Pues sí, se nos acaba otro año, y otra década... Con toda la ilusión con la que vivo la Nochebuena, la Nochevieja no me gusta mucho. Hace años que huyo de invitaciones a fiestas y cotillones y me da mucha pereza salir toda la noche a festejar el nuevo año. Así que yo tendré plan familiar casero, pero espero que los que sí vayáis a celebrarlo bien disfrutéis mucho y no acabéis el día 1 demasiado perjudicados ;-)
No me apetece hacer balance de este año, entre otras cosas porque nunca tengo la sensación de cambio, de que haya acabado uno y empiece otro. Quizá lo haga en mi primera entrada de 2011, pero por el momento dejo aquí mi última receta de este año 2010, otras galletas (nunca hay suficientes). Muy sencillas, usando aroma natural de naranja, y con formas de lunas y estrellas (por eso lo de "noches de naranja). Si se hacen finitas quedan crujientes, deliciosas, y aguantan bien muchos días, aunque es raro que duren tanto.
- 250 gr de harina de repostería
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de levadura química
- 75 gr de azúcar
- 1 huevo L
- 1 sobre de azúcar vainillado (8 gr)
- 125 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- ralladura de una naranja grande
- 1 yema de huevo
- 1 cucharada de agua fría
Tamizar la harina con la sal y la levadura en un recipiente. Reservar.
Batir el huevo con el azúcar y el azúcar vainillado; añadir la mantequilla y seguir batiendo hasta que quede una masa suave. Añadir la ralladura de la naranja y mezclar bien. Incorporar los ingredientes secos en dos o tres veces, mezclando hasta conseguir una masa homogénea. Dividir en dos, envolver en papel film y dejar en la nevera como mínimo 30 minutos. Precalentar el horno a 180ºC.
Trabajar una de las porciones cada vez. Estirar hasta dejar un grosor de unos 7 mm. Recortar galletas con formas de luna y estrellas y colocar sobre una bandeja previamente preparada. En un bol, batir un poco la yema de huevo con el agua y usar esta mezcla para pintar las galletas usando un pincel. Hornear durante unos 10-12 minutos, hasta que se hayan dorado. Esperar un par de minutos fuera del horno y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla antes de guardarlas en recipiente hermético.
Y una imagen de mi gato que no he compartido por aquí. Qué bien se lo pasa con el árbol cada año, aunque se suele portar bien y sólo escoge una víctima a la que atacar. ¡Feliz Año Nuevo a todos!