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domingo, 29 de septiembre de 2013

Desarrollo psicomotor acelerado

Ella también quiere salir a montar en bici
Vamos, mis niñas, que no paran quietas.

Porque si Pollito ya no paraba un minuto, lo de su hermana es aún más fuerte. Digamos que Pollito se pasaba todo el día en un nivel de actividad 8-7. No le gustaba nada dormir ("Esa pérdida de tiempo").Al final del día, caía a un nivel de actividad de 4, lo imprescindible para dar cabezadas agotadas, pero despertarse con lo mínimo: rayito de sol, mínimo ruido, sensación de "alguien ha entrado en mi cuarto y ha movido el aire"...

Gatito, en cambio, va como por ondas. Se despierta, está como media hora tranquila, luego tiene un pico de hiperactividad de unas dos horas, luego se pone tontona y se duerme. Tres horas despierta, 40 minutos o 1,30 h durmiendo, normalmente con una transición tranquila de despertar a dormir o de dormir a despertar. Como más organizado todo.

Eso sí, en el pico de dos horitas de actividad... ¡Madre mía del amor hermoso!

Ya casi casi de pie
Está en esa etapa de los descubrimientos, en la que todo es novedad. Con sus siete meses recién cumplidos, ya gatea a velocidad de vértigo por toda la casa (tiene callos en las rodillas y heridas en los empeines, del esfuerzo), y se pone de pie si se agarra a algún objeto. En una casa llena de estanterías os podéis imaginar...
¡Conseguido!
Se pasa el día recorriendo la casa de un lado para otro para cogerlo todo y llevárselo a la boca. Y con una hermana con espíritu artístico (pinturas y ceras por los suelos, trocitos de papel recortado por todas partes, taruguillos de plastilina everywhere...).

Qué paciencia... Lo naranja es plastilina ¿me entendéis?

Pues eso, complicado el asunto. No sé cuantos papelillos le he sacado ya de la boca, da igual lo atenta que estés, lo que recoja su hermana (que estamos consiguiendo que recoja ¡¡Aleluya!!)... no sé de dónde los saca, pero los encuentra. Y a la boca. Y eso sin contar con los pelos del gato, arrancados directamente de la fuente. Pobre Mi, es una santa.


También ha descubierto el pasatiempo favorito de su hermana a su edad: sacar los libros de los estantes y desparramarlos. Divertidísimo, oiga.

Mal no se lo pasa, no...
Pero su hermana no se queda atrás. Vamos a tener que cambiarle el apodo a Ardillita. Se pasa el día trepada o saltando. En casa, en el jardín, en el parque... no hay superficie que se le resista, horizontal o vertical. Se tiene que subir a todas, colgarse y ponerse boca abajo. He perdido la cuenta de las veces que la he regañado ya por colgarse de las puertas de los armarios y de los pomos de las puertas. En una de estas se queda con el pomo de la puerta en la mano, y nosotros fuera sin poder entrar en casa. Con lo caros que son los cerrajeros.

En fin, para que luego digan que no descendemos del mono. Claramente, no han visto a mi niña jugar en los columpios. No hay cuerda, barra horizontal, vertical o tirolina que se le resista. Tirolina, sí. Este verano pusieron una en un parque cerca de casa, y se volvió adicta.

Porque mi niña va por rachas, supongo que como todos.


Este verano primero el darse sola en los columpios. Lo consiguió.
Luego fue tirarse al agua (con manguitos). Hasta que le perdió el miedo a meter medio segundo la cabeza en el agua no paró.
Luego fue nadar. Sin manguitos. En diez días, prueba superada. No que nade como un pez, pero mal no se le da.
Luego fue la barra vertical del parque, la de los bomberos. Dos tardes, sin parar. Prueba superada.

Ahora estamos con la bici. Hemos encontrado una con pedales pero sin ruedines, lo suficientemente pequeña para ella. Una semana, y ya se apaña pero la mar de bien. Ya no hay ni que agarrarla al principio hasta que coge velocidad. Ya sale solita y todo. Más feliz...


Y así son mis niñas, que se les mete algo entre ceja y ceja, y no paran de repetir hasta que les sale. Y les sale bastante deprisa, oye...

