiados": Flüchtlinge. Ay, cómo está el mundo...

Alubias rojas guisadas en olla express

No me quiero liar mucho que la receta de hoy la traigo in extremis, para variar. Nuestro querido y Manu CatMan cumple nada menos que cinco añazos en la blogosfera - aunque bien pensado, me parecen pocos, es tan famoso que parece que lleve ahí toda la vida! :) - y ha querido celebrarlo organizando un concurso con recetas saludables: #comesanoCUÍDATE. El plazo termina mañana, por eso decía que casi no llego, si es que me organizo fatal ^_^U. Pero como le tengo cariño y yo también quiero cocinar más sano este curso, tenía que participar. Y cuando digo "sano" quiero decir más "nutritivo", no simplemente recetas ligeras. Ahora que llega el fresquito es la época perfecta para disfrutar de las legumbres en todo su esplendor, porque, seamos sinceros, por muy ricas que estén en ensaladas nada supera un buen plato de cuchara.

Alubias rojas guisadas en olla express

Desde que vivo en Madrid he cogido mucha afición a las alubias o judías rojas y pintas, quizá porque en Murcia somos más aficionados a los garbanzos, alubias blancas y lentejas. En este caso he terminado los últimos caricos, una variedad típica de Cantabria que me conquistó cuando estuve por allí y que lamento no poder encontrar tan fácilmente aquí. Son pequeñitas, muy rojas, y tienen una textura mantecosa de-li-cio-sa. La receta es como esta entrada, algo improvisada y con prisas, y menos mal que la olla express u olla rápida me ha sacado del apuro. Dejando las legumbres a remojo la noche antes me ha dado tiempo a dejar la comida hecha antes de que el elfo se fuera al trabajo, con su tupper calentico. Si me hubiera organizado mejor las habría hecho al modo chup-chup el día antes, pero no se puede tener todo en esta vida. 

¡Ah! Es un plato vegano, ligero y con poquísima grasa. Casi nada, de hecho. Pero salieron buenísimas.

Alubias rojas guisadas en olla express

Alubias rojas guisadas en olla express/olla rápida
Receta ideada por mí
Ingredientes aproximados para 2 buenas raciones

- 220 g de alubias rojas en seco (caricos, en este caso)
- 2 zanahorias pequeñas
- 1 cebolleta o 1/2 cebolla
- 1 apio
- 1 puerro pequeño
- opcional: nabo, un pedazo de calabaza, un pimiento verde pequeño...
- pimentón dulce
- comino molido
- ajo granulado
- unas hojas de alga kombu (opcional)
- vinagre de Jerez
- agua o caldo (he aprovechado una parte de agua de asar calabaza)
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- perejil fresco picado para servir

Lavar las alubias y poner a remojo en agua fría la noche antes. Escurrir y poner en la olla express. Lavar las verduras y trocear. Añadir a la olla, sazonar con las especias y un poco de sal al gusto. Añadir un poco de vinagre, las algas, un poco de aceite de oliva y cubrir con agua o caldo. Remover y tapar.

Calentar a temperatura máxima hasta que empiece a salir el vapor de la olla. Bajar el fuego a una potencia media-baja y cocinar durante unos 25-30 minutos, dependiendo del tipo de alubia. Abrir con cuidado siguiendo el procedimiento habitual de la olla rápida y comprobar el punto de las alubias.

Sacar la cebolla, el apio, una zanahoria y demás verduras, si se han añadido. Desechar el alga. Triturar las verduras con unas pocas alubias y caldo, hasta tener un puré. Devolverlo a la olla y mezclar todo muy bien para que se incorporen al guiso. Probar el punto de sal y añadir aceite en crudo si se desea antes de servir con perejil al gusto.

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Este método de triturar las verduras, o parte de ellas, para añadirlas a las alubias es estupendo para los menos aficionados a los vegetales, y además aportan una textura mucho más rica al guiso, dejándolo cremosito y más digestivo. Un puntito de pimentón picante también le va bien. 
Ahora sólo hace falta que haga frío de verdad para disfrutar bien de estos guisos y potajes ;).
03 abril, 2014

Receta de zanahorias asadas especiadas con alubias. - ¿Ya es abril?

Me repito más que el ajo (y el ajo se me repite muchísimo, para mi desgracia, con lo que me gusta), pero en serio, que alguien quite el acelerador al tiempo. ¿Cómo demonios puede ser ya abril? Y eso que este año cae Semana Santa más tarde, y menos mal.
Pasaré los días de Pascua en Murcia, como se podría prever, así que ando con el típico estrés de mil cosas por hacer y adelantar antes de preparar la maleta. No podré escaparme mucho tiempo por las clases de alemán, pero bueno, habrá que aprovechar al máximo; ¡y mi cumple caerá estando allí! Me encanta, voy alternando un poco las celebraciones en Murcia y Madrid :).

Spicy beans with roasted 
carrots


Hablando de alemán, mi profesora diría que estamos viviendo Typisch Frühling, una típica primavera muuuuuuy cambiante e inestable. En Murcia no tanto, mi madre se muere de envidia cada vez que le digo "pues estuvo ayer lloviendo todo el día". Anda, precisamente ahora se acaba de levantar otro viento infernal. Pues hoy empezaremos la clase otra vez igual: "Wie ist das Wetter heute?". Hay que ver lo que le gusta a lo alemantes -o a mi profesora- hablar del tiempo :P.

