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lunes, 4 de marzo de 2013
Inicio de lactancia y postparto
Hay que ver qué diferencia entre el primer niño y el segundo. En todo. Lo que con Pollito fue una lucha, con Gatito está saliendo rodado. Y vale que Pollito era prematura, y que había que estar todo el rato encima de ella para que comiera, pero a eso había que añadirle muchos nervios, mucha inseguridad, mucho miedo y mucho mal cuerpo.
Con Gatito está siendo otra cosa.
Empezando porque la experiencia es un grado, y cosas que con Pollito habrían sido una preocupación, ahora con Gatito sabemos que es cuestión de esperar, insistir y volver a intentar, pero sin agobios. Con la primera, todo tenía que arreglarse, pero YA. Con la segunda, si no se arregla hoy se arreglará mañana. Y si llora un poco, pues es que los bebés de vez en cuando tienen retortijones. Y ni es nuestra culpa, ni está enferma, ni es el pecho... es lo normal, y ya se pasará.
Pero es que la diferencia también ha sido grande desde el primer minuto. Nada más llegar a la habitación, Gatito empezó a cabecear y buscar el pecho. La ayudé a encontrarlo y enseguida comenzó a mamar. Y desde entonces, se engancha bastante bien ella casi sola, y mama mucho rato seguido. Pollito daba dos traguines, y se dormía. Y había que despertarla, pellizcarla, ponerla de pie... diez minutos después conseguías que abriera la boca, daba dos traguines... y se volvía a dormir. Y otra vez volver a empezar. Y sacarle los gases era dificilísimo, supongo que porque tenía pocos, de lo poco que comía, pero... nos angustiaba.
Gatito se engancha, gruñendo frustrada si no lo consigue a la primera. Mama todo seguido, tragando con gusto durante unos diez o quince minutos. Incluso cuando se duerme, sigue mamando a buen ritmo. Cuando acaba, se desengancha, y llora. Fuerte. La cambias de pecho, y repite operación. Y cuando acaba, se desengancha, llora, la pones en vertical, eructa y se cuaja.
Claro, estas ansias por comer vienen con su lado malo, y es que hemos empezado antes con los dolores de tripa. No los llamo cólicos porque (por ahora) son poquito rato, coincidiendo con las últimas tomas de la tarde y la última de la noche. La pobre tiene muchos retortijones, y llora y se retuerce. Pero con ella ya no nos agobiamos tanto. Nos la vamos cambiando, la cambiamos de postura, le doblamos las piernecitas... hasta que suelta los gases o una caca enorme. Y entonces se tranquiliza y se duerme. Lo que sí que intentamos es que en ese rato no se lo pase mamando sin parar, porque sospechamos que parte es el ansia de quitarse el dolor de tripa tragando lo que hace que tenga más gases. Así que yo intento darle una toma más o menos normal, haciéndola eructar cada vez que se desengancha y llora, y cuando parece que ya ha vaciado el pecho, no le vuelvo a dar de mamar hasta que no se le ha pasado el dolor, y así mama un poquito más para calmarse y dormir, pero no se embucha hasta rebosar.
Y es que a mí a los tres días me subió la leche de golpe. Eso que dicen que cuanto más maman menos se nota la subida... FALSO. Parecía la Pamela Anderson de los vigilantes de la playa, pasé de una 85 a una 100 en 24horas. Dos días más tarde y un bote de crema Trofolastín después, volvimos a la normalidad, pero entre tanto la pobre Gatito no daba abasto con tanta leche, me salía a chorro.
Y eso con Pollito, me preocupó muchísimo, que si no se agarraba bien por la hinchazón, que si el dolor cuando mamaba (o peor, cuando se saltaba una toma y yo creía que iba a reventar...), mil cosas que se me pasaban por la cabeza. Con Gatito... pues si se saltaba una toma (lógico, en una toma se tomaba lo que antes salía en dos) pues me sacaba un poco de leche con el sacaleches. Y más Trofolastín, a ver si esta vez no me salen estrías en el pecho.
