Mostrando entradas con la etiqueta sueño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sueño. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de marzo de 2013

La madre zombie contra el caos


Mejor no os pongo una foto mía. Doy susto.

Después del parto, se me quedó una cara estupenda. Se me quitaron las rojeces de la cara (que había tenido los últimos tres meses), y la piel me brillaba. La felicidad se me salía por los poros, y el subidón hormonal me dejó con una energía que no había tenido en meses.

Pero... eso se acabó. Veinte días de despertares cada dos horas, es lo que tiene. Las ojeras, azules, me llegan a los pies. La piel, tan bonita, la tengo apagada, y de tono amarillento, de no salir. Las lluvias y nieves que estamos teniendo no invitan a salir a la calle con una recién nacida.

Gatito lo está pasando un poco mal con sus tripas. No es que tenga cólicos, porque no llora de seguido. Pero como cada hora u hora y medie empieza de golpe a llorar, muy fuerte. Se echa unos gases, o unas cacas, y en diez minutos o así se le ha pasado. A veces coincide con alguna toma, supongo que porque los bebés el reflejo gastrocólico muy fuerte (el llenado del estómago desencadena movimientos intestinales para hacer caca). A primera hora de la noche es cuando lo suele pasar peor.

Total, que de noche o de día, no suele dormir más de hora y media seguida. De día no pasa nada, pero de noche... así andamos. Aunque estos días parece que lo lleva algo mejor, y por las noches lloriquea pero no llega a despertarse. Y yo estoy aprendiendo a distinguir esos lloros con los despertares "de verdad", que en realidad sólo hace dos.

Pero mientras tanto...

Se nos cae un poco la casa encima.

Siempre me ha hecho gracia la típica frase "duerme cuando duerme el bebé". Pero, cuando la niña está despierta, no se queda contenta sola, ni en la hamaca ni en la cuna. Así que, o brazos o pañuelo. Si duermo cuando duerme ¿cuándo me ducho? ¿cuándo cocino? ¿cuándo como? ¿cuándo juego con su hermana? Porque el resto de las cosas, más o menos me apaño con Gatito bajo el brazo, o en brazos de su padre.

Pero aún así, los días se quedan cortos. Entre tomas, cocina y lavadoras, no damos abasto. No sólo lo que mancha el bebé (que jolin lo que manchan), es que hemos tenido que lavar tooooda la ropa de bebé que teníamos guardada de Pollito. Estaba guardada en el garaje, y cuando sacamos la primera bolsa de ropita, que habíamos ordenado y empaquetado en bolsitas, con sus cartelitos.... APESTABA. Se ve que con la humedad y los cambios de temperatura... no sé si las cremas o el aceite corporal que quedara... el caso es que ha habido que sacarlo todo, lavarlo y reorganizarlo. Y encontrar sitio dentro de casa para meterlo, para que no vuelva a pasar. Para eso hemos tenido que vaciar un armario, empaquetar lo que había, y buscarle sitio entre los demás armarios o el garaje. Hemos conseguido ya lavarlo todo, y ya "sólo" queda organizarlo por tallas, guardarlo en cajas, etiquetarlo y colocarlo en el armario. Tengo un cuarto lleno de ropa, que  me mira cada vez que paso desde hace quince días.


En resumen:

Una niña de tres años que nunca ha dormido, y ahora toca etapa pesadillas
+
Una bebé de menos de un mes, que mama cada hora y media o dos horas (unos veinte minutos mamando, más echar los gases, más cambiarla por lo menos una vez, que le gusta hacer caca a las 3 de la mañana)
=
Una madre zombie
+
las "tareas del hogar" (- las que hace Guardabosques, vaaaaale, Guardabosques, vaaaaale ;) )
+
Una tesis aparcada que de vez en cuando "llama a la puerta" y me siento culpable
+
Un negocio del que "estoy de baja" pero que hay que seguir atendiendo
+
Un nuevo negocio que queremos abrir (y hay que hacer cuentas, cuentas y más cuentas)
=
¡¡EL CAOS!!

Y como no doy para más, y las entradas programadas se me han acabado, me tomo un respirito del blog. Hasta que encaucemos la cosa, acabe los papeleos del negocio, durmamos algo o vaciemos de ropa ese cuarto.

¡Hasta pronto!

PD: seguiré contestando consultas particulares, comentarios en el blog y estando aquí para lo que necesitéis. Eso sí, contestaré "a mi ritmo". Un beso!

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

lunes, 4 de marzo de 2013

Inicio de lactancia y postparto


Hay que ver qué diferencia entre el primer niño y el segundo. En todo. Lo que con Pollito fue una lucha, con Gatito está saliendo rodado. Y vale que Pollito era prematura, y que había que estar todo el rato encima de ella para que comiera, pero a eso había que añadirle muchos nervios, mucha inseguridad, mucho miedo y mucho mal cuerpo.

Con Gatito está siendo otra cosa.

Empezando porque la experiencia es un grado, y cosas que con Pollito habrían sido una preocupación, ahora con Gatito sabemos que es cuestión de esperar, insistir y volver a intentar, pero sin agobios. Con la primera, todo tenía que arreglarse, pero YA. Con la segunda, si no se arregla hoy se arreglará mañana. Y si llora un poco, pues es que los bebés de vez en cuando tienen retortijones. Y ni es nuestra culpa, ni está enferma, ni es el pecho... es lo normal, y ya se pasará.

Pero es que la diferencia también ha sido grande desde el primer minuto. Nada más llegar a la habitación, Gatito empezó a cabecear y buscar el pecho. La ayudé a encontrarlo y enseguida comenzó a mamar. Y desde entonces, se engancha bastante bien ella casi sola, y mama mucho rato seguido. Pollito daba dos traguines, y se dormía. Y había que despertarla, pellizcarla, ponerla de pie... diez minutos después conseguías que abriera la boca, daba dos traguines... y se volvía a dormir. Y otra vez volver a empezar. Y sacarle los gases era dificilísimo, supongo que porque tenía pocos, de lo poco que comía, pero... nos angustiaba.