Esta inestabilidad no me molesta porque me facilita la transición hacia la comida más veraniega. No me gusta despedirme de golpe de los platos más invernales, porque a pesar de que adoro las ensaladas, soy más feliz con los platos de cuchara calentitos y reconfortantes. Cuando aprieta el calor suelo tomar las legumbres en ensaladas, así que ahora las estoy añadiendo a salteados o verduras asadas, como platos de "entretiempo".

Spicy beans with roasted carrots

Receta de zanahorias asadas especiadas con alubias
Ingredientes a ojo según los comensales

- alubias pintas, rojas o negras cocidas
- zanahorias
- chalotas o cebollitas
- aceite de oliva virgen extra
- vinagre balsámico
- salsa worcestershire
- 1 rama de canela
- comino molido
- 2-3 clavos de olor
- tomillo
- salvia
- zumo de limón
- un poco de vino tinto
- sal y piminenta negra
- yogur natural batido con un poco de ajo granulado, perejil, sal y pimienta

Preclaentar el horno a 200ºC y engrasar una fuente. Lavar y pelar las zanahorias, y cortarlas en rodajas o al bies. Pelar las chalotas y cortarlas por la mitad si son muy grandes. Mezclar todos los demás ingredientes al gusto en un recipiente, añadir los vegetales y remover bien.

Colocar en la bandeja de horno, distribuyéndolo todo en una capa. Hornear hasta que las zanahorias estén al gusto, preferiblemente dejando que se churrusquen ligeramente. Mezclar con las alubias, removiendo bien. Sazonar con un poco más de tomillo, zumo de limón y pimienta. Servir con la salsa de yogur, si se desea.
27 febrero, 2014

Calabaza asada rellena de lentejas con setas shiitake {Legumbres con Ventanas Verdes}

Para el mes de febrero en Ventanas Verdes hemos dedicado nuestras recetas a las legumbres. Por suerte, parece que últimamente hay una tendencia que las está recuperando, tanto a nivel de consumo en el hogar como en la alta cocina, y es que desde hacía varias décadas las pobres legumbres estaban siendo bastante olvidadas en la dieta habitual.

Han sido siempre un producto básico de la alimentación humana, sobre todo de las clases más bajas, e imprescindibles en tiempos de carestía. La alta sociedad no tenía nunca en mucha consideración a las legumbres, consideradas comida de pobres y de baja categoría. Pero la importancia que tienen en nuestra dieta, tanto a nivel nutricional como cultural e histórico, es fascinante.

Stuffed squash with lentils and shiitake

Mis primeros recuerdos relacionados con legumbres se reducen básicamente a tres platos: los garbanzos y las lentejas de mi madre, y las habichuelas de mi abuela. Como "buena" niña, no me hacía gracia que tocara comer legumbres en casa. Los garbanzos se dejaron ver poco por nuestra mesa, porque mi padre los aborrecía, y para que los peques nos comiéramos las lentejas siempre nos las hacía puré. Mi abuela hacía lo mismo con las habichuelas (alubias blancas), y es curioso cómo, aunque hace muchísimo tiempo de la última vez que pude tomar un plato cocinado por ella, recuerdo perfectamente su sabor. Yo era idiota, porque en realidad me gustaban ambos platos, pero no fue hasta bien entrada la adolescencia cuando reconocí que, efectivamente, me gustaban las legumbres.

Butternut squash

Desde que comencé con este blog he ido aprendiendo muchísimo sobre todo tipo de temas relacionados con la cocina y la gastronomía, y así he ido descubriendo que el mundo de las legumbres es enorme, variado, versátil y lleno de posibilidades. Gracias a muchos de vosotros, y en gran medida a mis compañeras de Ventanas Verdes, he aprendido cómo cocinarlas mejor y cómo combinarlas para sacarles el máximo partido en la dieta.

Aunque he ido probando muchas legumbres que hasta hace pocos años jamás había probado, mis favoritas serán siempre las lentejas, por los recuerdos de mi casa y porque son muy prácticas en la cocina. Para hacer guisos, cremas y sopas, me gusta la variedad coral o roja, pero las de tipo francés, Beluga o Puy, son geniales para otro tipo de platos.
Hace tiempo ví en algún blog una receta de calabazas tipo kabocha rellenas de lentejas, y no pude resistirme a probar la idea para el reto de este mes. Es un plato con alma bastante otoñal, pero perfectamente válido para estos días finales de invierno. La próxima vez añadiré algunos frutos secos al relleno, o mezclaré las lentejas con arroz o quinoa para hacerlo más completo y no tener que servir ningún cereal aparte como guarnición. Si no os gusta o no podéis tomar calabaza, estoy segura de que un buen boniato o una berenjena darían también deliciosos resultados.

Shiitake mushrooms

Receta de calabaza asada rellena de lentejas con setas shiitake
Ingredientes para 2 personas

- 2 calabazas pequeñas tipo butternut o acorn
- 100 g de lentejas cocidas de tipo Puy o beluga
- 2 cebollitas francesas
- 250 g de setas shiitake
- 1/2 vaso de vino blanco o tinto
- 1 cucharadita de vinagre balsámico
- 1 cucharadita de hierbas provenzales
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1 pizca de ajo granulado
- sal y pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra
- levadura de cerveza en copos
- perejil o cilantro fresco
- arroz, mijo, couscous o quinoa para acompañar

Podemos preparar las lentejas con antelación, incluso un par de días antes.

Lavar y enjuagar las lentejas. Colocar en una olla o cazuela con una hoja de laurel, un trocito de alga kombu (opcional) y cubrir con agua. Llevar a ebullición y cocer hasta que estén al dente, siguiendo las instrucciones del paquete. Escurrir bien y reservar, desechando el alga y el laurel.

