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jueves, 26 de diciembre de 2013

La perspectiva del otro...


Continuando con la idea expresada en mi post Inteligencia del equipo de trabajo, me gustaría citar una idea de Joachim Bauer que aparece en la página siguiente.

"La capacidad de percibir/asumir/ocupar la perspectiva del otro se puede aprender a partir del tercer año de vida y es el principal contenido de un proceso largo, que dura años, y que nosotros llamamos educación".   

Así de importante es, hoy en día, este ponerse en el lugar del otro :) 

martes, 11 de septiembre de 2012

Exclusión social y humillación


Antes de devolver el libro "Schmerzgrenze" de Joachim Bauer, me gustaría compartir con Uds. una de sus conclusiones, relacionada con la educación y con la que estoy super de acuerdo.

Dice nuestro autor que la exclusión social y la humillación, tanto en la familia, como en el Kindergarten, en el colegio y en la vida laboral pueden ser un detonante de la violencia.

Aclara nuestro autor que, en la vida cotidiana, inevitablemente surgen conflictos. Es evidente -pienso yo- que esos conflictos hay que resolverlos y ensenar y aprender a resolverlos, son los conflictos irresolutos, aquellos que se enfrentan con exclusión, humillación y violencia, los que conducen a nuestros ninos precisamente a vivir y aprender la violencia...

En muchas familias, es habitual la violencia y no se dan cuenta que es precisamente este el semillero de la violencia posterior, de la violencia de sus hijos cuando son ya mayores.

Niños que crecen sin tener una persona que se ocupe de ellos y que les dé cariño, niños a quienes nadie les da el tiempo para estar con ellos, que experimentan desde pequeños la exclusión, niños abandonados, o que experimentan la violencia en sus vidas tendrán, en su vida futura una gran predisposición a la violencia y a la criminalidad.

El cariño, pertenece a la educación de los niños: una cariñosa dedicación a ellos , reglas claras de conducta, practicar habitualmente el ejercicio de retrasar el momento de satisfacer sus necesidades, de soportar la frustración.

Pero no sólo en la familia, también el Kindergarten y en el colegio son lugares donde los niños experimentan la exclusión social y la humillación (burlas, mobbing). También son estos, sitios donde se debe resolver los conflictos de acurdo al fair play. Esto es parte importante de la prevención de la violencia.

Sobre todo, hay que tener cuidado de que el niño caiga en el victimismo, que se auto-convierta en una víctima y que cultive este papel.

Una de las más importantes formas de resolver un conflicto, nos dice Bauer, es el perdón...

sábado, 18 de febrero de 2012

Una causa de violencia que hunde sus raíces en la niñez...

Actualmente estoy leyendo el libro que un amigo puso en mis manos y me recomendó leer: "Schmerzgrenze: Vom Ursprung alltäglicher und globaler Gewalt" = el límite del dolor: del origen de la violencia cotidiana y global, esto es, mundial, internacional.

El autor, Joachim Bauer, conocidísimo (en Alemania, al menos) neurobiólogo alemán (a quien tuve la oportunidad de conocer personalmente en un Congreso, hace algunos años), hace ver que:

Quien -especialmente durante su niñez y los años de su formación- no tiene, con las personas a su alrededor, experiencias que lo lleven a formar confianza, o bien que están ellas mismas en stress, en las que no se puede confiar (unzuverlässig) o imprevisibles (en el sentido de unberechenbar), aprende desde temprano a que no puede comprometerse demasiado (einlassen) con otros.

Estas personas se desarrollan de acuerdo a lo que los psicólogos denominan "compromiso (de tipo) ambivalente" (en alemán, ambivalenter Bindungsstil), que se traduce en un vacilar entre la atracción y el rechazo frente a las otras personas. o bien, de acuerdo a una forma de ser que rechaza el compromiso (vermeidender Bindungsstil) y que se traduce en que se confíe tan sólo en las propias fuerzas y no quiere depender de otros.

Quien, a raíz de experiencias hirientes vividas durante la niñez, no puede sentir apego (Verbundenheit) hacia otros seres humanos, siendo ya adulto tendrá más fácilmente el sentimiento de ser es rechazado o despreciado, en situaciones cotidianas (p. 69). Ella o él tendrán, con mucha frecuencia, la sensación de ser rechazado/a. En estas personas, el límite del dolor es fácilmente alcanzable y, en consecuancia, aumenta el riesgo de una reacción agresiva.

Personas con un trastorno del apego (Bindung) no son raros. Personas con apego ambivalente o rechazo al mismo es algo que está muy extendido en los países de Occidente (*). Así se "protegen" de sufrir nuevas decepciones.


Personas con este trastorno viven en un dilema permanente: por una parte, sienten su soledad y tienen el anhelo de obtener afecto y compenetración; pero, por otra parte, frente a los otros, sienten un barrera invisible frente a otras personas. Que esta es una barrera invisible causada por esta forma de comportarse, es algo de lo que ellos no se dan cuenta. Por el contrario, ellos tienen la sensación de que los demás los rechazan, incluso su propia pareja. Todos los implicados se hallan ante un problema de difícil solución, campo propicio para la violencia dentro de la familia (p. 70).

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(*) Por Occidente, se entiendo, en Alemania, en el mejor de los casos, Europa, los EEUU, Australia y Nueva Zelanda.