La escultora francesa Louise Bourgeois murió este lunes, 31 de mayo, a los 98 años de edad en la ciudad de Nueva York, dos días después de sufrir un infarto.
Nacida en Paris, el día de Navidad de 1911, en el seno de una familia dedicada a la restauración y venta de tapices y textiles antiguos, Louise Bourgeois siempre reconoció que su trabajo se inspiraba en las experiencias de su infancia y adolescencia.
Con gran talento para las matemáticas, en la adolescencia comenzó a ayudar en el negocio familiar, reparando pequeñas partes de tapices y añadiendo hojas de parra en los genitales de las figuras desnudas que aparecían en obras destinadas a los pudorosos clientes americanos. En esa época su mujeriego padre introdujo en casa a su joven amante, una inglesa llamada Sadie, que se convirtió en su tutora. Con ella aprendió inglés, y supo de celos y odios.
Todo esto se convirtió en parte de la leyenda de Bourgeois y en clave de su arte. Como artista francesada emigrada, llegó a Nueva York en 1938 y su carrera se desarrolló lentamente. Alcanzó el éxito comercial y de crítica cumplidos los sesenta años. Cuando en 1982 el MOMA de Nueva York le dedicó una retrospectiva –la primera organizada en torno a una mujer- ya era bien conocida, aunque vista como inclasificable, marginal e incluso excéntrica. La exposición la convirtió en la Gran Dama del Arte americano.
Ese mismo año, el fotógrafo Robert Mapplethorpe realizó varios retratos de Bourgeois que se ha hecho célebres.
Louise Bourgeois realizó esculturas en todo tipo de soporte y medio, realizó también grabados y dibujos, creó instalaciones claustrofóbicas, pequeñas muñecas de trapo y gigantescas arañas de metal, criaturas con múltiples pechos, manos esculpidas en mármol, objetos sexuales y extraños que sugieren secretos y una violencia apenas escondida.
Su reconocido prestigio internacional viene avalado por los premios recibidos: Grand Prix en Escultura del Ministerio de Cultura Francés (1991), León de Oro en la 48 Bienal de Venecia; Praemium Imperiale, Asociación Japonesa de Arte (1999) y Wexner Prize Wall de Wexner Center for the Arts de la Ohio State University (1999).
El año 2008 Louise Bourgeois recibió el Premio Aragón-Goya "por la trayectoria de una obra que, con una singular visión femenina en donde la introspección psicoanalítica se funde con la narratividad, es deudora directa de las consecuencias que el arte de Goya tiene en el presente". El mismo año se celebró una retrospectiva en el Centre Pompidour, de Paris
A pesar de haber vivido gran parte de su vida en Estados Unidos y contar con la nacionalidad de ese país, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ya ha decidido conceder la Legión de Honor como homenaje a la "gran artista" fallecida.
Sin duda se ha ido una de las artistas más originales.
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Bibliografía sobre Louise Bourgeois