Precalentar el horno a 200ºC. Cortar las calabazas para dejar la base; la altura del corte dependerá del tamaño y forma que tengan. Retirar las semillas y los filamentos interiores, dejando la carne y la corteza intacta. Untar con aceite una bandeja o fuente y colocarlas boca abajo. Hornear hasta que estén bien tiernas, pero firmes.

Shiitake mushrooms

Lavar bien las setas y trocearlas en piezas de un pocado. Limpiar y picar las cebollitas, calentar un poco de aceite en una sartén amplia y pocharlas unos minutos. Añadir las setas y la cúrcuma, rehogarlas unos minutos, regar con el vino y dejar que se evapore. Sazonar con las hierbas y dar un toque de vinagre balsámico.

Añadir las lentejas y cocinar todo junto a fuego medio-suave, hasta que las setas estén listas y hayan perdido casi todo el líquido. Salpimentar al gusto. Rellenar las calabazas con esta mezcla, sazonzar con un poco de levadura de cerveza (opcional) y perejil o cilantro fresco picado. Servir inmediatamente, o volver a calentar en el horno o microondas antes de servir.

Stuffed squash with lentils and shiitake

Se podría coronar el relleno con algo de queso, pero la verdad es que así ya estaba buenísimo. La carne tiernísima de la calabaza se mezcla con el relleno al pinchar con el tenedor, aportando esa cremosidad que me vuelve loca y combinando tan bien con las setas y las lentejas.

No os perdáis las recetas de mis compañeras, que ya sé de antemano que hay propuestas muy originales y, sobre todo, riquísimas :). ¿Cuáles son vuestras legumbres favoritas?
23 enero, 2014

Brócoli y calabaza sobre crema de alubias con almendras y gomasio {Calcio con Ventanas Verdes}

En Ventanas Verdes volvemos a la carga con un nuevo tema para empezar el año, y además con un refuerzo para el grupo, ¡bienvenida, Chelo!

Este mes nos hemos centrado en un elemento fundamental de la salud que a veces descuidamos en la alimentación, el calcio.

Es una cuestión que a mí personalmente me afecta de forma especial, y es que llevo años arrastrando un problema de densidad ósea. Sí, soy un buen ejemplo para demostrar, desgraciadamente, que las personas más jóvenes también pueden sufrir problemas en los huesos.
Mi problema es una de las varias consecuencias que he sufrido a raíz de una gran pérdida de peso que tuve a finales de la adolescencia. No os quiero aburrir con detalles de aquello, pero aunque ya recuperé mi peso saludable hace tiempo, me temo que la salud ósea no se recupera con tanta facilidad. Por suerte, la osteoporosis se convirtió en osteopenia (que es la situación de riesgo previa), pero ya me advirtió el médico que cuesta, y mucho, volver a tener un esqueleto sano.

Ventanas Verdes - Calcio


¿Y qué hacer para mantener unos huesos fuertes y evitar situaciones de riesgo? Además de mantener un peso saludable, hay tres factores clave: la alimentación, el ejercicio físico y la luz solar.
Cuando uno es vegano, o intolerante a la lactosa, o alérgico a los lácteos, se tiene que prestar especial atención a ingerir las cantidades adecuadas de calcio. Teóricamente en una dieta equilibrada siempre se supone que se toma el calcio necesario, pero no viene mal revisar la dieta diaria por si acaso.

Está claro que los lácteos son la fuente más conocida de calcio, y también los equivalentes vegetales, que suelen estar reforzados si no contienen el mineral de forma natural, pero hay otros alimentos ricos en este nutriente. Pescados como las sardinas y anchoas (las conservas con las espinas, especialmente), atún, bonito y caballa; vegetales de hoja verde como el brócoli, la col, las espinacas [nota gracias a Lucia: tienen muy poca biodisponibilidad, por tanto no son una buena fuente de calcio]  acelgas; frutos secos como el sésamo o las almendras; legumbres como los garbanzos o las alubias blancas; y otros productos como la soja, cereales integrales o algunas algas también son ricos en calcio. Son alimentos muy variados, y muchos nos ofrecen otros nutrientes fundamentales también para la salud, por lo que combinarlos de forma equilibrada siempre será la clave.


Ventanas Verdes - Calcio


Hay que tener en cuenta también la capacidad de absorción del calcio por parte del organismo, que no es la misma en cada producto. Por ejemplo, la de los productos lácteos está en torno al 30%, mientras que la del brócoli supera el 50%.
Por supuesto, el ejercicio es fundamental. Los huesos tienen que estar fuertes y por eso el sedentarismo no les sienta nada bien. Es una de las razones por las que empecé a salir a correr, es un deporte sencillo que puede ayudar mucho a reforzar los huesos, gracias en parte al impacto que se produce durante la carrera. La natación o algunos ejercicios básicos en casa son también buenas opciones. Pero si hacemos deporte al aire libre además nos aseguraremos de recibir la vitamina D necesaria para que el cuerpo asimile el calcio de la dieta. Hay que procurar recibir al menos 30 minutos de luz solar al día.

Para mi receta rica en calcio he querido centrarme sólo en productos vegetales. Pensé en añadir algún toque de yogur o queso cremoso desnatado tipo quark, pero al final me apetecía probar con una receta totalmente vegana. Es un plato lleno de sabor, atractivo por el colorido y con un interesante contraste de texturas. Los protagonistas son las alubias, el brócoli, la calabaza, las almendras, el tofu y el gomasio (sésamo con sal), todos ricos en calcio y que combinan deliciosamente bien juntos.


