Después de recorrer Italia desde el norte hacia al sur y haber pasado por lugares tan esperados e imaginados, como La Toscana, Roma, el pueblo de papá, Vieste...Con mucha ansiedad en algunas ocasiones, y demasiada emoción en otras; al comenzar la última semana que nos quedaba antes de volver a la Argentina, estabamos mucho más calmados, sin tantas pretenciones y abiertos a dejarnos sorprender !!!
En esta etapa del viaje fuimos subiendo, visitando algunos lugares programados, y otros que no conocíamos y realmente nos sorprendieron por su belleza y encanto. Entre ellos Spoleto, esta pequeña y antigua ciudad está ubicada al sur de la región de Umbría.
Chieza di Spoleto (Iglesia)
Puente hacia el castillo
Calles de la ciudad
Bruschetta de hongos Porcini
Los funghi porcini son silvestres y son los más populares de la cocina italiana. Una forma de usarlos es rebanarlos y añadirlos crudos a una ensalada, con pasta, en milanesa, aunque también son un éxito en sándwiches y pizzas.
Assisi (Iglesia de San Francisco de Asís)
Spello (fachada de un negocio de este hemoso pueblo)
Dejamos Umbría y nos fuimos a San Marino, un pequeño Estado independiente rodeado de territorio italiano (entre Emilia Romagna y Le Marche). Se encuentra ubicado en las laderas del Monte Titano a 10 km del mar Adriático. Las vista paisajística del país y su proximidad a otros enclaves
turísticos italianos como Venecia hace que el país reciba un elevado
turismo de paso.
Luego Rímini, una ciudad de la Emilia Romagna bañada por el mar Adriático. Es uno de los centros de veraneo más importantes de Italia. El mar sin olas (o con olas muy pequeñitas) es algo muy raro para mí, lindo pero un poco aburrido, lo que más me gustó fue el agua transparente y la arena clara y limpia...Se podían ver peces nadando desde la orilla!!!
También visitamos Venezia, cada imágen ante mis ojos era una postal, un lugar increíble, pero hizo bastante calor y había mucho para recorrer caminando entre los ansiosos turistas de todo el mundo.
Para comenzar el rumbo hacia el aeropuerto de Milán, elegimos el camino largo pero el más atractivo para nosotros...Por las montañas alpinas!!!
Ascendiendo por la región de Friuli, provincia de Udine, llegamos hasta este encantador pueblo llamado Rigolato.
Una de sus comidas típicas es frico di patate, una especie de tortilla de papa y queso, sin huevos, que se acompaña de polenta grillada. El queso que se usa es típico del friuli, se llama Montasio, como el monte de los alpes friulanos. Aquí tienen una buena receta de una argentina que vive en esa región y tiene un blog de cocina. Esta es la que comí yo en un precioso restaurant donde además había una mesa llena de ensaladas para servirse libremente!
Saliendo del pueblo y a medida que subiamos el paisaje nos regalaba la emoción de ver nieve en primavera!!!
Por último y es quizás la perla del viaje...Nos encontramos, ya cansados de viajar por los alpes y un poco mareados de tanta altura, con Moena. Es la puerta de entrada a la Valle di Fass, rodeada de los Dolomite en la provincia de Trentino. El lugar se dedica al turismo, especialmente de los turistas que vienen aquí para realizar esquí.
Espero que lo hayan disfrutado...Aprovecho para desearles una Feliz Navidad desde Argentina a todos los que leen mi blog!!!