Gatito empieza la guarde este lunes. Espero que ellas consigan tenerla más entretenida con menos peligro. El lunes empezamos con una horita, a ver que tal se nos da, ya os iré contando.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

jueves, 31 de marzo de 2011

Con los perros en la bici... y el resto de la familia

En la bici con los dos perros
Pues como salió el sol, y apetecía, ayer sacamos la bici por primera vez en años. Y nos fuimos todos al parque. El Pollito con Guardabosques, en su sillita y con su casco nuevo (que lo odia). Yo yo con los perros atados a la bici.

Como soy de casa del herrero, ni arneses, ni enganches, ni nada fino. Cogí una correa cortita de nylon para sujetarlos al manillar, y ahí enganché su correa normal (de las de policía, que tienen dos enganches y varias arandelas). Llevan sus collares normales, entre otras cosas porque no quiero que tiren, que están demasiado viejos y ya tienen suficientes problemas de articulaciones los dos, como para meterles peso encima. Además, como era el primer día, iban bastante descontrolados, y con el collar se les guía mejor que con el arnés.

Dejo mis reflexiones para que no metáis la pata tanto como yo (y os caigáis menos veces).


Lo primero, mejor llevar sólo un perro, si se puede. Los dos se pasan el rato cruzándose, y como se ve en el vídeo, la perra va bastante agobiada. También ayuda la diferencia de tamaño. Cuando la perra no puede más, el perro va aburrido, al trotecillo cochinero. El perro solo, más deprisa, galopa, va centrado y no se distrae. La perra no se lo pasó muy bien, pero la verdad es que el ejercicio no le viene mal.

Las correas, mejor bastante cortas. Lo suficiente como para que el perro no pueda cruzarse por delante de la bici si ve otro perro al otro lado. Y al suelo que vas. Lo sé. Eso me pasa por no ir atenta.

Si te cruzas con un perro, mejor dejar al perro extraño y a tu perro por el mismo lado. Es más fácil mantener la dirección recta así, sin que el perro se te cruce por delante.

Mejor ir rapidito, en cuanto vas despacio deciden que es "hora de olisquear" y se distraen. Para cruzarse con otro perro igual, cuanto más deprisa puedas ir, mejor.

Cuando giras hacia fuera de donde está el perro, simplemente vale con llamar su atención y girar, para girar hacia dentro, lo mejor es enseñarles a girar a la orden, pero si les das una orden de "despacio" o "quieto" y haces el giro amplio, aprenden rápido.

Haz poco rato el primer día. Nosotros recorrimos cuatro manzanas, hasta el parque y vuelta. El resto de la tarde no hubo perros. Vale, que tienen 9 añitos cada uno y no están para mucho trote, pero es que corren tooodo el rato. Sobre todo la pequeña, pobre.

Último apunte: casco, casco y rodilleras. Porque hasta que pillas el truco, y los perros cogen la rutina, te caes. Varias veces. Menos mal que mi bici es pequeña (a mi medida, claro) y no me caigo de muy alto.

Pollito, la que mejor se lo pasó. Miraba a los perros como alucinada todo el camino. Y luego se tiró del tobogán y se montó en  los columpios. Le encanta. Pongo una foto de la niña con su casco nuevo, que es más grande que ella. Que una cosa es crecedero, y otra esto.
La niña con su casco, seguridad ante todo
Por cierto, gracias a Rocío por grabarme el vídeo, y por enseñarnos a Guardabosques y a mí a previsualizarlo en la cámara. Que ya tiene más de un año, y no lo habíamos conseguido.

viernes, 18 de marzo de 2011

Enseñando a nuestro perro a tirar de una bici

En el bikejoring, nuestro perro tira de la bici
Montar en bici es un ejercicio estupendo, y si puedes correr con tu perro, que te haga compañía, tire de tí en las cuestas, y gaste energía, todo a la vez ¿puede pedirse algo más? Esto es el bikejoring, por lo visto.

Llevo unos días investigando el tema, por dos razones:
1. Se acerca la primavera, pica el gusanillo de salir por ahí, y si puede ser mi Guardabosques con el Pollito en una bici y yo con los perros en otra, pues me parece un plan estupendo.
2. Tengo una clienta con un husky muy necesitado de ejercicio, y me preguntó cómo veía el tema (a tí va dedicado este post, Diana).

Así que dejo un resumen-traducción "libre"de unas recomendaciones vía clickertraining.com, del artículo "Fun with your dog: Mushing on a bike" de Robin Shen. Que conste que todavía no lo he probado, más allá de poner a mi perro a tirar de un tronco, con la bici todavía no hemos probado, pero ¡estamos deseando!