Receta de brócoli y calabaza sobre crema de alubias con almendras y gomasio
Ingredientes para 1 persona (plato único)

- 200 g de alubias blancas cocidas
- 1-2 cucharadas de tofu sedoso
- 1 brócoli pequeño
- 1 trocito de calabaza
- 1 puñado de almendras laminadas
-  1 cucharadita de levadura de cerveza en copos
- 1/2 cucharadita de gomasio
- 1 chorrito de zumo de naranja
- aceite de oliva virgen extra
- pimienta negra, perejil y tomillo al gusto

Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja o fuente. Lavar el brócoli y cortar los ramilletes, reservando el tallo para un caldo o puré de verduras. Pelar la calabaza y trocear en cubos. Disponer en la bandeja y hornear unos 15-20 minutos, hasta que estén al punto deseado.

Enjuagar y escurrir bien las alubias. Triturarlas usando una picadora, batidora o procesador de alimentos. Añadir tofu sedoso hasta conseguir la textura deseada. También se puede hacer más cremosa añadiendo un poco de leche vegetal.

Disponer la crema de alubias en un plato hondo. Distribuir por encima el brócoli y la calabaza. Añadir las almendras. Regar con zumo de naranja recién exprimido y añadir aceite al gusto. Sazonar con la levadura de cerveza, el gomasio y las hierbas aromáticas.

Ventanas Verdes - Calcio


¿A vosotros os preocupa el tema del calcio? ¿Creéis que se da demasiado protagonismo a la leche de vaca en nuestro país como fuente de este mineral? ¿Os habéis planteado alguna vez si vuestra ingesta de calcio es la adecuada para vuestra edad?
Os recomiendo este post de Lucía en Alimmenta, donde aclara algunas dudas sobre el calcio en las dietas vegetarianas.

Y no os perdáis las demás recetas de mis compañeras de Ventanas Verdes :)
04 julio, 2013

Ensalada crujiente de alubias pintas y cerezas

Es verano. Hace calor. Ninguna novedad.

Sí que es verdad que apetecen platos más frescos, menos contundentes y de digestiones más ligeras. Mi madre siempre (o casi siempre) prepara una ensalada para tomar con las comidas durante todo el año, pero saliendo poco de la clásica mezcla de lechugas con tomate y otros ingredientes como maíz, atún o aceitunas.

No fue hasta que, estando yo en el instituto, sugerí la idea de preparar en verano ensaladas de pasta (gracias a una receta riquísima que probé en casa de una amiga), pero lo cierto es que en mi familia no hemos sido mucho de platos fríos. Mi padre odia las ensaladas por definición, por algún trauma infantil relacionado con la típica Kartoffelsalat germana, y mi padre no es muy dada a servir frías legumbres u otros ingredientes. Pero yo cada año me aficiono más!

Bean salad with cherries and poppy seeds

Por eso me está encantado la iniciativa de mi querida Rosilet de llenar nuestro verano de recetas variadas de ensaladas de todo tipo. Ella ya lleva unas cuantas publicadas, y muchos otros blogueros se están sumando al proyecto; va a salir un recopilatorio de recetas fantástico! Yo me sumo al evento con esta sencilla receta que casi improvisé sobre la marcha la semana pasada, cuando buscaba una manera más fresca de tomar legumbres.



Lo único que se cocina son las alubias, todo lo demás va en crudo, así tenemos una ensalada muy fresca y crujiente, y llena de vitaminas. He usado judías pintas ecológicas que ni siquiera puse a remojar; las cocí directamente en agua con un poco de alga kombu durante alrededor de 1 hora y media-2 horas, hasta que estaban justo al dente. En los guisos me gusta que se deshagan un poco, pero para un plato así las prefiero enteras y ligeramente crujientes :).

Receta de ensalada crujiente de alubias pintas y cerezas
Ingredientes por persona

- 80 gr de alubias pintas cocidas al dente
- 4 tomatitos de rama
- 1 tallo de apio
- 1 zanahoria
- 5 cerezas o picotas
- hojas de espinaca frescas
- aceite de oliva virgen extra
- zumo de limón
- vinagre de arroz o de manzana
- mostaza de Dijon
- semillas de amapola
- pimienta negra
- sal

La receta no podría ser más sencilla. Cocemos las alubias hasta que estén en su punto, que se puedan pinchar con un tenedor sin resultar blandurrias, y las escurrimos bien. Dejamos enfriar. También podemos usar alubias de bote, procurando que sean de calidad, y enjuagándolas bien.

Lavar todas las verguras. Pelar ligeramente el apio y la zanahoria. Rallar la zanahoria con un rallador fino y mezclar con un poco de zumo de limón. Trocear el apio, las cerezas y los tomates, en piezas más o menos del mismo tamaño. Mezclar todo junto con las alubias en un plato o cuenco. Preparar el aliño un poco al gusto, batiendo un poco de aceite con limón, vinagre de arroz o de manzana, mostaza y semillas de amapola.

Picar unas hojas de espinaca fresca y añadir a la ensalada. Aliñar, mezclar bien y salpimentar. Servir a temperatura ambiente o guardar en la nevera unas horas para que esté bien fresquita.

Bean salad with cherries and poppy seeds

Tengo que ir a comprarme un vestido de cocktail para cierto evento al que me han invitado... Y lo digo como si fuera un castigo, pero es que odio comprar ropa, y más en rebajas. En fin, deseadme suerte! ;P.
27 febrero, 2013

Lentejas de Puy con berenjena asada

Amanece gris en Madrid...
El invierno se resiste a dejarnos, y yo por el momento no me quejo, aunque los que seáis del norte seguramente no estés muy de acuerdo conmigo. Es verdad que apetece ya la primavera, pero no puedo evitar acordarme del calor infernal del verano y lo agustito que se está con varias capas de ropa encima y con un plato humeante de comida reconfortante delante.

