15 de diciembre de 2015

La ley de Dios (REC)


Van a ir a comprarse un vestido nuevo y un helado viento se los arrancará. Irán desnudas para que todos aparten su mirada de ellas y nadie les dirija la palabra. Volverán a ser impuras, y, de aquí, nuestra tierra, serán desterradas de por vida. Les lanzaremos piedras y, aunque su sangre infecte el suelo y no vuelva a brotar pasto en cien años, nos sentiremos orgullosos de haber cumplido con la ley de Dios. Solo espero que sople fuerte el frío viento, porque si no tendremos que desgarrar sus vestidos y si rozamos su piel envenenada sucumbiremos en el pecado de sus carnes y no habrá marcha atrás.

9 de diciembre de 2015

Muñecas (REC 2/2)

Las besa con suma conciencia para no equivocarse. La que le regaló su madre, la de trapo, en las trenzas rojas; la de porcelana que le compró su abuela para la comunión, en sus frías y sonrosadas mejillas; la sirenita que le trajo su hermano mayor cuando regresó de la guerra , en la dorada cola escamada; la que no tiene ojos y está llena de mugre, que le dio su padre un día que lo vio escondido tras los contenedores de basura, en su corazón. Aún conserva el recuerdo  del último día que su padre estuvo en casa, el día que murió de un infarto.

8 de diciembre de 2015

Madres REC(1/2)

Las besa con suma conciencia para no equivocarse, en la frente a su madre y en la boca a la rana. Después le grita al oído que tiene que empezar a aprender a convivir con el príncipe azul. Viendo que el beso no surge efecto esa noche libera a su madre en el estanque, junto a las demás.

24 de noviembre de 2015

Amor sin confesión (REC)

Abandonan, primero uno y luego el otro, la habitación del hotel. Luego van al bar.  Él se queda en la barra; ella se sienta al fondo, en una mesa de cuatro. Café solo y periódico para él; café con leche y gafas de sol para ella. Después ponen rumbo a la iglesia. Ella entra por un lateral; él por la sacristía. Ella no comulga, se siente pecadora, piensa en su marido que pronto llegará a casa después de un largo viaje de trabajo; a él no le queda más remedio, todos sus feligreses rezan junto a él.

17 de noviembre de 2015

Sueños rotos (REC)

Vuelven a dejarlos debajo de sus camas para que no se corrompan más sus cuerpos con los sueños no alcanzados. Por la mañana los volverán a sentar frente al televisor, con sus dibujos preferidos.

3 de noviembre de 2015

FIN (REC)

Vuelven a ser invisibles las palabras que he escrito sobre el papel. Todas las gotas de sudor llenas de palabras se desvanecen al tocar la hoja; los gritos cargados de tinta; las frases que flotan en el aire... Todo desaparece. Busco el número de teléfono de mi editor para comunicarle que el libro se retrasaría. Su tarjeta está en blanco. Me desmayo al ver en el suelo un charco de letras que sube por mi cuerpo hasta meterse por un corte en mi muñeca.  En un intento por permanecer despierto abro los ojos y veo en el techo, escrita en rojo, la palabra FIN.

6 de octubre de 2015

La Casa Añil (REC)

El puñetero ojo de la cerradura me estaba esperando al doblar la esquina. Cuando iba a pasar por su lado cerré los ojos y corrí. Al parar y volver a abrirlos me encontré otra vez en el interior de La Casa Añil. A mis espaldas escuché girar la cerradura tres veces, como si estuviera soltando una sonora carcajada. Después apareció una sombra que bajaba por las escaleras; luego una mano deslizándose por  la barandilla. Intenté abrir la puerta y huir, pero la cerradura había desaparecido. Una mano suave sobre mi hombro me paralizó de inmediato. Yo solo pude dejar caer la mochila al suelo. 

22 de septiembre de 2015

Tejedora de ilusiones (REC)

¡Cuánta fuerza y qué poca puntería! Anhelaba Enriqueta mientras tejía una bufanda infinita sentada en una vieja mecedora que se balanceaba al ritmo de los golpes del cabecero de la cama de su único hijo.

15 de septiembre de 2015

Mimetizando desayunos en alta mar (REC)



El bate, «¡Eso, bate!», se le resbalaba de las manos pringosas de mermelada, “Sí, mermelada, de fresa”  Sin pedir perdón por el retraso me preguntó si podía pasar al camarote. Miré de reojo el reguero de mermelada, mezclada con pelo de la peluca rubia, que parecía salir del fondo del pasillo, allá por el 3046; el cuerpo de ella yacía casi al final, mutilado, “¿Mutilado?”, quizás magullado, “¡Perfecto, magullado!” No le dejé pasar.  ”¿Bate, pasillo, mermelada, peluca rubia...?” Entonces pensé, “¡No!”, que prefería cruasanes, “Sí, cruasanes”, rellenos de nata, mucha nata. “Cruasanes, pistola, ascensor, bufanda roja...”