Gatito se engancha, gruñendo frustrada si no lo consigue a la primera. Mama todo seguido, tragando con gusto durante unos diez o quince minutos. Incluso cuando se duerme, sigue mamando a buen ritmo. Cuando acaba, se desengancha, y llora. Fuerte. La cambias de pecho, y repite operación. Y cuando acaba, se desengancha, llora, la pones en vertical, eructa y se cuaja.

Claro, estas ansias por comer vienen con su lado malo, y es que hemos empezado antes con los dolores de tripa. No los llamo cólicos porque (por ahora) son poquito rato, coincidiendo con las últimas tomas de la tarde y la última de la noche. La pobre tiene muchos retortijones, y llora y se retuerce. Pero con ella ya no nos agobiamos tanto. Nos la vamos cambiando, la cambiamos de postura, le doblamos las piernecitas... hasta que suelta los gases o una caca enorme. Y entonces se tranquiliza y se duerme. Lo que sí que intentamos es que en ese rato no se lo pase mamando sin parar, porque sospechamos que parte es el ansia de quitarse el dolor de tripa tragando lo que hace que tenga más gases. Así que yo intento darle una toma más o menos normal, haciéndola eructar cada vez que se desengancha y llora, y cuando parece que ya ha vaciado el pecho, no le vuelvo a dar de mamar hasta que no se le ha pasado el dolor, y así mama un poquito más para calmarse y dormir, pero no se embucha hasta rebosar.

Y es que a mí a los tres días me subió la leche de golpe. Eso que dicen que cuanto más maman menos se nota la subida... FALSO. Parecía la Pamela Anderson de los vigilantes de la playa, pasé de una 85 a una 100 en 24horas. Dos días más tarde y un bote de crema Trofolastín después, volvimos a la normalidad, pero entre tanto la pobre Gatito no daba abasto con tanta leche, me salía a chorro.

Y eso con Pollito, me preocupó muchísimo, que si no se agarraba bien por la hinchazón, que si el dolor cuando mamaba (o peor, cuando se saltaba una toma y yo creía que iba a reventar...), mil cosas que se me pasaban por la cabeza. Con Gatito... pues si se saltaba una toma (lógico, en una toma se tomaba lo que antes salía en dos) pues me sacaba un poco de leche con el sacaleches. Y más Trofolastín, a ver si esta vez no me salen estrías en el pecho.

Pero nada, ya hemos vuelto a la normalidad. Gatito empieza a mamar más de seguido, un pecho y luego el otro, mama más deprisa, y aguanta un poco más entre las tomas. De noche, mama cada dos horas más o menos. Al principio de la noche duerme en su cuna sidecar, y así yo puedo dormir un rato boca abajo, que me duele menos la espalda. A mitad de la noche, yo ya me duermo durante la toma, así que conmigo que se queda. Con Pollito, con lo pequeña que era, no me atrevía a dejarla en la cama, por si la espachurraba. Así que las tomas eran sentada, para evitar dormirme, y claro, no descansaba ni la mitad, y encima ella tardaba casi 40 minutos en mamar, con tanto tener que despertarla. Gatito desde el primer día mama estando las dos tumbadas (aunque así le cuesta un poquito más), y a partir de cierta hora, se queda conmigo en la cama. El tener una cama grande de verdad también ayuda a no tener miedo de aplastarla, que ahora cabemos bien todos.


Yo también recupero la normalidad. Iba a poner poco a poco, pero la verdad es que la estoy recuperando mucho más deprisa que la primera vez. Ya puedo ponerme mis pantalones normales, eso sí, con una extensión que es un trocito de cinturón, que amplía la cintura un poco. El rollito de barriguita cervecera todavía lo tengo, pero del resto he recuperado la figura.

El "culito mandril" que lo llama Guardabosques ya está casi recuperado también, a base de duchas frías una o dos veces diarias. Que también me han venido muy bien para la hinchazón de pies y para la celulitis de los muslos. Pero qué frío que paso.

Lo único que todavía no se me ha quitado es el dolor de espalda. Me duele todavía mucho la zona lumbar, el sacro y el coxis. Pero claro, lo primero es que es ahí donde tengo la artritis. Y cuando nació Pollito ella ya me desplazó el coxis al salir, con la cabeza, y eso que pesaba medio kilo menos que su hermana. El fisio me lo corrigió, pero a saber cómo se me ha quedado el coxis en este parto... tengo que llamar al fisio de nuevo.

Bueno, también me queda el cansancio. Eso de dormir de dos en dos horas, pasa factura. Y lo que me queda. Como le digo a Guardabosques, mi cáscara no está mal, pero por dentro, en vez de cerebro tengo gelatina. Me olvido de todo, me hablan y ni me doy cuenta. Y a partir de las seis de la tarde... ni cáscara queda. Soy gelatina enterita. Física y anímicamente. Tengo tristeza postparto, pero sólo a partir de las seis de la tarde. Vamos, que a esas horas se me junta el hambre con las ganas de comer, y el hacer la cena, y el cansancio, y Pollito que sí que no tiene hambre y sí muchas ganas de llamar la atención, y Gatito que tiene detector de "comida en la mesa" y entonces quiere su toma a la de YA... vamos, que son las horas a las que se junta todo, y yo salto y me cabreo y lloro a la mínima. Con Gatito, que es la hora en la que decide "unirse al coro" de llantos desconsolados. Un cuadro.

Como veis, aguantamos la familia hasta las 8 de la tarde. A partir de ahí, nos descomponemos y nos convertimos en The Walking Dead. No nos llaméis a partir de esas horas. Que a las 10, que es incluso antes que la Cenicienta, estamos todos en la cama. Durmiendo no (ojalá), pero en la cama, intentándolo.  Que la esperanza es lo último que se pierde.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

miércoles, 13 de febrero de 2013

Salir de cuentas, sueños recurrentes y pan rallado

No, no soy yo
Éste es el raro resumen de mi vida en este momento.

Ya estoy en mitad de la semana 39 de gestación, y si no lo veo no lo creo. Después de un mes y pico en reposo, nerviosos y esperando minuto a minuto a la próxima contracción... pues pasamos de la semana 37, y aquí seguimos esperando. Se me está haciendo eterno. Nos habíamos hecho a la idea del embarazo corto, y que va a ser que no. Y yo estoy tremeeeenda. Claro, con la otra no pasé de la semana 35, y un mes más se nota, y mucho. El volumen de mi tripa, descomunal. Hay que tener en cuenta que mido 1,50m, soy estrecha de cadera, y casi no he cogido peso en el resto del cuerpo. Sólo TRIPA. Cada vez que me miro en el espejo, no entiendo cómo no basculo y me caigo hacia adelante.