Pero nada, ya hemos vuelto a la normalidad. Gatito empieza a mamar más de seguido, un pecho y luego el otro, mama más deprisa, y aguanta un poco más entre las tomas. De noche, mama cada dos horas más o menos. Al principio de la noche duerme en su cuna sidecar, y así yo puedo dormir un rato boca abajo, que me duele menos la espalda. A mitad de la noche, yo ya me duermo durante la toma, así que conmigo que se queda. Con Pollito, con lo pequeña que era, no me atrevía a dejarla en la cama, por si la espachurraba. Así que las tomas eran sentada, para evitar dormirme, y claro, no descansaba ni la mitad, y encima ella tardaba casi 40 minutos en mamar, con tanto tener que despertarla. Gatito desde el primer día mama estando las dos tumbadas (aunque así le cuesta un poquito más), y a partir de cierta hora, se queda conmigo en la cama. El tener una cama grande de verdad también ayuda a no tener miedo de aplastarla, que ahora cabemos bien todos.
Yo también recupero la normalidad. Iba a poner poco a poco, pero la verdad es que la estoy recuperando mucho más deprisa que la primera vez. Ya puedo ponerme mis pantalones normales, eso sí, con una extensión que es un trocito de cinturón, que amplía la cintura un poco. El rollito de barriguita cervecera todavía lo tengo, pero del resto he recuperado la figura.
El "culito mandril" que lo llama Guardabosques ya está casi recuperado también, a base de duchas frías una o dos veces diarias. Que también me han venido muy bien para la hinchazón de pies y para la celulitis de los muslos. Pero qué frío que paso.
Lo único que todavía no se me ha quitado es el dolor de espalda. Me duele todavía mucho la zona lumbar, el sacro y el coxis. Pero claro, lo primero es que es ahí donde tengo la artritis. Y cuando nació Pollito ella ya me desplazó el coxis al salir, con la cabeza, y eso que pesaba medio kilo menos que su hermana. El fisio me lo corrigió, pero a saber cómo se me ha quedado el coxis en este parto... tengo que llamar al fisio de nuevo.
Bueno, también me queda el cansancio. Eso de dormir de dos en dos horas, pasa factura. Y lo que me queda. Como le digo a Guardabosques, mi cáscara no está mal, pero por dentro, en vez de cerebro tengo gelatina. Me olvido de todo, me hablan y ni me doy cuenta. Y a partir de las seis de la tarde... ni cáscara queda. Soy gelatina enterita. Física y anímicamente. Tengo tristeza postparto, pero sólo a partir de las seis de la tarde. Vamos, que a esas horas se me junta el hambre con las ganas de comer, y el hacer la cena, y el cansancio, y Pollito que sí que no tiene hambre y sí muchas ganas de llamar la atención, y Gatito que tiene detector de "comida en la mesa" y entonces quiere su toma a la de YA... vamos, que son las horas a las que se junta todo, y yo salto y me cabreo y lloro a la mínima. Con Gatito, que es la hora en la que decide "unirse al coro" de llantos desconsolados. Un cuadro.
Como veis, aguantamos la familia hasta las 8 de la tarde. A partir de ahí, nos descomponemos y nos convertimos en The Walking Dead. No nos llaméis a partir de esas horas. Que a las 10, que es incluso antes que la Cenicienta, estamos todos en la cama. Durmiendo no (ojalá), pero en la cama, intentándolo. Que la esperanza es lo último que se pierde.
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
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jueves, 28 de febrero de 2013
El parto, al final provocado (pero menos mal)
Sigo aprovechando los ratitos libres para contaros mi vida. Intentaré responder vuestros comentarios lo más rápido posible, pero posiblemente, no sea muy rápido. Pero los responderé, lo prometo.
Al final no me puse de parto antes del jueves, la fecha límite que me marcó mi gine. Gatito ya pesaba 3kg según la ecografía, que resultó ser acertadísima, y la gine temía que al final fuera demasiado grande para salir por las buenas.