18 de agosto de 2015

El día del fin del mundo (RBS)


Microrrelato con banda sonora basado en: El mundo se va a acabar- Pauline en la Playa

Ese día amaneció con mucho calor. La anciana preparó un cuenco de leche tibia con unos mendrugos de pan duro que encontró en el fondo del cajón de la vitrina. Se sentó en su habitual silla, frente al televisor. Todos los canales emitían lo mismo, el fin del mundo llegaría en unas horas. Metió los trozos de pan en los bolsillos descosidos de su roída chaquetilla y decidió marcharse sin desayunar al parque para dar de comer a las palomas.  Se sentó fatigada en el banco del estanque; sacó los trozos de pan y comprobó que allí todo seguía igual.

4 de agosto de 2015

Fantasmas impertinentes (RBS)




Relato basado en la banda sonora: Nirvana - Smells Like Teen Spirit

Tomasito había preparado, como experimento de ciencia, un contenedor de fantasmas. Consistía en una caja de zapatos forrada de papel aluminio y una pila de petaca. Estaba un poco nervioso, intuía que algo podía pasar, como siempre.
Cuando le tocó salir a explicar su experimento me percaté de que alguien había atado los cordones de sus zapatos al pupitre. Salí corriendo desde la última fila para evitar que la caja saltara por los aires y terminara abriéndose; el último fantasma que se coló en clase llenó la pizarra de logaritmos neperianos.

16 de junio de 2015

Sonrían por favor (REC)

Volví a enfocar su figura uniformada en la mirilla del rifle y disparé sin piedad. La majorette cayó fulminada. La banda de música empezó a sonar con bombo y platillo. El público aplaudió frenéticamente. Miles de confetis inundaron las calles. Encendí un cigarrillo mientras disfrutaba del desfile. Después, cuando todo terminó, bajé para fotografiar el cadáver de la chica. Tuve que espantar a un par de niñas que intentaban arrebatar el bastón a la majorette. Me tumbé a su lado, saqué el móvil y, con la ayuda de un palo extensible, me hice una foto con ella, sonriendo.

9 de junio de 2015

Confesionario. (REC)



Salió, sigilosa, a estirar las piernas; tanto que con la izquierda volcó el cáliz haciendo que las beatas, que habían plegado sus orejas sobre el confesionario, saltaran sobre el altar y lamieran, lascivamente, con sus lenguas bífidas, la Sangre de Cristo; tanto que con la derecha tocó la campana repiqueteando sábado de Gloria. Después la joven volvió a entrar en el confesionario, con todos esos fluidos ajenos a ella deslizándose por sus tiernos muslos. Y esta vez sí, confesó su pecado.

2 de junio de 2015

Algodón de azúcar (REC)


-La inquisición no tardará en llegar.
-Y nos quitarán los algodones de azúcar.
-Y nos pondrán de castigo el no subir al tren de la bruja.
-No nos permiten comer azúcar sin lavarnos después los dientes.
-Y no nos hemos traído los cepillos de dientes.
-¿Y si les decimos la verdad?
-¿Que los algodones de azúcar solo existen en nuestra imaginación?
-Sí, eso mismo; no se nos permite decir mentiras.
-No se lo creerán.
-Pero se les picarán los dientes si nos los quitan y se los comen ellos.
-Debemos advertirles que se trata de algodón de azúcar de color azul.
-Extremadamente pegajoso.

19 de mayo de 2015

¿Cuándo terminará el juego? (REC)

Y las azules, las del abuelo, podían hacer lo que querían. Saltarse barreras; salir con un 3 o con un 4 si le venía en gana; retroceder; contar 17 o 32 al comer una ficha, sobre todo si era roja. 

12 de mayo de 2015

La conquista de Andrómeda (REC)


Ya no podíamos contar con él para explorar nuevos mundos o para combatir contra naves extraterrestres; se había marchado para siempre, solo, a conquistar Andrómeda. Era el mayor, el más fuerte y experimentado, lamentaríamos su marcha. Aquella tarde yo asumí el mando. Nos juntamos en el campo base, junto a los pinos. Saqué el telescopio y lo vi, sentado en el banco del estanque, junto a Andrómeda, dándonos la espalda, a varios años luz de todos nosotros. 

6 de mayo de 2015

Prescripción de contrato (REC)

El incómodo cadáver del mediador familiar tenía que acompañarnos en todo momento, hasta que se acabase el contrato, así lo estipulaba la ley y no había manera de saltársela. Padre quería quitarle los huesos para que fuese más cómodo transportarlo; odiaba doblarle las rodillas cuando íbamos al cine o teníamos que sentarlo para comer en el restaurante. Madre propuso vaciarlo por dentro; sus órganos descompuestos podían servir como abono orgánico para las escarolas. Pero sabíamos que en la próxima revisión se darían cuenta de los desperfectos y nos asignarían otro mediador. No era mala idea, aunque antes de matarlo le preguntaríamos cuándo prescribía su contrato.