Ayer tuve cita con la gine, y me dijo que algo he avanzado. Tengo el cuello del útero blando, y dilatado de 2cm "holgados", y ya bastante más bajo. Según ella, no llego al fin de semana. Claro, que llevo así mes y medio... Aunque por otro lado, en algún momento tendrá que acertar, porque la peque salir, algún día tiene que salir. Dado mi (escaso) tamaño, también me ha dicho que si para la próxima revisión de la semana que viene no he dado a luz, me provocaría el parto para finales de semana. Que mejor eso que cesárea de urgencia una semana más tarde porque la niña no cabe para salir. Me preocupa un poco, yo quería un parto menos medicalizado que el anterior y... lo mismo lo es todavía más. En fin, cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él. Si llegamos, claro.

Por lo demás, estoy bien. Quitando los achaques de casi todos los embarazos, claro. Dolor de riñones, pies hinchados, incapacidad para agacharse (vale, agacharme puedo, lo que no puedo es levantarme luego del suelo). El otro día, en la fiesta de carnaval de Pollito me tuve que subir a una grada. Je,je, puse un pie en el primer escalón, y ni pa'lante ni pa'trás. Tuvieron que auparme.

Sigo con contracciones como cada hora, o media hora. Empiezan a ser más molestas, como de dolor de regla. Y noto la cabeza de la niña haciendo presión en el sacro, así que a ver si es verdad que esto está evolucionando. ¿Estaré en preparto, y esta vez de verdad?

Las noches son lo peor, y que me perdone Suu por la comparación. Entre la acidez que no me deja acostarme pronto (con pastilla y todo y necesito casi 4 horas sin tumbarme después de cenar), y que las contracciones son cada hora, y me dan ganas de hacer pis... pues me paso la noche de paseo. Eso sí, la última contracción de la que me doy cuenta es como a las 3:30, y luego me duermo a plomo hasta las 7:30 o así. No sé si es que en ese período no tengo contracciones, o estoy tan muerta que ni me entero. Menos mal que Pollito lleva un par de semanas durmiendo mucho mejor, y ese rato lo puedo aprovechar completo.

http://oidoenlacocina.com/tag/pan/

Eso sí, con sueños raros. Uno de los últimos, uno mío ya recurrente. Me encuentro delante de una mesa llena de platos con bocadillos. No sabéis la pintaza que tienen. Cojo uno, lo muerdo. Es de chorizo, crujiente, blandito, grasosito...mmmmhhh... riquísimo. Entonces me acuerdo de que soy celíaca (y este pan, sin gluten, desde luego no es). Me entra un cargo de conciencia, y un mal cuerpo de espanto. Pero me lo como. ¡¡ME LO COMO!!

Me recuerda a los sketchs de Faemino y Cansado, cuando uno de ellos escuchaba balar a los corderos, salvaba a uno y ¡¡se lo comía!! Y claro, se sentía super culpable... pues yo igual.


(Merece la pena verlo entero, pero lo de los corderos, a partir del minuto 2:40).

Y si juntas éste sueño, con las hormonas aceleradas, y mi síndrome de nido (que nunca he dejado de tener, sólo que el reposo absoluto tenía amordazado)... pues llevo una semana amasando pan. Me lo planteé como reto para este año: un pan sin gluten rico, crujiente y esponjoso, sin harinas comerciales ni "raras". Vamos, que cualquier recién diagnosticado pueda ir al súper, comprar cuatro cosas, y tener un pan (relativamente) barato que le haga la vida un poco menos difícil.

No sé si lo conseguiré, por ahora tengo pan rallado para unos dos millones de croquetas. Menos mal que a ésas sí que les he pillado el truco. Guardabosques me mira, pone los ojos en blanco, y me deja. Si me mira más rato, le digo "bocadillo de chorizo", y me deja en paz. No sé si lo entiende, pero por lo menos me deja a mi aire.

Ya os contaré, si doy a luz a una niña, o a un bocadillo de chorizo...

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

jueves, 29 de noviembre de 2012

"Durmiendo" con los abus

En ElisabethBlumen
Pollito se está haciendo mayor, y se va notando en detalles de los que uno no se da cuenta, hasta que te sorprenden.

Pollito es algo tímida. Bueno, la verdad es que no es timidez, es que le cuesta "calentarse" en las relaciones sociales. Me explico. Hasta hace nada, ya podía haber visto a alguien treinta veces, que los diez primeros minutos los pasaba abrazada a nosotros. Y no hacía distingos, ya podían ser sus abuelos (con los que ha pasado varios días de vacaciones), sus tíos, los padres de sus amigos, o completos desconocidos. Diez minutos de mimos y mutismo antes de soltarse. Luego se suelta, y es la niña más feliz, más dicharachera del mundo.

Con los niños no le pasa esto, a no ser que no los conozca de nada, claro.

Pero desde hace como un mes, ha cambiado totalmente. Con los desconocidos sigue así, pero ¿familia y amigos? Entra saltando en sus casas, contando las novedades y hasta dando besos. Me han cambiado a la niña, oye. Y nosotros no hemos hecho nada, excepto estar ahí, y si quería mimos dárselos cuando le entraba el sustillo.

Disfrazada de hada de las flores
El cambio que ha dado con los abuelos y con su tía, espectacular. Les pide que jueguen con ella, se ponen a pintar, a hacer collages... dejamos de existir. El otro día, con unos trozos de papel pinocho y unas pinturas, su tía le hizo un disfraz de "hada de las flores", con alas y todo. La niña flipaba (y yo también, hay que ver lo que es capaz de hacer mi hermana con tres trozos de papel...).

La semana pasada Guardabosques y yo tuvimos cena de amigos, con mis compis de facultad. Dejamos a la niña a dormir con sus abus. Era sólo la segunda vez que lo hacíamos, porque con lo mal que duerme, como que nos sentimos culpables de dejar a alguien (vamos, a mi madre) castigado sin dormir... Por lo visto tuvo un ratito de llorera-quiero-a-mi-papá, pero al final se durmió. A mitad de la noche se despertó y mi madre tuvo que dormir con ella. Lo típico. Pero cuando volvimos, estaba super contenta con sus abus, y no quería irse por nada del mundo.