Paso 1: Diversión, no castigo
Cuando se adiestra a un perro de tiro, nada de castigo de ninguna forma. Nada de collares, ni normales, ni de ahogo, ni de pinchos, ni siquiera haltis. Vamos a coger bastante velocidad, y con un frenazo o un enredo con la correa podemos hacer muchísimo daño a nuestro perro. Sólo va a llevar puesto el arnés de tiro y la línea, aunque en el momento que paremos y le desenganchemos por supuesto que necesitaremos el collar y correa habituales. El mushing (tiro de trineo o similar) debe ser divertido para el perro, puesto que a los perros les encanta correr y tirar. Si al perro no le gusta, mejor no forzarle y buscar otro entretenimiento. Lo normal es que directamente alucinen y les encante.  Si el perro se equivoca, puedes decirle "no" o "mal" pero nada más allá.

Paso 2: valora el estado físico de tu perro
Para poder tirar de la bici, el perro debería pesar por lo menos 15 kg, tener por lo menos un año de edad (incluso año y medio para razas muy grandes). Antes de esa edad puedes entrenar corriendo y tirando de cosas sin peso, pero nada muy fuerte.
¿Y la raza? La raza no importa, pero la forma del cuerpo sí. Cuanto más se parezca físicamente tu perro a un husky, mejor. El parecido se mide estructuralmente, no en tipo de pelo o su color. Debe tener un cuerpo proporcionado, y estar sano. Sus extremidades deben ser robustas, y no tener problemas de salud en sus articulaciones, o deformidades de ningún tipo. El mushing es un ejercicio bastante fuerte, y produce mucho desgaste en tendones, músculos y articulaciones. Si el perro no está sano al empezar, lo más probable es que lesione en algún momento. De todas formas, si sólo vas a montar en bici por pasear, y no para competir, puedes ser más laxo en estos temas, siempre que vigiles bien al perro, y pares o aflojes el ritmo al menor signo de cansancio o problema.

Paso 3: ¿le gusta a tu perro tirar?
Si a tu perro le gusta tirar de la correa, ya sabes que sí. Si has educado a tu perro a no tirar, echa a correr a su lado, y mira si se emociona y corre delante de tí. Si es así, bien. Si tu perro corre detrás de tí, o quiere pararse, o tienes que ir arrastrándolo, a lo mejor no es el mejor perro para este ejercicio.

Paso 4: el arnés de tiro, la línea y cómo montarlo todo en la bici
Compra un arnés de tiro. No vale cualquier arnés de tienda de animales, los arneses de tiro son diferentes, para cargar el peso del tiro en el pecho, y no en el cuello. Los venden por internet, no son excesivamente caros. Tienes que medir muy bien el contorno de tu perro, y que le quede bien ajustado, para que no se haga daño al tirar. En las páginas web suele haber una guía sobre cómo medir al perro para que le quede bien ajustado.
Arnés especial de tiro
Lo importante es que la línea sea resistente, con los mosquetones de buena calidad (no queremos que uno falle y salgamos todos volando), debe tener dos mosquetones, uno en cada extremo, para unirla a la bici y al perro. Si la línea es un poco elástica, mejor, tanto para el ciclista (menos tirones en la bici) como para el perro. La línea debe medir unos 2 metros, para que el perro esté cerca de tí y lo puedas controlar, pero no justo delante que lo atropelles cada vez que paréis. Puedes unir dos perros a la bici, pero no más, que sales volando.
Dos formas de unir el perro a la bici, con más o menos amortiguación
Luego puedes unir esta línea directamente a la bici, aunque no es muy recomendable, pues si el perro deja la correa algo floja se te puede meter por la rueda y darte un batacazo. Lo mejor es meter el primer tramo en un trozo de tubería de pvc, en una manguera, o comprar un adaptador especial para la bici, que pasa recto por encima de la rueda delantera, así ni se desgasta la línea ni se mete por la rueda. También se puede poner doble correa ajustada al manillar, una la línea, de correa normal, y un trocito más corto elástico o de muelle, para minimizar los tirones.
Adaptador para atar el tiro a la bici, éste es comprado
En http://www.speedogs.com/bikejoring.html tienen de todo, arneses, líneas de tiro y adaptadores para atar el perro a la bici y que no se meta el tiro en la rueda. También tienen prácticos "kits" (No me han pagado, es que es la mejor web que he visto por ahora).

