En la niñez se tienen amigos que con el paso del tiempo, para bien o para mal (a veces para muy bien, porque vaya fauna...) perdemos de vista. Y en contadas ocasiones algunas personas pueden retomar esa amistad gracias a un encuentro fortuito. Esto es lo que les pasa a nuestras protagonistas, dos chicas amigas de la infancia que se reencuentran muchos años después sin saber que esa persona era su amiga del pasado, hasta que gracias a su familia, lo descubren. Y a partir de aquí se irá forjando una nueva-vieja amistad entre ellas.
Todo esta historia contada con su tiempo, su calma y con un dibujo muy especial, no aptos para todos los públicos. Quizá a veces entre viñeta y viñeta los saltos temporales son irregulares y te descolocan un poco, es la única pega que podría poner a este manga, de ahí que sea una lectura lenta y tranquila.
Como siempre me pasa con este tipo de historias, a ver si da para 8 tomos sin caer en la repetición de clichés o sin dejar de interesar. Pero eso ya se verá, mientras tanto, yo he disfrutado de este primer tomo.