Así que nos mentalizamos, y el jueves después de dejar a Pollito en el cole nos fuimos al hospital. Lo bueno de la provocación es que la intendencia es infinitamente más sencilla, y puedes organizarlo todo sin tener que despertar a la familia o los vecinos a las tantas de la madrugada.
Después de tanto mirar hospitales, al final nos quedamos en el de Torrelodones con mi ginecóloga. Se trataba de tener un parto lo más natural posible, pero total, si ya no lo iba a ser de ninguna manera... pues mejor me quedaba con mi gine, con la que tengo total confianza, y la que lleva viéndome la cara (y como dice Guardabosques, lo que no es la cara) todas las semanas desde hace mes y medio.
Me ingresaron como a las 10 de la mañana, y antes de las 11 vino la matrona. Me pusieron la vía, y la matrona, que era simpatiquísima, me exploró y me explicó el protocolo. Lo habitual es que te pongan una esponja con prostaglandinas, para ablandar el cuello y comenzar la dilatación, pero yo ya llegué dilatada de más de 3cm, así que no hizo falta. Me puso los monitores externos, para ver si tenía contracciones o no (que era que no) y para ver como iba Gatito. Luego me rompió la bolsa, cosa que ni sentí (sólo se nota el líquido saliendo), porque eso estimula las contracciones y provoca el parto. Al poquísimo tiempo (en un par de minutos) empecé con contracciones cada cinco minutos, así que me puso un gotero con oxitocina, muy lentito. Todo me lo fue explicando antes de hacerlo.
Me dijo que cuando me doliera, que llamara y me llevarían a poner la epidural, que ya estaban avisados en anestesia y sería rápido. Aguanté creo que cuatro contracciones más, quizá hasta cinco. Las contracciones de bolsa rota y oxitocina son horribles. Un hurra para todas las mujeres que paren con dolor. Yo no.
Me llevaron a quirófano, y me pusieron la epidural. Primero te duermen la zona con anestesia local, y luego te pinchan en la columna. Se nota la presión, pero doler no duele. Lo peor es aguantar quieta con las contracciones horrorosas. Pero enseguida hace efecto, tres o cuatro contracciones más tarde ya casi no las notaba. Esta epidural fue más fuerte que la del anterior parto, la verdad es que no me enteré de casi nada, ni siquiera al final.
Me devolvieron al cuarto, y nos dejaron tranquilos. Cada hora, más o menos, pasaba la matrona para ver cómo me iba. A las dos horas ya estaba dilatada de 7cm, y como tenían una cesárea, me bajaron la oxitocina, para que fuera un poco más lento, y no llegara al expulsivo justo en medio.
Al cabo como de una hora, empezaron a bajarle las pulsaciones a Gatito. De 130 a 90, y se preocuparon. Me pusieron la mascarilla de oxígeno, y le volvieron a subir. Ya estaba de 8cm. A la media hora, le volvieron a bajar. La matrona volvió, muy nerviosa, llamó a la gine, y me dijo que me bajaban a quirófano sin más tardar, que estaba ya muy encajada y que por eso le bajaban las pulsaciones pero que había que darse prisa, que quería salir YA. Yo también me puse nerviosa, claro, se veía que estaban preocupados. Y nos llevaron a quirófano, no a la carrera por los pasillos, pero casi casi.
Dejaron a Guardabosques fuera. La política del hospital es dejar al padre fuera hasta que el niño corona, supongo que para que si el parto tiene que ser instrumentalizado, que no le de un patatús. A mí me pusieron en la camilla de parto (qué tirria le tengo a esos estribos) y me mandaron empujar con todas mis ganas. Yo sólo notaba presión en la parte alta del útero con las contracciones, de ahí para abajo, nada. Ni ganas de empujar, ni presión ni nada. Al cuarto pujo, la gine dijo que la niña estaba muy encajada, que no avanzaba. Lo intentaron con el típico "codito", pero nada. Encajada. A ver, a Pollito ya le costó salir, y pesaba medio kilo menos... Yo estaba cada vez más nerviosa, me tranquilizaron un poco, y la gine me dijo que iba a tener que usar la ventosa.