Esta semana, Guardabosques trabajaba, y no teníamos ningún plan. Bajamos a comer con los abus y la TiaIsa (y la Bis). Vamos, lo que hacemos todos los sábados, comida familiar. Me llevé el pijamita, porque si se hace tarde aprovecho, le doy la cena, la baño, la pongo el pijama y luego cojo el coche. La esperanza es que se duerma por el camino... je,je.

Pues el caso es que Pollito dijo que se quería quedar a dormir. ¿Ein? ¿Hoy? ¿De verdad? De verdad de la buena. Mis padres se arreglaron con mi hermana, que también quiso quedarse para estar con su sobri. Ni un problema, ni un lloro. Se durmió bien, durmió casi toda la noche del tirón, con su TiaIsa al lado, y no se levantó hasta las 8. (¿¿¿¿Por qué???)

"Ayudando" a hacer ramos de flores
Por la mañana acompañamos a la TiaIsa a su taller, que no lo habíamos visto todavía. Es un espacio estupendo, con mucha luz, y decorado precioso. Está lleno de latitas, cacharritos, papelitos de colores, muñequitos... todo lo que hace falta para decorar una boda atípica de esas que hace mi hermana. Pollito se lo pasó genial jugando con todas las cositas, pululando por allí, y ayudando a mi hermana a montar ramos de flores.

Nuestro regalito de despedida
Me la tuve que llevar llorando a casa, ¡quería quedarse con mi madre otra noche!

Qué cosas, qué mayor es ya.
Pero lo mejor de todo es ¡¡podemos volver a cenar!! ¡¡y al cine!!
(eso sí, sesión de tarde, que yo a las 22:30, en un cine a oscuras, no aguanto despierta ni bajo el agua).

PD: visita tú también el taller de mi hermana, en www.elisabethblumen.com : flores y cosas, decoraciones para eventos y bodas con un toque especial.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

lunes, 5 de noviembre de 2012

Receta para (no) dormir


Ya sabéis que una de las cosas que más nos preocupa de Pollito es el sueño. Bueno, más bien su "falta-de". Sobre todo ahora que hemos conseguido cerrar el capítulo de temas digestivos.

Empiezo por el tema tripas, que es más corto y más feliz. En junio le hicieron un montón de pruebas para ver si era celíaca, con análisis genético y todo. Llevaba muchos meses con muchos gases, la tripilla muy hinchada, comiendo poco y estreñida. Nos tenía preocupados, y más con sus antecedentes familiares.

Bueno, pues le salió la genética positiva a la celiaquía pero el resto de pruebas salieron bien, así que por ahora descartamos la celiaquía. Que la podría desarrollar en un futuro, lo sabemos y la controlarán, pero nada más. Cuando escribí esto en otro post, me contó Pikerita que con sus hijos pasaba igual, y que lo que tenían era un problema con la digestión de la leche. Que les recomendaron echarles unas gotas de limón en la leche, y si no, dar yogures o bebidas ya fermentadas (que son más ácidas). Nos lo pensamos, y dado que no afectaba nada al contenido nutricional de la leche, ni era peligroso, ni nada, decidimos probar.
Pues fue milagroso, muchísimas gracias Pikerita por tu maravilloso consejo. En una semana estaba Pollito comiendo mucho mejor, y en unos quince días se le pasaron los gases y el estreñimiento, y la tripa se le deshinchó. Mano de santo, oye. Hemos estado echando limón a su leche como dos meses, y luego se lo fuimos quitando. Ahora ya toma la leche normal, y seguimos sin problemas. Esta prueba, superada.

Y ahora el sueño. El sueño.... es un tema que me lo quita a mí, y a Guardabosques, y hasta a Tosca, que duerme con ella y la "sufre" cada noche.


Ya conté que estaba durmiendo cada vez peor, más nerviosa cada vez para acostarse y despertándose cada vez más veces por la noche. Hace diez días juntó cuatro noches de a cuatro despertares, junto con madrugones de las 6:30-7, y creímos morir. Lo de la mariposa de las pegatinas, un fiasco. En como un mes llevábamos menos de 10 pegatinas (noches "buenas"). De verdad, yo entre las hormonas, y la falta de sueño, estaba hecha un trapillo, con ganas de llorar todo el rato. Con deciros que un día en el coche, pusieron la canción de "The River" de Bruce Springsteen, y la tuve que quitar porque los lagrimones no me dejaban conducir.


Ahí fue cuando decidí que no podíamos seguir así, y me la llevé a la pediatra. Le conté sus patrones de sueño, ella me hizo el "tercer grado" de salud y de rutinas, y concluyó lo que yo ya pensaba. Que está todo bien, que es falta de maduración. Y que "se le pasará".

Pero me debió ver muy mal, porque se apiadó de mí y le mandó un jarabe de antihistamínico. Vamos, tratamiento paliativo para los padres del Pollito. Estuvimos dándole vueltas al asunto, y decidimos probar. Es un jarabe que en realidad es para la urticaria, pero que produce somnolencia, y por eso se receta en estos casos. Ayuda a conciliar mejor el sueño, y duerman más tranquilos. Según la pediatra, a algunos niños les funciona de maravilla, y otros ni se enteran. Probaríamos un mes, y luego veremos. Por lo visto hay algunos que en el momento que se lo quitas vuelven a dormir mal, y otros que ya le "cogen el tranquillo" a eso de dormir, y siguen durmiendo mejor.

¿El resultado?

Variable, como el clima de Octubre. Con sinceridad, hemos mejorado.


Ahora se acuesta en general más tranquila, se queda abrazada mientras le lees el cuento y le cantas las nanas, y no se suele levantar cuando te vas. Además, ahora le pregunto al irme ¿te dejo la puerta cerrada o abierta? Y parece que esa "ilusión de control" la ayuda a quedarse tranquila.

Los despertares también son menos, y más breves. Hemos seguido teniendo noches espantosas de a tres o cuatro, pero la verdad es que han sido dos o tres. Lo que seguimos igual es con los madrugones. Para las 6:30, 7:30 como muy tarde, se despierta. Si ha dormido seguido se despierta antes que si se ha estado despertando.

