Vive en nuestra mente.
Tiene infinitas formas.
Millares de nombres.
Millones de años.
No es en sí la forma sino su esencia.
Está en las miradas.
Canta en las sonrisas.
Vuela con las aves.
Habla sin palabras.
Habita en el alma.
Duerme en las praderas.
Enciende la aurora.
Está entre las olas
que baten tenaces
las rocas altivas
del acantilado.
Puede que sea la huella divina
en las rudas manos
que labran los campos.
Está en la fugacidad del amanecer
y en la incertidumbre
de
la oscuridad.
En el azul imposible
del mar que nos baña.
En el monte abrupto.
Barrancos y valles,
ríos y lagunas.
En el arco iris.
Las cumbres heladas.
La paz y el silencio.
En el canto de las aves.
En los vientos
racheados.
Esplendor en el cuerpo humano:
armonía que asciende
de los pies a la cabeza.
Equilibrio y fortaleza:
el apoyo de una mente prodigiosa.
Si no existiera la belleza,
la habríamos creado.
Somos narcisistas.
Está en nuestros genes.
¿Quién podrá evitarlo?
Alcalá de Henares, 13 de julio de 2015
Texto e imágenes realizados por Franziska
PARA EL JUEGO DE LA PALABRA
DADA
PALABRA: BELLEZA
DADOR: CARLOS GALVEZ