Y entonces sacó la ventosa. Y en ese momento, con todo el estrés, los pujos, todo... me entró la risa. Quince días bromeando con que a esta niña iba a haber que sacarla con desatascador... Eso me pasa por lo que me pasa.
Ventosa obstétrica |
Desatascador |
Pero vamos, puso la ventosa, y ¡flop! en menos de un minuto había pasado la cabeza, dejaron pasar a Guardabosques, y la niña salió enterita, llorando como una magdalena. La matrona me dijo que se llevarían a la peque un momentito para hacerle el apgar en la habitación contigua (por lo visto normalmente ya lo hacen encima de la madre, excepto en prematuros y partos instrumentalizados, o sea, los míos). Por lo menos me avisaron, y antes de llevársela ya me la habían dejado en el pecho, y yo ví que estaba bien. Y no tardaron ni tres minutos, y me la pusieron encima, y nos envolvieron a las dos en una toalla calentita.
Mientras tanto, mi gine me dio un puntito interno. Yo cuando la ví con la ventosa pensé que me iba a tener que hacer episiotomía, pero ni con esas. Esta gine es un encanto, y se preocupa de proteger bien la zona para evitar cortar en todo lo posible. Luego me hizo un masaje para sacar la placenta sin tirar, porque en el anterior parto se me quedó un resto, que luego me tuvieron que legrar, y no quería que pasara lo mismo.
Pero a mí ya me daba todo igual, con mi Gatito en brazos. Antes de salir del paritorio echó el meconio (así que sí que lo había pasado un poco mal, pobrecilla). Y a los cinco minutos de llegar a la habitación estaba enganchada a mi pecho, mamando. Como el protocolo es piel con piel durante dos horas, al pobre Guardabosques no le dejaron ni tocarla en ese tiempo. Al cabo de esas dos horas, trajeron un peso a la habitación, y allí mismo la pesaron, midieron y le pusieron la ropita, delante de nosotros.
Me alegro muchísimo de haber decidido provocar el parto. La pobre lo pasó mal, y si hubiéramos esperado unos días más, lo podría haber pasado mucho peor. Así que al final creo que hicimos bien en poner por delante el bien de la niña, por encima del querer tener un parto más natural, pero que lo más probable es que hubiera acabado siendo mucho más complicado.
¿Cómo se siente una cuando por fin tiene a su bebé en brazos? No sé describir la sensación. Es alucinante. Primero ver cómo baja la tripa cuando sale la niña, de gordota a fofa en un segundo, y entonces ver a tu bebé. Que te lo pongan en el pecho, sentir sus manitas, su movimientos, ver su carita. Quieres reír, llorar, achuchar y que no te separen nunca. Es enamorarse a primera vista, de flechazo absoluto.
Es la felicidad. O la oxitocina corriendo por las venas, no sé. Sólo sé que es alucinante.
Otro día os cuento más.
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
martes, 26 de febrero de 2013
Ya en casita, con el nuevo bebé
Hoy toca post cortito, mientras Guardabosques lee su tableta con Gatito en brazos. Todavía estamos adaptándonos a las nuevas rutinas, y algo desbordados. Pero felices.
Os hago un breve resumen, y ya iré subiendo posts más largos según vaya teniendo algo de tiempo.
Al final me provocaron el parto el día 21 de Febrero. Todo fue bien, salvo un poquito de estrés al final, y a las 15h (después de unas 4 horitas cortas desde el comienzo de las contracciones) nació Gatito. 3kg, 49cm. Comparado con Pollito, ha nacido ya ""criada)...
...
