Un día
más que pasa con desidia.
Las horas
de la noche se atragantan.
Los
lagartos del sueño se acomodan.
Reptiles
constantes de mis sueños
al
amanecer de mañana, irán de boda.
La boda
de mañana será toda
alborozo,
castañuelas, donaire.
Se casa
un rey con una reina.
No es
casualidad que la corona
no encaje
en sus cabezas ni en broma.
La reina
lo es de la zambra y de la noche.
Desciende
de hijos de
asentados
en las cuevas antes
que el
moro llegara a derribar fronteras.
El rey, lo es del cante por tarantas
y no
lleva en su sangre otro linaje
que haber
picado en las minas de Almadén
arrebatando el azogue a la cantera.
Se sabe
que en Jaén y en Pozo Blanco
fue
aclamado como rey del cante.
Él se lo
creyó en ese instante
en que
afloran las ansias de ser alguien.
Ya
despierta, con los ojos vestidos de destierro
me pondré
tres claveles en el pelo, blancos.
Porque mi
alma es pura
a pesar
de este cuerpo mancillado.
Un
vestido de cola y de volantes.
Arranque
abigarrado de colores:
amarillo
limón, verde esmeralda, rojo pasión.
Mis
pendientes, pulseras y collares.
Mi
sonrisa de triunfo y de alamares.
¡Qué me
importa a mi que ese gitano falso
se vaya a
casar con otra en el calvero de Pedroches!
Que se
case y bien casado pues no quiero maldecirle…
¿Para que vale?
No será
mi arcilla quien olvide que, tal día hizo un año,
encandilaba
mis oídos –barreno de ilusiones-
y me retuvo, como hundida en la brea,
entre sus
brazos de sal, fuego y corales.
Tú eres
gitano de mala entraña
y eres
hombre engreído.
Espera un
tiempo y verás
que el
que siembra malos vientos,
tempestad
encuentra en tierra;
y galerna
en alta mar,
recogerá
en las redes
que
aviente para pescar.
Yo
seguiré mi destino,
mi camino
es la verdad.
Alcalá de Henares, 21 de octubre de 2021
Texto e imágenes realizadas por Franziska
30 de
abril de 2014 es la fecha en que se escribió el texto. Las fotografías son recientes.