Lo que sí que nos hemos dado cuenta es de que es super sensible a cualquier cambio. Si en vez de quedarnos en casa a jugar, o ir al parque, vamos a casa de familiares o amigos, duerme mal. No sé si es por el cambio de rutina de la hora de acostarse (una media hora más tarde, como mucho), pero el cambio es radical. Tarda el triple en dormirse, quiere quedarse despierta, y esa noche se despierta varias veces. Pero claro, no vamos a dejarla aislada del mundo jugando sola en casa para que duerma mejor.


No sé, pero por lo menos ahora nosotros somos algo más personas, estamos de mejor humor, y ella parece que también. Las rabietas han disminuido, y las que tiene nosotros tenemos más paciencia (y humor e imaginación) para manejarlas. Y los puntitos en la mariposa han ido subiendo, y ella ve que los premios llegan si se porta bien.

Eso sí, me he decidido a escribir esta entrada hoy porque ayer le costó bastante dormirse, y se ha despertado tres veces. Así que gafarla, no creo que la pueda gafar más...

PD: las fotos las tomé el domingo, a las 8:00, después de desayunar. Tiene ojeras, pero está contenta. La mamá también, aunque sigue agotada. Como Guardabosques, mi guardés de las noches.

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

sábado, 13 de octubre de 2012

Desvelados

A la hora del desayuno, con ojeras, pero mira qué sonrisa
Y es que así llevamos más de un mes, desde que empezamos el cole, más o menos. Bueno, el que dice un mes dice casi tres años, pero... es que este mes se le ha vuelto a notar un bajón con eso del dormir.

Antes de empezar el cole, se iba más o menos contenta a la cama. Después de sus rutinas (cena, baño y a la cama) nos metíamos en su cuarto, cogíamos su linternita y leíamos dos cuentos, cantábamos dos nanas, le repetíamos nuestra frase de despedida cariñosa y a dormir con Felipe (su muñeco). Se solía despertar una o dos veces, pero le decíamos "a dormir, a dormir" desde nuestro cuarto, y se volvía a dormir sin rechistar. Lo de madrugar ya casi lo tenemos asumido, se despierta casi siempre a las 7:30-7:45, es como un reloj suizo.

Peeeerooo....
llevamos una temporada, que no hay manera de que se acueste. No se quiere meter en su cuarto, y juega a escaparse. Luego tiene que tener una lucecita piloto, que nunca había pedido antes. La rutina de la cama, a los dos cuentos y dos nanas, hemos añadido 10 besos gordos, un abrazo de oso, otro puñado de besos "de propina", el último beso de mamá... y así podríamos seguir hasta el infinito. Nuestros rituales han pasado de durar veinte minutos a una hora o más. Y durante todo el rato, en vez de estar tranquila, tumbada, disfrutando del momento de relajación, se lo pasa saltando en la cama, chillando, cantando o haciendo el pino, cada vez más nerviosa. Ayer le pregunté que por qué se ponía así, que mamá se ponía triste de que no se quisiera dormir. Ella me contestó que "ver a mamá enfadada es divertido", y yo en ese momento estuve a punto de perderlo.

En qué estará pensando...
Tampoco nos ha sabido decir si es que algo le da miedo, no parece que sea nada en concreto. Simplemente, parece que lo que no quiere es dormir. Quiere seguir con nosotros, jugando más. No le gusta dormir, y punto.

Y no conseguimos transmitirle la idea de que dormir es bueno, que ella lo necesita (y nosotros también). Total, que cada vez duerme menos horas, y encima sus despertares se han multiplicado. Ahora no se despierta y se vuelve a dormir, sino que llora, chilla, se baja de la cama... tenemos drama todas las noches. Pero sus gritos y lloros no son de miedo, que es lo que nos tiene descolocados. Ni monstruos, ni brujas (retiramos todos los cuentos y pelis que los tenían, por si acaso). Normalmente grita ¡no quiero dormir más! ¡quiero levantarme! y cosas así. Si se despierta antes de las 6 solemos poder volver a dormirla, pero ha tenido días de despertarse a las 6:30 y ya no volver a dormirse... Agotador.

¿Y esto para qué es? ¿una tlompeta?
Cada vez estamos más cansados, de peor humor... ya no sabemos qué hacer. Ya intentamos volver al colecho, y no hubo manera. Se despertaba incluso más, porque aprovechaba que nos tenía cerca para impedirnos volver a dormir (no se callaba, nos daba cabezazos y patadas... un desastre). Le hemos puesto una mariposa con circulitos. Si duerme bien, le ponemos una pegatina, y cada cuatro circulitos le damos un premio. Llevamos tres circulitos en diez días... no digo más, y eso que de esos dos no fueron noches "del tirón", sino sólo "mejores".

Pero lo de ayer ya nos terminó de descolocar. Se despertó gritando a pleno pulmón "¡¡NO QUIERO UN PUTO APERITIVO!!,¡¡NO QUIERO UN PUTO APERITIVO!! "

??????????????????????????????

Tardamos unos cinco minutos en salir del asombro y de la obnubilación, que a las cuatro de la mañana no es fácil de digerir una frase como ésa...

Guardabosques se levantó para intentar calmarla, e intentar enterarse de a qué cuento venía eso... Tras varios minutos, resolvimos que era "un punto negativo", y ya no sabíamos si reír o llorar. Ayer nos habíamos pasado la tarde en casa de un amigo con el que juega, al que dan "puntos positivos" cuando hace las cosas bien, y puntos negativos cuando se porta mal (rabietas, pegar, cosas así). Parece que se le quedó grabado. Guardabosques terminó de convencerla de que en esta casa no se ponen castigos, sólo pegatinas por dormir bien, y consiguió calmarla algo. Pero al rato estaba en nuestra cama. Y comenzó el "round". Dos horas de palmaditas, preguntas ("¿dónde está papá?" "pues lo estás tocando con un pie..."), saltos, trepados corporales...

Ayudando a papá a subir el sillín de su bici.
Ella dice que ha crecido porque "ha dormido mucho y comido mucho". Je,je...