PAUSA
(visita de dos amigas/vecinas que pasaban por mi puerta; Gatito hace caca y se pringa entera, se ve que tampoco le valen ya los pañales más pequeños; mientras Guardabosques la cambia yo pinto con Pollito un árbol en su pizarra; poner la ropita a remojo con las otras dos mudas del día de hoy; Guardabosques tiende una lavadora, recoge la anterior; doy el pecho con toalla debajo, que hoy me ha dado el "bajón" de leche y reboso mientras Papá hace construcciones con Pollito; Gatito se duerme, vuelvo a escribir en el portátil con ella tumbada encima)
...
Pues lo que decía, que en comparación con su hermana, está siendo más sencillo. Pesa más, es menos frágil. Come bien desde el principio, no hay que andarla despertando, ni dando "suplementos". A los diez minutos de nacer estaba enganchada a la teta en buena posición, tragando con ganas. Y hasta ahora, duerme como una hora, llora, teta, se duerme mientras mama, y una horita después repetimos ciclo. Eso sí, día y noche, que todavía no distingue de horarios. Menos mal que ya la primera noche le pillamos el truco a mamar tumbadas.
Yo también estoy bien, mejor que en el parto anterior. No pueden compararse las 13 horas de contracciones (con sus agujetas al día siguiente) más media hora de expulsivo con las 4 horas cortas de contracciones y seis empujones de éste. Y gracias a mi gine, tengo un punto interno por parto, nada de episiotomía. Así que sólo me queda la falta de sueño y el dolor de coxis. Bueno, y como dice Guardabosques, mi "culo de mandril", que he tenido un edema pero muy considerable.
Así que así estamos, intentando encontrar rutinas nuevas, hacer caso a Pollito lo máximo posible, y cuidar de una peque que ha nacido con sensor de temperatura y movimiento "de serie". Vamos, que de cuna nada, sólo un poco de hamaquita y a ratitos cortos.
Muchísimas gracias a todos por vuestros ánimos y felicitaciones, tanto en la red como en el MundoReal. No sabéis la ilusión que hace.
Poco a poco contaré más cosas. Seguiremos informando.
PD: si os preguntáis por qué los sobrenombres de mis dos niñas son masculinos, intentad escoger un nombre de animalito, ponerlo en femenino, y a ver que pasa...
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
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miércoles, 20 de febrero de 2013
Mañana doy a luz, sí o sí
Bueno, pues hemos llegado hasta aquí. Ayer salí de cuentas ¡por fin!
La gine me dijo que había dilatado 3 cm y que tenía el cuello del útero "blando y favorable", lo que sea que signifique eso. La peque está bien, y ya pesa 3kg. Y no es cabezona (palabras textuales). Pero de contracciones de parto, nada. Y eso que llevo tres noches con contracciones nocturnas, a ratos rítmicas y cada 10 minutos. Pero no son muy fuertes, y como vienen, al cabo de un par de horas se van. Poco dormir, y nada de parir.
Así que mañana me ingresan, y me lo provocan. Estuvimos hablando con la gine, y le preocupa que con mi tamaño, si esperamos más, se me complique el parto. Mejor darle "un empujoncito" y evitar un parto complicado o una cesárea.
Al final iremos al hospital de mi gine, el de mi primer parto. Yo prefería un parto no medicalizado, pero ya que lo va a tener que ser... pues mejor con mi gine, que me lleva viendo la cara una vez por semana durante dos meses, y con la que tengo total confianza.
Nos han explicado que no hará falta poner una esponja de prostaglandinas, puesto que el cuello ya está preparado. Que sólo hará falta el goteo de oxitocina, y que como llevamos tanto tiempo de "preparación" probablemente será rápido. Con la oxitocina hay que ponerse la epidural casi sí o sí, con lo que la deambulación queda descartada... así que nada, lo único que iba a diferenciar el parto era estar tumbada o semirreclinada, y no me compensa cambiar de hospital y dar a luz con alguien desconocido sólo por eso. Por lo menos en el primer parto la gine cuidó de mi periné y no hizo falta episiotomía ni puntos, sé que tendrá mucho cuidado, y evitará los daños por esa zona lo máximo posible, lo que me consuela un punto.
