Y escucho con mis ojos a los muertos
(Francisco de Quevedo)
Si mis ojos llegan a mañana
si no cede la mirada de un tajo
si cesa este ciego relámpago
cambiaré por completo
mi rutina de sueño
dejaré de ser animal noctámbulo
vampiro buscando su latido
polilla monarca del reino callado
dejaré la tenebrama
dejaré la lucifixión
el fulgor pálido de muerte
los miasmas de las grandes almas
el lento tormento de la lente incandescente
dejaré toda mi nada
si mis ojos llegan a mañana
si el mar de la realidad se para
y no desgasta más y más el cristalino
y la retina aguanta
aguanta
aguantami mal humor vítreo
convertiré los hábitos dañinos
de libros a deshoras
y pantallas que devoran
en poemas hechos con lágrimas
artificiales
retales de vida de diseño
y una higiénica
ética
del deseo.