Si me acuerdo del verano y sus temperaturas mortíferas es debido a que este fin de semana he tenido a mis padres de visita. Han aprovechado la Copa de España de fútbol sala para pasarse a verme y traerme cositas (entre ellas, varios kilos de tomates y naranjas deliciosísimas). La competición en cuestión se ha celebrado en Alcalá de Henares, así que se han alojado en el mismo hotel en el que hicimos escala el verano pasado cuando regresamos de Oporto. Aquella semana el país ardía con una de las peores olas de calor que recuerdo, mientras que estos días hace muchísimo frío. Así que mis padres han vivido Alcalá con unos 35ºC de diferencia entre las dos ocasiones :P.

Lentils with roasted eggplant

Este fin de semana viene el primo "pequeño" del elfo desde Holanda con su novia japonesa, así que me toca llevarles a ver el Museo del Prado, por petición expresa de la chica. Yo encantadísima, faltaría más, que además hace meses que no recorro sus salas y ya lo echo de menos :). Y para la próxima semana vendrá a pasar el fin de semana una de mis mejores amigas, así que ando liada planeando cada visita y adelantando tareas pendientes para poder aprovechar al máximo el tiempo que estarán con nosotros. Me gusta mucho ejercer de guía-anfitriona en la que ya es mi ciudad de adopción :).

Y mientras tanto, os dejo con una receta bien sana, sencilla y muy rica. Realmente no tiene ningún misterio y se puede modificar al gusto según lo que se tenga por la despensa, que es lo que yo hice al ver la receta en el genial libro de Ottolenghi. El toque especial lo aporta el puré de berenjena asada, dulzón, y el constraste con la ligera acidez de los tomatitos salteados

Lentejas con berenjena asada
Receta adaptada de Plenty
Para 4 personas

- 2 berenjenas
- 155 gr de lentejas tipo de Puy
- 3 zanahorias
- 1 puerro
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 2 hojas pequeñas de laurel
- un poco de alga kombu
- 1 pimiento verde italiano
- un puñado de tomates cherry
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta negra
- vinagre de Jerez
- 1 pizca de azúcar moreno
- yogur, queso fresco o crème fraîche
- perejil, cilantro o eneldo fresco

Precalentar el horno a 200ºC y forrar con papel de aluminio una bandeja o fuente. Lavar y secar las berenjenas, marcarlas con un par de cortes y asarlas durante 50-60 minutos, hasta que estén muy, muy tiernas. Dejar enfriar un poco, partirlas por la mitad y extraer la carne. Escurrir el líquido sobre un paño fino o un colador. Salpimentar y mezclar con un poco de aceite, vinagre y limón.

Enjuagar bien las lentejas y colocarlas en una olla o cazuela mediana. Lavar los vegetales. Cortar una zanahoria en trozos grandes, la cebolleta por la mitad, y la parte verde del puerro. Echar todo a la cazuela, añadir el laurel y el alga kombu y cubrir con agua. Llevar a ebullición, tapar y dejar cocer durante unos 25-30 minutos, hasta que las lentejas estén tiernas. Escurrir y retirar los vegetales (yo me guardé la cebolleta y la zanahoria para una crema de verduras de sobras).

Saltear con un poco de aceite las zanahorias restantes con el pimiento verde, todo bien picadito, y los tomates cherry partidos por la mitad, con un poco de azúcar moreno. Lo ideal es que queden cocinados pero al dente, con un punto crujiente. Mezclar las lentejas con las verduras y sazonar con aceite, vinagre, sal, pimienta y las hierbas frescas al gusto. Servir con la berenjena asada y un poco de yogur, queso fresco o crème fraîche al gusto.

Lentils with roasted eggplant
18 abril, 2012

Lentejas de Puy con quinoa

Vaya, ya ha pasado más de una semana desde que publiqué la última entrada. Maldito tiempo que se va acelerando más y más...

Como podréis imaginar ya estoy en Madrid, llegué el lunes por la tarde tras un viaje tranquilo y aburrido en el tren. ¡Qué poco me gustan las vueltas a casa, siempre me descolocan! Dejé el deshacer la maleta para el día siguiente, así que ayer estuve bien ocupada organizando mi rutina otra vez. No sé cómo me las apaño que siempre que me voy de Madrid dejo todo un poco patas arriba, con "mi" despensa (uso el posesivo en primera persona porque me refiero a productos que el elfo jamás usaría por sí mismo) vacía el armario hecho un desastre. Aproveché para guardar más ropa de invierno e ir sacando cosillas de primavera-verano, rescatando prendas y sandalias que no recordaba que tenía (me pasa cada año, soy así de desastre). ¡Aunque estos días no está haciendo lo que se dice calor!

Lentejas de Puy con quinoa

Mi abuelo por fin recibió el alta, pero no fue hasta el jueves de la semana pasada cuando logró volver al sillón de su casa. Ahora está mejor, menos mal que pude despedirme de él en su hogar, donde está más tranquilo y más animado. El hospital te termina machacando mucho el ánimo. Pero ahora estoy algo preocupada por mi madre, que se puso mala unos días después de llegar yo y sigue todavía arrastrando problemas digestivos. Harta de que el tratamiento del médico no sirviera de nada, ha ido hoy a urgencias y ahora le toca esperar a unos resultados; espero que le digan pronto de una vez qué le pasa y pueda recuperarse, que menudas fiestas ha pasado... ¡Yo que quería hornear muchas cosas ricas esos días para la familia! En fin, a veces los planes no salen, y no hay manera de luchar contra ello...