Una cosa buena es que así nos hemos podido preparar del todo. Limpieza de armarios, montaje de la cuna sidecar, preparación de maletas, organización de la vida de Pollito... todo se queda preparado. Esta tarde intentaré dejar comida hecha y congelada para la vuelta a casa. Guardabosques y yo hemos compartido síndrome de nido, y nos hemos dado una buena paliza a organizar, limpiar y recoger. Y ni con esas me he puesto de parto...
Bueno, me despido de vosotros por una temporadilla. En cuanto pueda, y me anime, os cuento qué tal. O dejo con unas entradas que he dejado programadas, para que no os olvidéis de mí. Pero si no os contesto en un par de días, ¡ya sabéis por qué es!
Un abrazo a todos, hasta nuestra vuelta y ¡deseadnos suerte mañana!
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
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martes, 29 de enero de 2013
37 semanas de embarazo, y aquí seguimos
Durmiendo en brazos. La gripe es lo que tiene |
Me lo dicen el 1 de enero, cuando empecé con las contracciones y no me lo creo ni pero por un minuto. Y el martes pasado me dijeron que estaba comenzando a dilatar, y que ya venía, que ya... pero no.
El viernes tuvimos falsa alarma. Me desperté a las 6:30 de la mañana, con varias contracciones dolorosas muy seguidas, cada cuatro minutos, o así. Ya está, pensé, ya viene. Me levanté como a las 7, me duché... las contracciones se suavizaron, pero seguían siendo cada menos de diez minutos. Decidimos que lo mejor era que Pollito fuera al cole y Guardabosques a trabajar, y si se animaba la cosa, pues mis padres recogerían del cole a la niña, y Guardabosques vendría a casa a por mí.
Según pasaba la mañana, las contracciones no eran más dolorosas, eran como de regla, pero eran cada 4 o 5 minutos. Guardabosques me llamó, y viendo que la cosa parecía ir a más, pues nos fuimos al hospital. Mi gine nos había avisado de que la cosa podía ir rapidito, así que por si acaso... claro, también mi inexperiencia, que mi primer parto no fue progresivo normal, fue rotura de aguas de golpe y porrazo...
Total, llegamos al hospital, y una matrona encantadora me tomó la historia y me puso en los monitores. Guardabosques tuvo que quedarse solito como dos horas, porque en este hospital no dejan entrar al acompañante hasta que no han decidido que sí que estás de parto y te pasan al paritorio. En los monitores, a los cinco minutos me pararon las contracciones. Así de golpe. Así que cuando llegó la ginecóloga casi ni tenía, y eran muy suaves.
Me parece que me tocó la gine más borde de todo el hospital (al salir lo comentaba toda la sala de espera, no fui sólo yo). Lo primero que hizo, preguntarme de muy malos modos que qué hacía allí, si me llevaban en la privada. Que me fuera para Torrelodones... claro, resultó que ella trabaja también allí, en el grupo de mi ginecóloga. Claro, empiezas a entender muchas cosas... Le dije que no quería dar a luz en Torre, que la experiencia anterior no fue del todo buena, y que con mi gine estaba super contenta, pero con los protocolos no. Y encima me dice que sí, que en eso está de acuerdo...
Y entonces empieza a echarme la charla porque el Puerta de Hierro no es mi hospital de referencia, y que en todo caso, tendría que irme a La Paz... ¿Y por qué tengo que darle yo explicaciones a esta mujer? Pues se las dí, que en Madrid tenemos libre elección de hospital, y que el protocolo de éste me gusta más que el de La Paz.
