Microrrelato con banda sonora basado en: El mundo se va a acabar- Pauline en la Playa
Ese día amaneció con mucho calor. La anciana preparó un cuenco de leche tibia con unos mendrugos de pan duro que encontró en el fondo del cajón de la vitrina. Se sentó en su habitual silla, frente al televisor. Todos los canales emitían lo mismo, el fin del mundo llegaría en unas horas. Metió los trozos de pan en los bolsillos descosidos de su roída chaquetilla y decidió marcharse sin desayunar al parque para dar de comer a las palomas. Se sentó fatigada en el banco del estanque; sacó los trozos de pan y comprobó que allí todo seguía igual.