Vive en
nuestra mente.
Tiene infinitas
formas.
Millares
de nombres.
Millones
de años.
No es en
sí la forma sino su esencia.
Está en
las miradas.
Canta en
las sonrisas.
Vuela con
las aves.
Habla sin
palabras.
Habita en
el alma.
Duerme en
las praderas.
Enciende
la aurora.
Está
entre las olas
que baten tenaces
las rocas
altivas
del
acantilado.
Puede que
sea la huella divina
en las
rudas manos
que labran
los campos.
Está en
la fugacidad del amanecer
y en la
incertidumbre
de la oscuridad.
En el azul
imposible
del mar
que nos baña.
En el
monte abrupto.
Barrancos
y valles,
ríos y lagunas.
En el
arco iris.
Las
cumbres heladas.
La paz y
el silencio.
En el
canto de las aves.
En los vientos racheados.
Esplendor
en el cuerpo humano:
armonía
que asciende
de los
pies a la cabeza.
Equilibrio
y fortaleza:
el apoyo
de una mente prodigiosa.
Si no
existiera,
la habríamos
creado.
Somos
narcisistas.
Está en
nuestros genes.
¿Quién
podrá evitarlo?
Se publicó el 13 de julio de 2015
PARA EL
JUEGO DE
PALABRA:
BELLEZA
DADOR:
CARLOS GALVEZ
Volvemos a publicarla en Alcalá de Henares, 14 de Enero de 2022, texto y fotos realizados por Franziska