Me casaré. Y me da igual con quién sea.
Georgie es una niña que vive en Australia junto a sus dos hermanos, Arturo y Abel. Ámbos le tienen a Georgie un cariño especial, y ella a ellos, pero sólo les ve como lo que son: hermanos. Un buen día, algo ya más mayorcita, Georgie se cruzará con un inglés, Lowell, y se enamorará de él. A partir de aquí, Georgie y Lowell se lo tendrán que currar mucho para poder sacar adelante su amor... y Abel y Arturo, harán lo imposible por cuidar de su hermanita... y ya de paso, intentar enamorarla.
Shojo clásico típico de dramón, historias truculentas, incestos, engaños, momentos homoheróticos, crueldades, muertes, enfermedades, y ganas de suicidarse que tanto gustaba en los años 80. A pesar de todo esto, el manga nos presenta a una protagonista que si bien encaja perfectamente su comportamiento para la época, también podemos observar en la historia que es un poco sueltecita. Algo que me ha sorprendido, porque normalmente las mujeres en estos mangas o son muy recatadas y buenas, o son malas putas que si se muerden se mueren.
Ya fuera del cachondeo, a mí me ha gustado. No puede aburrirte en ningún momento. Tan pronto se aman como que está otro personaje tosiendo y muriéndose como que matan al testigo mientras el amado se tiene que ir porque si no, toda la familia se queda mendigando bajo un puente comiendo sardinas pochas. Para mí, el mejor shojo clásico que he leído. Quiero más.