Lentejas de Puy con quinoa




Como decía, tenemos el típico tiempo inestable de abril, con viento, frío y amenaza de lluvia; y no me quejo. No tengo ningunas ganas de verano, lo siento! Me siguen apeteciendo sopitas y dormir bien abrigada, auqnue es verdad que el solecito y los parques verdes se agradecen. Pero yo aprovecho este "entretiempo" para disfrutar de platos de cuchara, como estas delicisoas lentejas que preparé poco antes de Semana Santa. Por fin probé la variedad de lentejas du Puy que compré en Francia, pequeñitas y oscuras, cuecen rápido pero no se deshacen como las rojas. Y combinadas con quinoa, para darle más proteína y nutrientes al plato; una combinación deliciosa que repetiré con más legumbres.

Para dos personas:

- 70 gr de lentejas de Puy
- 25 gr de quinoa
- 1 cebolla dulce
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria grande
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 pimiento verde
- 1 patata
- 75 ml de vino tinto
- 200-300 ml de caldo
- 1 tomate rallado
- 1 hoja de laurel grande
- 1 chorrito de vinagre de Jerez
- 1 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharada de tomillo
- sal y pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra

Enjuagar bien la quinoa y las lentejas. Pelar y picar todas las verduras en trozos del tamaño que más guste (yo pico fino la cebolla, el ajo y los pimientos, lo demás me gusta en trozos más grandes). Poner a calentar un poco de aceite en una cazuela o cocotte y pochar unos minutos la cebolla con el diente de ajo. Añadir los pimientos y el laurel y remover unos minutos; incorporar la zanahoria, la patata y el tomate. Regar con el vino a fuego vivo para que evapore el alcohol.



Lentejas de Puy con quinoa


Añadir las lentejas y la quinoa, cubrir con el caldo y sazonar con las especias y un poco de vinagre. Llevar a ebullición, bajar el fuego, tapar y dejar cocer a fuego lento unos 45 minutos, removiendo de vez en cuando y vigilando que no se quede corto de caldo.



Lentejas de Puy con quinoa
14 febrero, 2012

Lentejas rojas con bulgur

Una vez más tengo que agradeceros todos los comentarios y mensajes que me habéis hecho llegar a raíz de mi pequeño decaimiento del otro día. Muchas, muchas gracias por las palabras de ánimo, por compartir vuestras propias experiencias, por el cariño virtual y por recordarme que la actitud de una misma es fundamental ante las adversidades. Y que también hay que pasar por malos momentos para levantarse con más fuerza y disfrutar de los buenos. Por eso en el día de San Valentín me acuerdo de todos los que estáis detrás de esas pantallas, visitantes ocasionales, anónimos, lectores asiduos, comentaristas, y amigos virtuales (algunos no tan virtuales ya); porque sois los que al final hacéis que esto del blog merezca la pena :-).

Y ya termino con la ñoñería, y traigo un plato que no tiene nada de especial, pero que en un día frío como hoy y después de quemar calorías y endorfinas sienta de maravilla. Cada vez me gustan más las legumbres y quiero probar más variedades a pesar de que tengo las digestiones delicadas, pero mis favoritas creo que serán siempre las lentejas, que no han faltado nunca cada semana en casa de mis padres.


Lentejas rojas con bulgur

Me gustan mucho las lentejas rojas porque al no tener piel son muy digestivas y requieren poco tiempo para cocinarse. La primera vez que las probé las hice puré triturándolas, pero últimamente me gusta más dejarlas tal cual, jugando con la textura final dependiendo del tiempo final de cocción. Los platos de legumbres en mi casa casi siempre son vegetarianos, por lo que para dar un aporte nutricional más completo he empezado a combinarlas con un cereal y conseguir un plato único lleno de proteínas vegetales (recomiendo estudiarse bien el completo post que hizo al respecto Lucia de Dime Qué Comes). En lugar de bulgur, que puede ser algo más difícil de encontrar, se puede usar arroz sin problemas, mejor si es integral.


Para dos raciones grandecitas (plato único)

- 100 gr de lentejas rojas
- 75 gr de bulgur
- 2 patatas medianas
- 1/2 calabaza pequeña (unos 200 gr, pelada)
- 2 cebolletas
- 1 diente de ajo
- 200 gr de tomate natural triturado
- vino tinto
- caldo (mejor si es casero) o agua
- aceite de oliva virgen extra
- 1 hoja de laurel
- comino molido
- cilantro fresco o perejil
- sal y pimienta negra

Pelar las patatas y la calabaza, y trocearlas, combinando trocitos pequeños con cubos más grandes; lo hago así para que las piezas más pequeñas terminen casi deshaciéndose y dando más cuerpo al guiso. Picar la cebolleta y el diente de ajo.