Entonces se me pone pesada en que tengo que hacer el cambio de expediente. Y esta tía ¿pero de qué va? Que me pasé una semana hace ya varios meses enterándome, pregunté en el Puerta de Hierro, en mi médico de cabecera y en La Paz, y todos me dijeron que si era sólo para el parto (el resto de las revisiones pienso seguir haciéndomelas con mi gine) que con llevar la tarjeta de la SSocial que ya me valía. Y que me pongan pegas en recepción (que no me las pusieron) vale, pero ¿la ginecóloga? Qué tía más pesada. Por fin se dignó a mirarme, me dijo que había borrado el cuello del útero al 40%, y que como no estaba en la semana 37, que mejor me volvía al reposo absoluto, a ver si aguantábamos un poquito más.
Mis padres se subieron esa tarde para por si acaso, y se llevaron a Pollito a dormir. El coche de mi padre se rompió a la que bajaban a Madrid. Yo no me puse de parto esa noche, pero Guardabosques y yo nos cogimos un gripazo del demonio. Decidimos que Pollito se quedara otra noche con mis papis, por si acaso, y para si evitábamos contagiarla. El domingo mi padre pidió prestado un coche a una amiga, y se subió a Pollito, que ya estaba tosiendo. Yo no tenía pinta de ir a dar a luz, y no la íbamos a dejar toda la semana en Madrid... además, mis padres trabajan los dos, y el lunes era fiesta para los niños. Y así seguimos. De gripe los tres, y yo sin dar a luz.
Esta mañana mi gine me ha dicho que sigo con el cuello a medio borrar, pero que no avanza. Que puedo empezar a moverme, a ver si se anima a salir. Yo creo que es que nos notó a todos, con mocos, toses espantosas, fiebre y dolores musculares tipo me-ha-atropellado-un-tren-de-mercancías y decidió quedarse dentro unos diítas más, y librarse del tema. Mejor.
¡Seguiremos informando!
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
domingo, 27 de enero de 2013
Mi primer parto
"Esto es un bebé. Estos son su mamá y su papá. Se quieren mucho, se han ayudado para tener un bebé" |
Y ¿qué es un blog de maternidad sin la "batallita" del parto?
A mí me encanta leer esas entradas. El parto es un momento increíble, que te cambia la vida. Y puede ser desde un alucine, a un "ni me enteré" hasta uno de los momentos más traumáticos de la vida. Cuando estaba embarazada, me dediqué a leerme todas las entradas de otros blogs de maternidad, para ver qué me podía esperar, y decidir a qué hospital iba a tener a mi niña. Después de mirar bastante, decidí quedarme en el hospital de mi ginecóloga, privado, que casi seguro me iba a atender mi ginecóloga, que tiene unas ideas muy progresistas de lo que debe ser un parto. Pero... con los protocolos nos topamos. Os cuento.
Con el primer embarazo, la verdad es que no fui nada consciente de mi cuerpo. Obviamente notaba las pataditas de Pollito, pero si tuve alguna contracción ni me enteré. Cuando estaba de cinco meses me entró un ataque de síndrome de nido, y me fui con mi madre de compras, y dejé medio preparada la bolsa para ir al hospital. Y ahí lo dejé. El plan era, que cuando cumpliera las 36 semanas, ese fin de semana dedicarme a hacer la maleta y terminar de hacer las compras. Ese viernes tenía mi primer monitor y la última clase de preparto, así que todo encajaba.
"Hace nueve meses el óvulo de mamá y el esperma de papá se juntaron para hacer un bebé. Un día mamá le cuenta a papá que el bebé quiere nacer" |
Esa noche, jueves, me levanté a las 3 a hacer pis, como llevaba meses haciendo (ahora estoy igual, y con el mismo horario, es curioso). Cuando me levanté del baño me chorreó una pierna. ??? Pero si acabo de hacer pis, no puedo hacerme pis encima... Volví al váter. Claro, no salía nada. Me levanté. Otro chorro por la pierna. "A ver si es que he roto aguas..."