Total, que uno se desvela; yo ya no me pude dormir hasta las siete, y así me ha cundido el día de hoy.

Estamos abiertos a sugerencias...

PD: este post lo escribí hace dos días. Me faltaban las fotos, y he tardado dos días en animarme a ponerlas (¿por qué habra sido???).

Preparada para ayudar a mamá a hacer tarta de manzana

PD2: Todas las fotos están hechas por la mañana. Ni pizca de sueño que tiene la tía...

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

miércoles, 26 de septiembre de 2012

¡Es una niña!

Con 18 semanas, hecha una pelotita
Bueno, hoy no tocaba esta entrada, pero es que tengo que contarlo. Ayer tuvimos cita con la gine, y ¡¡es una niña!!

Por lo demás, está todo bien, su tamaño corresponde con su edad (18 semanas), y yo por fin he engordado un kilito. Que entre mareos, náuseas y acideces llevaba todo el embarazo sin coger un gramo.

Por lo demás, seguimos todos agotados, porque Pollito lleva desde el comienzo del cole con falta de sueño. Por las noches duerme intranquila y se despierta varias veces, supongo que la tensión de todo el día que se le manifiesta en pesadillas. Y además no está echando siesta, porque el horario del cole es hasta las 3, y comen a la 1, así que tiene dos horas para reactivarse, y al llegar a casa no hay quien la acueste. Y como no compensa por las noches... Pues se pasa el día agotada, de mal humor, lloriqueando por todo... La suma de esto con nuestra falta de paciencia de puro cansancio... pues un cuadro.

La semana que viene empieza el horario normal, y a dormir la siesta en el cole, así que supongo que iremos a  mejor. Yo retomaré las observaciones de la tesis, el yoga, y todas esas rutinas que me vienen tan bien. Y a ver si conseguimos reorganizarnos.

Y tengo un montón de entradas pendientes de escribir, a ver si un día de éstos consigo despertar a un par de neuronas para que se pongan a ello. Por ahora, ni con cafés.

Seguiremos informando.


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

jueves, 21 de junio de 2012

Adiós chupete, adiós


Ayer Pollito dió un paso más en su crecimiento, e hizo algo que nos veníamos temiendo/deseando unos meses. Tiró su chupete a la basura.

Nos temíamos lo peor. Con lo mal que duerme ya de por sí, ¡¡¿sin chupete?!! Pues fue como la seda. Os cuento cómo.

Hace unos meses, cuando cumplió los dos años más o menos, hubo que tirar el chupete anterior, que estaba ya que daba asquito. Aprovechamos para contarle que el chupete nuevo que le dábamos sería el último, que era ya una niña mayor que no lo iba a necesitar, y cuando se rompiera, no habría más, que lo tiraríamos a la basura.


Y con la cantinela hemos estado unos meses, yo como una vez por semana hacía el paripé de mirar el chupete muy atentamente, para ver si se había roto o no. Decidíamos que no, y seguía con su chupete. A Guardabosques ya le decía: "hace un ruido raro".

La cara que ponía cada vez que se ponía el chupete en la boca sólo es comparable a la de un fumador que sale de un vuelo de 8 horas y enciende un pitillo. Increíble la cara de placer.

Poco a poco, Pollito fue asumiendo que el chupete tenía fecha de caducidad, y que ella podría decidir cuándo dejarlo, cuándo tirarlo a la basura. Y hace como un mes, una mañana al quitarse el chupete (porque llevamos ya muchos meses de estricta política "el chupete es sólo para dormir") dijo que ya era una niña mayor, y que quería tirarlo. Yo me hice un poco la loca, y le dije que lo guardábamos hasta la noche, que por la noche tomaríamos la decisión.

Esa noche, Pollito dijo "todavía soy un poquito bebé, quero mi tete". Y se lo dimos.

De eso hace casi un mes, y todas las mañanas dice lo mismo "Ya soy niña mayor, voy a tirar tete a la basura". Yo le aconsejo esperar a por la noche, por la noche es un poco bebé, y duerme con su tete.

El otro día, además, una amiga le contó que cuando  se tiraba el chupete, venía un duende y le traía un regalo. La cara de alucine que se le quedó, y de ilusión, un primor. "¿De Minnie? ¿Un collar?" Ea, pues tendría que ser un collar de Minnie (qué femenina me ha salido, oye, a quién habrá salido).

Y ayer por la mañana pensé que como esperara más, lo mismo se nos pasaba el arroz, y la  niña pasaba esta fase. Cuando llegó hasta la cocina con el chupete en la mano, me armé de valor. "¿Seguro que quieres tirar el chupete?" "Sí, ya soy niña mayor". "De la basura no se puede coger nunca más, ¿lo entiendes?" "Sí". "Pues hala, tíralo a la basura tú solita". 



Y allí que fue, con su chupete, abrió el cubo, me preguntó que en qué bolsa (ya recicla, qué tía), y lo tiró.

Glups.

Ya en la guarde, se lo contamos a las profes, y a los amigos. Y durante todo el día, se lo contamos a papá, a la vecina, y a todo el que vimos. Que tuviera presente todo el día lo bien que lo había hecho, y que no se le olvidara que ya no habría más chupete.


Y llegó la  noche. Nos fuimos a pasar la tarde a casa de unos amigos, y al meterla, ya de vuelta, en el coche, pidió su tete.

Glups.

"No tengo el tete, cariño, lo tiraste a la basura, ¿te acuerdas?"
"¿Y en el coshe?" No, cariño, en el coche tampoco hay tete.
"¿Y en tu bolso?" No, cariño, en el bolso tampoco hay tete (¿se nota que siempre llevamos recambios de todo?).

Le dije que si estaba triste porque ya no tenía tete, que la cogía upa y que podía llorar. No quiso.

En la cama, trasteó para dormirse, pero lo normal. No pidió el chupete.

Ha dormido toda la noche, del tirón.

¡¡Prueba superada!!

PD: el duende le ha traído una cajita que es la cabeza de Minnie, con kikis, dos horquillas y una pulsera. Un primor. El duende no consiguió encontrar un "collar de bolitas rojas con puntitos blancos". Así estamos ya, qué tía ¿cómo vamos a llegar a los 15 años?