5 de mayo de 2015

Guisantes rehogados (REC)

El incómodo cadáver del mediador familiar siempre se las apañaba para agarrar con fuerza la bolsa de guisantes congelados.

21 de abril de 2015

Amor artifical (REC)

La intención de seguir siendo solo amigos bloqueó mi sistema central. Mis circuitos internos se sobrecalentaron provocando un borrado parcial de mi memoria flotante. Por eso desconecté el interfaz gráfico y él se quedó a oscuras. Amenacé también con cortarle el suministro  eléctrico a su marcapasos, pero no fui capaz; en cambio aceleré su pulso hasta simular un orgasmo. Eso le gustó, aunque insistió en seguir siendo solo amigos. Sospeché de un virus, por lo que abandoné temporalmente su cuerpo. Entonces comprobé que  alguien le había sustraído su tarjeta de simulación de amor y que su mano estaba agarrada a otra mano que no era suya.

14 de abril de 2015

Regreso al Edén (REC)

Procuraba no perder sujetándole las nalgas de azúcar, pero sus lágrimas saladas derritieron su rostro de porcelana y me encontré de repente sujetando un largo palo de madera. Entonces supe que había perdido algo, aunque no sabía lo que era. Rebusqué entre mis bolsillos y encontré dos tiques para el tren de la bruja. Me acerqué al revisor pero el tren ya había salido y el próximo no llegaba hasta las 15:36. Regresé al kiosco donde todo había empezado y esta vez pedí una manzana caramelizada. Quería volver a pecar, pecar de verdad.

7 de abril de 2015

Consciente incomprensión (REC)

A cada vuelta del tambor de la lavadora, X repetía: “No volveré a cagarme en los pantalones” Así le dijo Y que lo hiciera. Le ató en la silla donde Y pone la ropa sucia y le obligó a mirar la lavadora. X solo quería hacer caca como lo hace Z, en el arenero, pero olvidó quitarse los pantalones. Después vino el colapso, cuando todo empezó a girar muy deprisa. Entonces X apartó la mirada y se observó en un pequeño espejo que había colgado en la pared. Por un instante fue consciente de lo que le ocurría y maldijo tres veces al cromosoma 21.

24 de marzo de 2015

Una bonita historia de amor (REC)


Todo estaba dibujado en la pequeña libreta gris que llevaba en el bolsillo de su pantalón. Los pétalos rojos que le dejaba en el pupitre; las palomas que asustaba en el parque para que formasen un corazón en el cielo; las miradas que se cruzaban en los pasillos; las palabras que le susurraba cuando no estaba; sus pecas; los besos que aún no le había dado; sus sueños; el despertador a las 8:15; los cada 28 días; las alianzas; el bisturí con el que abriría su corazón; la vitrina donde lo custodiaría... Estaba dispuesto a todo para llegar a la última hoja de la libreta y escribir así una bonita historia de amor.

17 de marzo de 2015

Viaje al centro de las letras

Pintando aquellos extraños bisontes me desperté. Mi obsesión por los microrrelatos me había llevado a un viaje en el tiempo, a la época de los dinosaurios. Un resoplido sonó tras de mí. Me temí lo peor. Me di la vuelta y allí estaba mi suegra con una enorme cachiporra. Todo era absurdo, era como estar dentro de un microrrelato. Entonces di otra vuelta a la tuerca que llevaba escondida en el bolsillo y apareció ella, mi amor platónico, pero con una cabeza de dromedario; me escupió a la cara. Me quedé en blanco; y empecé a borrar todo aquello que hacía creíble esta historia.

11 de marzo de 2015

La última prisión (REC 2/2)

Seguía atrapado allí dentro, lo noté nada más despertar. Todo estaba oscuro y silencioso, tan solo la luz del monitor iluminaba la habitación y su pitido, que marcaba mis constantes vitales, rompía el silencio. Noté que no tenía corazón y que una bomba llenaba mis  pulmones con aire rancio. El reloj de la pared parecía no avanzar al ritmo con el que lo solía hacer antes de que intentara suicidarme, marcaba siempre una media sonrisa. Ahora la prisión había aumentado y mucho me temía que no sería la última. La enfermera sin brazos que estaba sentada en la penumbra no paraba de recordármelo.