Lentejas rojas con bulgur


Poner a calentar un poco de aceite en una cazuela o en una olla, y pochar la cebolleta con el ajo unos minutos. Añadir la patata y la calabaza, removiendo unos minutos, y seguidamente las lentejas y el bulgur. Dar unas vueltas y regar con un poco de vino tinto. Cuando se evapore el alcohol, cubrir con caldo o agua, añadir el laurel y comino al gusto. Añadir por último el tomate, removiendo bien; tapar y dejar cocer a fuego lento durante al menos 30 minutos, vigilando que no quede demasiado seco. Salpimentar al final de la cocción y servir con perejil o cilantro fresco picado, y, como siempre, un buen pedazo de pan.
09 febrero, 2012

Garbanzos tostados aromáticos

El mundo de los sueños me fascina. Según tengo entendido, siempre soñamos aunque no siempre nos acordemos, ¿por qué será? ¿Y por qué muchas veces se nos olvida lo que hemos soñado al rato después de levantarnos? Por no hablar de esos sueños que en nuestra cabeza tienen sentido, pero cuando los queremos explicar con palabras, resulta casi imposible encontrarle coherencia narrativa. Algunas veces soñamos con temas que nos tienen preocupados u obsesionados en ese momento (qué típico soñar con que llegamos tarde a coger un tren o avión, o que tenemos un examen, cuando es así en la realidad) o algo que tenemos que recordar hacer al día siguiente. En ocasiones los sueños son auténticas historias de fantasía o ciencia ficción, mientras que en otras son tan realistas que podemos dudar si ocurrió de verdad o fue una creación del subconsciente (me ha pasado mucho con conversaciones que no sé si he tenido o no despierta). Otros sueños que me desconciertan son los que me traen lugares, épocas o personas en los que no pensaba desde hacía años (soñar con compañeros del colegio, por ejemplo), sin venir a cuento de nada. Y a veces soñamos con cosas geniales que nos llevan a la desilusión cuando al despertar nos damos cuenta de que... sólo era un sueño.
El otro día soñé que me tocaba la lotería y ayer que Madrid se despertaba con un precioso manto blanco.  Como si no costara ya madrugar con este frío como para tener encima que lidiar con una sensación de euforia falsa provocada por sueños estafadores.

Roasted Chickpeas

La receta de hoy es de lo más sencilla, y seguro que la habéis visto ya en otros blogs o libros de cocina, sobre todo extranjeros. No requiere más que un bote de garbanzos cocidos, las especias que más nos gusten y el horno. No penséis que quedan como esos garbanzos duros como piedras, incomibles, que rellenan las mezclas de frutos secos salados comercionales; tostándola en el horno esta legumbre sale crujiente, convirtiéndose en un snack saludable estupendo para tener siempre en la despensa, y también da un toque genial a cremas o sopas, como si fueran picatostes de pan. La última vez usé la mezcla de especias que señalo a continuación, pero podéis usar las que más os gusten, más picantes, agridulces... Con Ras el hanout por ejemplo salen muy ricos también.

Roasted Chickpeas

- 1 bote grande de garbanzos cocidos, o unos 400 gr de garbanzos cocidos en casa
- 1 y 1/2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1/2 cucharadita de sal fina
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1/4 cucharadita de pimentón picante
- 1 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de cilantro molido
- 1/2 cucharadita de cúrcuma
- 1/2 cucharadita de tomillo

Precalentar el horno a 200ºC y preparar una bandeja.
Enjuagar y escurrir bien los garbanzos. Distribuirlos sobre la bandeja de horno, en una sola capa. Hornear 10 minutos. Mientras tanto, mezclar en un recipiente el resto de ingredientes. Sacar los garbanzos, incorporarlos a las especias y mezclar bien. Devolver a la bandeja de horno, en una sola capa, y de nuevo hornear, removiendo de vez en cuando, durante unos 15-20 minutos más, hasta que queden bien dorados y crujientes. Guardar en un recipiente hermético cuando se hayan enfriado.
Roasted Chickpeas
29 enero, 2012

Hamburguesas de quinoa, lentejas y soja

Me gustan los domingos por la mañana, creo que desde siempre. Y no porque sea festivo y pueda dormir más ya que me levanto temprano por gusto y por costumbre. Ahora en Madrid suelo ir con mi suegra a primera hora al mercadillo (es curioso, en mi casa en Murcia siempre le llamamos "mercado", aquí al parecer todo el mundo le pone  el "-illo", ¿también en el resto del país?); en Murcia daba un paseo con mi padre para tomar café y quizá ver alguna exposición; y en el campo (cuando éramos pequeños mi hermano y yo siempre íbamos al campo los fines de semana), se llenaba de más gente para comidas familiares.
Pero terminada la comida el domingo deja de gustarme. Quizá me recuerda a la época escolar y lo mucho que odiaba los lunes, pero el caso es que me entra una apatía tremenda, se me quitan las ganas de hacer nada de provecho, y suele ser el momento de la semana que mi mente elige para ponerse en plan nostálgico. Por eso intento combatir ese hastío encendiendo el horno para preparar algo dulce, así que será mejor que vaya pensando en algo para hornear esta tarde-noche que además se nos ha acabado el último bizcocho...

 Hamburguesas de quinoa, lentejas y soja

Sé que hay mucha gente que el concepto "hamburguesa vegetariana/vegana" le hace fruncir el ceño. A los apasionados de las hamburguesas porque les hace añorar la carne, y a otros porque tratar de "camuflar" productos vegetales con formas "cárnicas" no les convence. Yo hace años que dejé de consumir hamburguesas "normales" porque cada vez me gusta menos comer animales terrestres, y no las hecho de menos. Me encanta disfrutar de un buen plato de cuchara o una ensalada de legumbres, pero también me gusta jugar un poco y prepararlas de formas diferentes. Puede ser un buen modo de conseguir que los niños (y no tan niños) que rechazan las legumbres se las coman sin quejarse, aunque no me convence del todo eso de esconder ingredientes. Pero lo importante aquí es que tenemos una forma diferente de consumir proteínas vegetales, que se pueden condimentar al gusto y servir como más apetezca: con salsa de tomate, de yogur, gratinadas con queso, dentro de pan de hamburguesa, con ensalada... Y se congelan de maravilla! :)