PD2: Esta entrada iba a publicarla ayer, pero no me dio tiempo. Ayer Pollito tardó una hora y media en dormirse, con un berrinche monumental. A las 3 de la mañana se despertó pidiendo tete. Tardamos un rato hasta que se volvió a dormir... Espero que esta noche vaya mejor... Eso me pasa por cantar victoria demasiado pronto, voy y lo gafo...


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

lunes, 18 de junio de 2012

2 años y medio


Pollito cumplió ayer dos añitos y medio. No sé qué escribir que no suene a topicazo tipo que-rápido-pasa-el-tiempo-parece-que-fue-ayer....

Pero es que es verdad, en un parpadeo lento, de esos que doy hoy que no he dormido nada, y ¡ale! dos años y medio. Me llegan a decir que llegaría este día y la niña seguiría sin dormir toda la noche y a) no los creería ni media palabra (inocente que era una) o b) me hubiera dado un telele. Pero como con casi todo en la vida, vas un día tras otro, los días se van fundiendo rápidamente, y aterrizas una mañana de domingo con una niña de dos años y medio en brazos. Os cuento cómo vamos.

Sueño (o falta de...)
Sinceramente, todo sea dicho, vamos mucho mejor. Es verdad que como ayer tenía que haber escrito esta entrada, se gafó el asunto, y Pollito ha dado una noche toledana (tres despertares con llantina). Pero la verdad es que es la primera vez que se despierta antes de las 7 en unos diez días, llevaba una racha de récord. A ver si la retomamos, que nos iba la vida mucho mejor. Eso sí, acompaña las más horas de sueño con unas rutinas de ir a dormir un poco puñeteras, que con eso del sol no hay forma de acostarla pronto, ni de poder dormirla sin tener algún follón. Que si quiero leche, que si no la quiero. Que si pis, que caca, que agua, que un cuento, que dos, que otra nana... Intenta extender el rato previo a dormir hasta el infinito y más allá. Pero bueno, compensa con que las siestas se sube ella a la cama, le das un besito y se duerme. Dos horas y pico, sin decir ni mu. Así de fácil. Ya podría aplicarlo a las noches también, ya...



Locomotricidad
Im-presionante. En dos palabras. Salta, corre, trepa... lo de trepar ha mejorado espectacularmente en los últimos días, y ya se sube por las cuerdas de los parques infantiles que parece un monito-tití. Iba a poner mandrilillo, pero de tamaño no encajaba. También ha aprendido a subirse sola a los columpios "de mayores", y darse impulso. Y poco a poco, echa los pies adelante y atrás, para darse más fuerte. Y ya sube y baja escaleras un pie detrás del otro. Y le está pillando al truco al patinete, que da gusto. Vamos, que sigue en plan lagartijilla, sin parar quieta un minuto.

Comida
En esto también hemos mejorado. Sigue comiendo de todo, y ya come unas raciones más o menos decentes. En realidad, más que aumentar la comida, lo que ha hecho es modificarla. Antes tomaba más leche y menos comida "de verdad". Ahora desayuna cereales y ya no quiere biberón por la noche tampoco, hay que darle la leche en vaso. Menos leche, más de otras cosas.

Crecimiento
En esto seguimos igual. Percentil 3 en altura y peso, a veces un pelín por arriba, a veces un pelín por abajo, dependiendo de si la pesan/miden en la pediatra, en Endocrino o en Digestivo. O en Alergia. Porque estamos que no paramos, nos tienen como a una patata caliente. La pediatra nos recomienda que vayamos a Alergia por las ronchas cuando toma lentejas. Pruebas. Pelín positivo. Eso sí, la médico es celíaca ella misma (y recién diagnosticada hace un par de años) y después de mirar a la niña nos dice que nos manda a Digestivo. Nos lleva de la mano y todo. Literal. Un amor. En Digestivo, después de unas pruebas y unas medidas, nos mandan a Endocrino, porque tiene menos altura que peso. En Endocrino, nos dicen que no, que tiene menos peso que altura, y que sigamos con las pruebas digestivas... Ufffff... y mientras tanto, la tenemos a la pobre con laxantes, porque si no, no iría al baño. Y su tripilla hinchada, y sus gases.... Llorando un poco hemos conseguido que le hagan ya la prueba genética de la celiaquía, y esperando estamos.



Habla
Por los codos. Estamos en esa fase en la que todos los verbos son regulares, y si no le suena, se los inventa. Todo sea por no parar de hablar. Eso sí, la entendemos Guardabosques y yo, y a veces ni eso. Pero ya la familia va pillando cosas, no sé si porque comienzan a entender el "pollitil" o porque poco a poco pronuncia mejor. Pero vamos, las frases ya son originales suyas, con sujetos, predicados y todo lo que haga falta. Si le añadimos que de vez en cuando te suelta la palabra en español y luego en inglés (que entre la guardería, Pocoyó y Dora, esta niña acaba bilingüe) el resultado es que andamos riéndonos por las esquinas. También ha decidido aprender a leer/escribir y nos tiene todo el rato escribiendo palabras y deletreándolas. Luego intenta escribirlas ella, o pinta al lado lo que representa la palabra. Flipando andamos.

Imaginación
Despegando a toda máquina. Su abuela paterna le regaló un set de cocinitas, con ollitas, platitos, tacitas... todo monísimo. Y se toma unos cafés con nosotros que no veas. También ha empezado a contarle sus cosas a los muñecos, y a personalizarlos. Y se desvive con la tele. Con Dora no para de hablar, de hacer los gestos, bailar, chillarle a la pantalla... Interacción total.


Autonomía
Hace ya un montón de cosas "yo solita". Comer ya lo hacía desde hace mucho, con cuchara o tenedor. Pero es que ya se sube al escabel y se lava los dientes, la cara y las manos. Se viste y se desviste sola (menos los calcetines, que se le resisten, y la diferencia pie derecho/izquierdo, lo demás lo tiene controlado). En el baño se enjabona, y ya no llora cuando la lavas el pelo ("sierro los ojos ¿vale?"). Se va solita al orinal, cierra la puerta (increíble, en una casa en donde los baños no tienen cerrojo, y nadie las cierra), y se limpia solita con papel. También se sube al coche trepando, se sienta en su silla, y chilla si no le abrochas el cinturón (o  no te lo abrochas tú...). Lo de guardar-y-recoger lo llevamos un poco peor, pero poquito a poco, poquito a poco.

