Sé que la tierra es redonda
pero yo la veo ondulada por cerros,
por los montes encrespada
y llana por las mesetas, los valles y las barrancas.
Es evidente mi confusión
entre percepción y realidad.
Sé que el horizonte tiene un límite
que parece avanzar curvándose
mientras asciendo hasta las cumbres.
Este es otro torpedo imaginario
lanzado contra la línea de flotación
de mi peculiar razonamiento.
A través del visor he descubierto
un nuevo modo de observar:
mirar, ver, enfocar lo que pretendo.
Impresiona el horizonte contemplado
desde la cima de un monte.
Cobra dimensiones de gigante un cerro
al que miramos desde el fondo de un valle.
Si mirásemos la vida
sentados en el suelo
cambiaría la
perspectiva que tenemos.
Vistas las cosas
desde abajo
nos llenarían de
asombro y maravilla
y tomaríamos
conciencia de que somos
algo muy semejante a
las hormigas.
Porque cambiar de perspectiva
puede resultar muy divertido
y, con frecuencia, también es
esclarecedor e instructivo.
No dejarse llevar por la rutina.
Poner rumbo a lo desconocido.
Escuchar cómo crece la hierba.
Deslizar el pensamiento, a cada paso,
como el agua se escurre en las laderas
hasta llegar a su encuentro con el río.
Que este mundo es inmenso
y el tiempo puede acabar en cada esquina:
el nuestro, el tuyo, el de todos, no llegará a la vez
del mismo modo, pero habrá de llegar.
Sabemos que del fin
ninguno de nosotros podrá huir.
Alcalá de Henares, 31 de agosto de 2012
Texto e imágenes realizados por Franziska para
EL JUEGO DE LA PALABRA DADA
PALABRA: PERSPECTIVA
DADOR: FRANCISCO SANCHEZ VALLE