10 de marzo de 2015

La hormiga y el festín (REC 1/2)


Seguía atrapado allí dentro. Algo había fallado. El plan de simular mi muerte para cobrar el seguro no había funcionado, o quizás ella se había marchado con la pasta. Desconocía el tiempo que llevaba enterrado. El aire estaba enrarecido. Quizás me iba desmayando y despertando cada cierto tiempo. Quizás las hormigas cavaban túneles que me iban proporcionando aire fresco de vez en cuando. No estaba agobiado, sabía que ella algún día vendría a por mí, seguro que tenía problemas con los papeles. Pero luego sucedió, lo inevitable, empezó a picarme el dedo gordo del pie, tal vez una hormiga y yo el festín.

3 de marzo de 2015

Alguien voló sobre el campanario (REC)

A nadie se le ocurrirá que solo quiso volar, como antes. Verán la ventana abierta y todo apuntará a un suicidio. Nadie se preguntará por qué salió a volar esta vez sobre la taza de un retrete, si a los retretes ya no les incorporan alas y han vuelto a colocar campanas en los campanarios. Hoy los feligreses estarán malhumorados, el párroco no ha consagrado suficientes hostias y no habrá para todos. Solo espero que recen para que cuando su alma sobrevuele la iglesia no se le ocurra tirar de la cadena.

17 de febrero de 2015

La función ha terminado (REC)

Se dirige a la jaula de los leones para demostrarle cuánto se equivoca. Mete la mano entre los barrotes de cartón y acaricia a la fiera. Ella aplaude fogosamente y el domador, contento, saluda a un público inexistente. Entonces pide un voluntario. El silencio vuelve a apoderarse de la pista. Solo está ella y acepta el reto. Él venda sus ojos y la invita a meterse en la jaula. Allí dentro un león devora, de un bocado, a la confiada chica. El domador se quita el bigote postizo de alambre; se pone una chistera; agita la varita mágica y todo desaparece, menos una nariz de payaso que no para de sonreír.

10 de febrero de 2015

Un minuto de gloria (REC)


-Le faltarán, al menos, un par de centímetros para alcanzar la barra del trapecio.
-Justo lo que mide las dos falanges que le has cortado a cambio de su minuto estelar.
-Es lo que quería ella. Yo le pedí a cambio su corazón. Pero me dijo que le pertenece a un joven que está sentado abajo, en primera fila.
-Espero que ese joven haya comprado la entrada a cambio de sus vísceras, porque no las necesitará cuando la vea esclafarse contra el suelo.
-¿Hoy vas tú a comprar pan? Pues que no te arranquen el pelo, que lo tienes muy mono hoy.

9 de febrero de 2015

¿A qué sabe Cantabria?


¿A qué sabe Cantabria? Escuché decir el otro día a dos turistas que deambulaban por estos lares. Uno decía que a queso y a pan, el otro que a anchoas y a orujo. Como era de imaginar esos foráneos no tenían ni idea; si me hubieran preguntado a mí les hubiera dicho que Cantabria sabe a verdes pastos salpicados con agua de mar. Aunque no sé si les hubiera podido contestar, porque rumiar con la boca abierta es de muy mala educación.

3 de febrero de 2015

Días de la semana (REC)

-No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde –comentó a un martes nervioso que no paraba de mirar compulsivamente al viernes que agitaba enérgicamente una botella de cava que pronto descorcharía el sábado por la noche.

19 de enero de 2015

Lapiceros de colores (REC)


-Usted es el primero que la abre. ¿Qué es lo que desea hacer?- dijo Pandora un poco preocupada.
-Aniquilar la humanidad –contestó Dios.
-Puedes coger lo que hay en mi interior y dáselo al Hombre.

13 de enero de 2015

El despertar (REC)

Inmediatamente pedí que cerraran la tapa del ataúd; alguien había profanado mi descanso eterno. Pero nadie respondió. Quizás una ráfaga de viento la había arrancado de cuajo. Me incorporé y vi que todo era desolación. No había nada. Era como estar navegando por una página en blanco. Incluso el ataúd había desaparecido. Todo era luz, sin materia, sin energía. Todo parecía envolver mis pensamientos. Entonces empecé a pensar en algo que pronto se materializó ante mis narices: una taza de café. Y luego todo se comprimió; y estalló. Y se formó un nuevo universo. Un universo compuesto por café, por tazas y cucharillas que hacían girar mi existencia.

6 de enero de 2015

Arrepentimiento (REC)


Sin saber por qué, le di un puñetazo. Ella se plegó sobre sí misma convirtiéndose en roca. Yo la cogí y la lancé al vacío. Luego salté por el acantilado y volé tras ella, hacia al volcán donde había caído. Cuando recuperé la roca, esta se deshizo en mi mano. Me dejé llevar por el río de lava hasta llegar al mar en donde una gran ola salpicó mi cara. Ella volvió a encender la luz; y esta vez le besé el vientre; y le pregunté si eran gemelos. Entonces me convertí en polvo que pronto el aire del desierto se encargó de barrer.