Amigos
Vamos mejorando también. Hace unos meses, después de un empujón les cogió miedo, y hemos pasado una temporada durilla. Pero poco a poco se ha ido integrando, y ya tiene varios amigos con los que se lleva mejor. Todavía no hace juego en común, pero por lo menos les presta más atención y dice que son sus amigos, y que la quieren mucho. Con muchos de ellos pasará el año que viene al cole, así que el cambio no creo que sea tan difícil.

Vamos, que no es que sea mi niña, pero está monísima. Añádele que está mucho más mimosa de lo que era antes, que pide "upa" y abrazos "de oso" y que te da besitos cuando te haces daño (el "perdona mamá" con besito más mono del mundo), es que me la como a cada minuto.

Cada vez que pienso que en septiembre va al cole, es que no me lo creo.
¡Pero-cómo-pasa-el-tiempo!

Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es

lunes, 21 de mayo de 2012

Bostezos contagiosos y Teoría de la Mente


¿Por qué bostezamos?

Bueno, yo bostezo porque hace más de dos años que no dormimos bien, y es que no puedo parar. En un principio, se creía que el bostezo sólo era una forma de refrigerar y oxigenar el cerebro. Cuando estás cansado, mueves menos la caja torácica, y la respiración es más superficial. Cuando se bosteza, gran cantidad de aire fresco llega a los pulmones, es un "chute" de aire momentáneo, que compensa ese rato en el que las respiraciones han sido menos eficaces, debido al cansancio físico.

Pero ¿por qué se contagian los bostezos?

Cuando vemos a otra persona, o animal, bostezar, muchas veces bostezamos unos segundos después. Lo mismo si sólo lo escuchamos, o lo vemos por tele. O leemos una descripción de un bostezo. O leemos la palabra "bostezar"(¿Has bostezado ya?). Hay algo en nuestro cerebro que se dispara, y no nos podemos contener.


Una teoría es que los bostezos (y otras conductas) se contagian para sincronizar las actividades de los individuos de un mismo grupo. Así, cuando uno tuviera sueño, bostezaría, los demás con él, y decidirían todos irse a echar la siesta. Pero parece que es algo más complicado.

Los estudios indican que el contagio del bostezo está relacionado con la habilidad de Teoría de la Mente. Las personas que tienen mejores resultados en los test que miden esta habilidad, también se contagian de los bostezos de los demás con mayor frecuencia. Al contrario que las personas con la Teoría de la Mente poco desarrollada (gente con autismo, por ejemplo), que se contagian muy poco. Así que la capacidad de contagiarse está relacionada con lo que llamamos empatía, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de sentir las emociones que está sintiendo otro individuo sólo con verle.

No sólo los humanos se contagian de los bostezos de otros. También lo hacen los chimpancés, los macacos y los babuínos. Y los perros.

Se cree que los perros, debido a su evolución conjunta junto con las personas, han podido desarrollar esta capacidad, y además responder no sólo a los bostezos de otros perros, sino también a los de los humanos.

Se han realizado varios experimentos con perros, a los que se les han puesto vídeos, grabaciones del sonido o gente bostezando en persona. No sólo los perros tenían tendencia a contagiarse de los bostezos (ya fueran en vivo y en directo o en grabaciones o imágenes de vídeo), sino que si el bostezo era fingido no se les pegaba. Sólo con oír el bostezo, ya tenían mayor tendencia a bostezar también. En los experimentos "en vivo", hasta un 70% de los perros se contagiaban.

Pero entonces se pensó que el contagio podía ser simplemente una conducta de imitación, igual que los corderos que saltan cuando otro cordero salta. Nada de empatía, simplemente tendencia a copiar gestos. Para distinguir este comportamiento, se ideó un experimento, en el que se ponía al perro una grabación de gente desconocida que bostezaba, y en otro momento a su dueño que bostezaba. Los perros bostezaron más cuando vieron a sus dueños bostezar, que cuando vieron a un extraño. Esto demuestra que no es sólo un reflejo de imitación, sino que es necesario la pertenencia al grupo social para que se despierte el contagio.


Por otra parte, se piensa que los perros, cuando oyen a su dueño bostezar, en su mente "ven" la imagen de su dueño bostezando. Ésta imagen sería la que "despertaría" el contagio, y no sólo el sonido. Cuando oyen a un desconocido bostezar, no podrían "verlo", puesto que desconocen cómo es, y no se les pegaría ese bostezo, que no habrían "visto".

Así que ¿pura imitación? ¿o verdadera empatía?

Y tú ¿eres empático? ¿cuántas veces has bostezado mientras leías esta entrada? (Y espero que no fuera de aburrimiento... ;) )


Y tu perro ¿bosteza si tú bostezas? Porque los míos no...

Vía "The Thoughtful Animal"

Bibliografía:



Joly-Mascheroni, R., Senju, A., & Shepherd, A. (2008). Dogs catch human yawns Biology Letters, 4 (5), 446-448. DOI:10.1098/rsbl.2008.0333

Matthew W. Campbell, & Frans B. M. de Waal (2011). Ingroup-Outgroup Bias in Contagious Yawning by Chimpanzees Supports Link to Empathy PLoS ONE, 6 (4) : 10.1371/journal.pone.0018283
Harr, A., Gilbert, V., & Phillips, K. (2009). Do dogs (Canis familiaris) show contagious yawning? Animal Cognition, 12 (6), 833-837 DOI:10.1007/s10071-009-0233-0
O’Hara, S., & Reeve, A. (2011). A test of the yawning contagion and emotional connectedness hypothesis in dogs, Canis familiaris Animal Behaviour, 81 (1), 335-340 DOI: 10.1016/j.anbehav.2010.11.005
Yoon, J., & Tennie, C. (2010). Contagious yawning: a reflection of empathy, mimicry, or contagion? Animal Behaviour, 79 (5) DOI:10.1016/j.anbehav.2010.02.011

Silva, K., Bessa, J., & de Sousa, L. (2012). Auditory contagious yawning in domestic dogs (Canis familiaris): first evidence for social modulationAnimal Cognition DOI: 10.1007/s10071-012-0473-2


Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es