Abatida en forma de arena
impalpable,
se asienta en el fondo del
mar.
Es llí donde, desvalida y
solitaria,
añora que, en sus tiempos,
fue una roca
en la que se posaban las ágiles gaviotas.
Entiende que las rocas son el
testimonio mudo
de una lucha sin tregua, sin
sentido aparente.
Puede ser que, al final, hasta en la rocas
se cumplan las palabras milenarias:
Sólo polvo eres…
Mas polvo enamorado de la vida,
luz de todos los amaneceres,
lucha bravía de las aves
silvestres,
que vive en la sonrisa de los
niños,
y rompe la amargura de los
hombres.
¿Qué es al fin la vida?
Sólo millares de gestos de amor
y no la justificación del egoísmo y de la ira.
TEXTO E IMÁGENES DE FRANZISKA
Alcalá de Henares,
11 de junio de 2021