Paso 5: comenzar el adiestramiento, enseñar las órdenes
Pon el arnés y la línea de tiro al perro, y atar a la línea de tiro algo que pese. Un tronco, una caja, ... algo que no asuste al perro, y que pueda arrastrar cómodamente. Anímale a tirar y a correr a tu lado mientras arrastra el peso. Premia mucho hasta que el perro se adapte. Si el perro se para a olisquear, di "no" o "mal" y anímale a seguir corriendo, así evitarás que lo haga cuando estés encima de la bici, y sea más difícil controlarle.

Con este peso le enseñaremos lo básico, "hike" es tirar hacia adelante, "geee" girar derecha, "haw" izquierda,  y "sooo"parar. Estos son los "palabros" tradicionales, si no te gustan, los cambias por lo que te salga del cuerpo y ya está. Una recomendación: palabras cortas y repetidas para acelerar, una palabra larga y en tono bajo para parar. Estas órdenes deben enseñarse con adiestramiento positivo (mejor con el clicker) antes de subirse en la bici, si no quieres acabar en el suelo.

Paso 6: la bici
Debe ser resistente, y tener buenos frenos. Cualquiera de montaña o para BMX debería valer. Mejor si algo más pequeña que tu talla normal, por si tienes que frenar poniendo los pies en suelo. Que no sea muy cara, porque la vais a vapulear pero bien.

Paso 7: ¿Preparados, listos?
Antes de unir al perro a la línea, revisa que no le duela nada, que no tenga agujetas del día anterior, que no cojee. A los perros les gusta tanto tirar que pueden acabar hechos  polvo, pero seguir queriendo correr. Si es así, tomaos un par de días de descanso.
Si el perro está bien, ponle el arnés, y ata la línea primero a la bici, y luego al perro. Con la bici tumbada, y el perro bien sujeto. Una vez te has subido a la bici y estás preparado, puedes soltar la línea. Parece una recomendación tonta, pero al tercer día, con el perro todo emocionado, no lo haces, el perro da un supertirón, y ¡todos al suelo descalabrados!

Paso 8: ¡Adelante! ¡hike, hike, hike!
Pedalea un poquito, y alegremente grita ¡hike!, agárrate fuerte y ¡disfruta!
Puedes ayudarle pedaleando en las cuestas arriba, frenando en las cuestas abajo. Para girar, ayuda frenando un poco, dando la orden de giro y entonces giras la rueda de la bici. Con un poco de práctica, todo irá "sobre ruedas".
Mantente en silencio excepto para dar las órdenes y premiar cuando haga algo bien, si no el perro "apagará" sus oídos, y dejará de oírte.
¡A correr!
Precauciones:
Este ejercicio es muy intenso, no salgas a correr por encima de 25-30º, dependiendo de la humedad o la intensidad del recorrido, o puedes matar a tu perro de un golpe de calor. A veces hay que salir muy temprano para que haga el suficiente fresco, sobre todo con perros de pelo largo y espeso. Si le ves muy jadeante, o cansado, para, bebed y mojaos. Si el perro se para y tiene problemas para andar, se le ve mareado, pierde el equilibrio o tiene la temperatura más alta de lo normal, llévalo al veterinario enseguida.
Este ejercicio hay que entrenarlo, empieza con 1-2 km y ve subiendo poco a poco, si no quieres romper al perro. Los perros no conocen límites, y pueden seguir corriendo hasta desplomarse. Ofrece agua a cada km, más a menudo si hace calor, y vigila las patas de tu perro, que no se haga heridas. Si es así, vuelta a casa andandito.
No dejes nunca de prestar atención al perro y al camino. Si se lía la línea, o pillas un bache... se va muy rápido, los tirones son muy fuertes, y las caídas también. Os podéis hacer mucho daño. Los perros sin experiencia suelen pararse a hacer pis o defecar, en mitad del camino y de repente, en los primeros 200-500 m. Estate preparado para el frenazo, dile que "no" o "mal" y anímale a seguir adelante, alejando la bici.
Ponte gafas. Los perros al correr lanzan mucha tierra, más cuanto más rápido corren.
Evita el asfalto todo lo posible, ve por caminos de tierra. El asfalto revienta las almohadillas, es duro en la musculatura, y hay demasiado tráfico.

Pues hasta aquí por hoy. Espero animar a gente a practicar este deporte con su perro.
¡hike, hike, hike!