- 1/2 taza de quinoa (100 gr)
- 1/2 taza de lentejas rojas o lentejas sin piel (115 gr)
- 1/4 taza de soja texturizada fina (25 gr)
- 1 litro de agua o caldo de verduras
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharada de levadura en copos
- 1 cucharadita de sal fina
- 1 cucharadita de ajo granulado
- 1 cucharadita de comino molido
- 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
- 1/2 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de tomillo seco
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- 1 cucharadita de perejil picado seco
- 1/2 cucharadita de cilantro molido seco
- 2 cucharadas de maizena
- pan rallado

Cubrir la soja con agua y dejar rehidratar durante media hora. Enjuagar y escurrir las lentejas con la quinoa varias veces. Poner en una cazuela con el litro de agua o caldo y cocer ambos durante 25-30 minutos, hasta que esté bien blando y no quede casi líquido. Escurrir y dejar enfriar un poco. Escurrir también la soja, presionando con un paño o papel de cocina para que pierda todo el líquido posible.

Hamburguesas de quinoa, lentejas y soja

En un recipiente mediano, poner la mezcla de quinoa y lentejas con la soja; añadir la levadura, la sal y todas las especias; mezclar bien. Añadir la maizena y trabajar hasta conseguir una masa homogénea y lo suficientemente compacta como para darles forma. Con ayuda de un molde de hamburguesas, o con las manos, formar las hamburguesas del tamaño deseado. Pasar con cuidado por pan rallado e ir reservándolas. Calentar aceite en una sartén y freírlas hasta que estén bien doradas  por ambos lados. Dejar escurrir el aceite sobrante sobre papel de cocina y servir al gusto.

También se pueden hacer al horno, a temperatura fuerte hasta que se hayan dorado (dar la vuelta a cada pieza para que se horneen por igual por ambas caras).

Hamburguesas de quinoa, lentejas y soja

Como sólo somos dos, sobraron unas cuantas unidades. Lo que hice con ellas fue prehornearlas, una vez pasadas por pan rallado, para que se cocieran sólo un poco. Una vez frías, las envolví individualmente en papel film y las congelé. Para consumirlas basta con pasarlas unos minutos por aceite por cada lado, y quedan igual de ricas que recién hechas.
28 julio, 2011

Ensalada de alubias con verduras crujientes

Mañana a estas horas estaré en el tren camino de Murcia. Si todo va según lo previsto, a mediodía habré llegado ya a casa; tengo la intención de comer allí con mi hermano, recoger unas cosas y salir a primera hora de la tarde con mi padre hacia el campo. ¡Qué ganas! Eso sí, hoy tengo mil cosas que hacer antes de ponerme con la maleta. Entre otras muchas cosas pretendo dejar varias entradas programadas en el blog, que no me gusta dejarlo abandonado tantos días :) Pero vosotros no escribáis mucho que luego el lector de feeds lo tengo echando humo! :P
Y hoy os dejo con una receta bien fácil y rápida de preparar que sienta de maravilla en días calurosos.

Gracias a Laura y a Beatriz, que desde la campaña de Blooogers me ofrecieron la oportunidad de probar la nueva gama de Bonduelle, productos para ensaladas, con tres variedades crujientes: pimiento en bastones, zanahoria en bastones y cebolla en láminas. Siempre es de agradecer el interés de las pequeñas y grandes empresas por dar a conocer sus productos entre la blogosfera, y más cuando realmente se esfuerzan en tener una buena comunicación con los consumidores. No sólo recibí las tres citadas variedades sino también un regalito genial, un bonito set de siete especieros de vidrio que me viene de perlas, como loca de las especias que soy :P.

bonduelle

bonduelle2

Me han gustado mucho. Aunque no hay nada como asar tu propio pimiento en casa, es un poco follón hacerlo y además con el calor veraniego no apetece nada, así que tener estos productos en la despensa ahorran tiempo y trabajo cuando apetece una comida o una cena rápida sin complicaciones. No tienen sabores raros y me encanta que estén "al dente", crujientitos. Se me ocurren mil combinaciones para usarlos, pero lo que más me apetecía era una ensalada nutritiva que sirviera de plato único para un almuerzo sencillo. Para hacerlo más completo se puede añadir un poco de arroz, quinoa o cuscús, por ejemplo.

White bean salad


Las cantidades dependerán del número de comensales o del hambre que se tenga. Si se prepara con varias horas de antelación el sabor y los aromas serán mejores.

- alubias blancas cocidas
- pimiento Bonduelle
- zanahoria Bonduelle
- tomates cherry
- judías verdes redondas

 Lo más sencillo es utilizar judías ya cocidas en bote al natural; sólo hay que enjuagarlas bien y escurrirlas antes de utilizar. Las judías redondas se encuentran congeladas en crudo en cualquier comercio, basta con cocerlas unos minutos, dejando que queden al dente, ligeramente duras. Partimos los tomates por la mitad o en cuartos. Colocar todos los ingredientes en una ensaladera, incorporar el aliño y mezclar bien. Dejar enfriar al menos una hora en la nevera antes de servir.

Aliño:

- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de vinagre de Jerez
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1/4 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de mostaza de Dijon
- pimienta negra recién molida
- perejil picado
- tomillo, albahaca
- semillas de amapola

Poner todos los ingredientes en un cuenco y batir con ayuda de un tenedor para crear un aliño homogéneo.

White bean salad 

¡Nos leemos pronto, pasad un buen mes de agosto!
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