pero la vida sin él
nos despoja de nosotros.
Es lo que somos y está
tan dentro de nuestro ser
que es el alma que lo habita.
Por eso, nos sentimos tan perdidos
cuando la noche llega
y nos falta su calor.
Porque a las vidas truncadas
no se las puede hoy llorar
junto al fuego del hogar.
Siempre temibles y temidos
los furores de la Tierra
han sembrado el desconcierto
dejando un hueco abierto
de insoportable dolor.
¡Lorca, Águilas y Puerto Lumbreras
hoy España entera
ha llorado con vosotros!
¡Saldremos adelante, con coraje
aguantando –como siempre ha sido
en la vida de los hombres-
porque nada hay seguro en este mundo:
sólo tenemos el instante vivido
y, aferrado a nosotros, el recuerdo del nido.
¡Lorca, Águilas, Puerto Lumbreras
España es ahora una escalera
que baja hacia vosotros
en una marea de solidaria!
¡Deseamos que vuestros sueños
se pueblen de certezas y amor!
Para la reconstrucción del nido roto,
se unirán las manos de los hombres.
Es la ocasión de sentirnos hermanos.
Nadie la dejará pasar, estad seguros.
Alcalá de Henares, 12 de Mayo de 2011
Hoy no vamos a dar el nombre de juego a este trabajo. La palabra nido, sin embargo, estaba en mi cuaderno sugerida por Alondra. Lamento que haya sido utilizada en momentos tan dramáticos cuando, en realidad, se presta a todo lo que hay de bello en nuestra vida: el hogar, ese lugar donde nos sentimos amados y seguros, donde crecen nuestras raíces y donde se genera lo que somos.
Alondra sostiene una página, una ventana de comunicación abierta que es, en resumen un blog personal en la siguiente dirección:
http://alondra-volarsinalas.blogspot.com/
En mi opinión, realiza un trabajo literario de calidad que desarrolla con delicadeza. Merece la pena estar al tanto de lo que publica.
Más de cuarenta horas he estado sin poder publicar este trabajo a causa de problemas técnicos que Google no ha podido solucionar antes.
Franziska, 13/05/2011