Claro, todavía me quedaba un mes entero para salir de cuentas, eran las tres de la mañana... totalmente pez que estaba. Guardabosques se despertó, y me preguntó que si pasaba algo. "Creo que he roto aguas..." Casi le da un infarto... Se despertó de un salto, y allí nos pusimos, a las 3 de la mañana, a preparar la maleta. Me parecía todo super irreal, no tenía contracciones, y sólo de vez en cuando echaba un chorrillo de líquido por la pierna. Yo pensaba que se rompía aguas como en las pelis, así de golpe.
Nos subimos al coche, y para el hospital. El de Torrelodones, el más cercano, que está a más de media hora. A los diez minutos empecé con contracciones, cada tres minutos. Para cuando estábamos a 5km, el coche se rompió. De repente no pasaba de 70km/h. Joder con Murphy... Llegamos al hospital apurando embrague (menos mal que casi todo el camino es cuesta abajo, y hay vía de servicio en la autopista).
Al llegar a Urgencias, me exploraron, me dijeron que sí que iba a dar a luz, que estaba de dos centímetros. Pollito (según ellos) pesaba 3kg (luego fueron 2,400, pero bueno), y que en principio no tendría que tener problemas. Pero que no había camas, que nos teníamos que ir a Montepríncipe (como a 30km de allí). Joder con Murphy... pero si no tenemos coche...
Entonces nos dieron la opción de quedarnos, y esperar a que por la mañana dieran el alta a alguien. Nos quedamos. Para entonces, las contracciones empezaban a ser mucho más dolorosas. Además del útero, me dolían a lo bestia los riñones, las lumbares y las dos piernas. Supongo que la sacroileítis no es lo mejor para combinar con las contracciones de parto. Así que pedí la epidural. Tardaron diez minutos en ponérmela, y ni me enteré. Y nos dejaron aparcados en prequirófano, porque no tenían otro sitio.
Del resto de la mañana, la verdad es que no me acuerdo de mucho. Dejé de notar las contracciones, y con toda la tensión acumulada, y lo de llevar levantados desde las 3... la verdad es que dormité casi toda la mañana. Al rato nos subieron a una habitación, y seguimos echándonos siestecillas. De vez en cuando venía una matrona, y miraba cuánto había dilatado.
A medio día había dilatado como 6 cm, y me cambiaron la medicación de la epidural. Empecé a notar las contracciones y la presión, aunque nada de dolor. Dos horas después, estaba de 5 cm. Entonces vino una matrona, y me puso oxitocina. No me explicaron nada. Me ayudó a ponerme de lado, en una posición que ayudaba a acelerar la dilatación. Por lo visto no les gusta que estés más de 12 horas de parto desde que rompes aguas, así que por protocolo si parece que vas a estar más tiempo, te ponen la oxitocina. De eso me enteré también más tarde...
A las 4 me empezaron a entrar ganas de empujar, vino la matrona y me llevó a quirófano. Dejaron a Guardabosques fuera, y no le dejaron entrar hasta que Pollito ya estaba coronando. La cama de partos, la típica antigua, tuve que parir tumbada con los pies en los estribos. Por fin apareció mi ginecóloga, me saludó y me ayudó a empujar. Tengo que agradecerle que el trato con ella fue muy cariñoso, y evitó hacerme episiotomía. Cuando llevaba ya varios pujos, y la niña no salía, le pideron a un enfermero que me ayudara con "un codito". Menos mal que es una maniobra que la hacemos también los veterinarios, porque consiste en que alguien se te suba a la tripa, apoye un brazo en la parte superior, y empuje hacia abajo con todo su peso. Cuando te lo hace un tío como de 2 metros, pues impresiona. Guardabosques flipaba.
Por fin la niña salió (haciéndome muchísimo daño, por cierto, me desvió el cóxis), y el (gp***) del pediatra la cogió y se la llevó. Mucho hablar de parto natural y del contacto piel con piel, y no me dejaron ni verle la carita. Me asusté a la bestia. No la había oído llorar, se la llevaron sin más, sin decirme nada. La ginecóloga en ese momento estaba de espaldas, cogiendo algo. Me sentí totalmente aterrorizada. Pegué un chillido que me salió del alma ¿¿¿¿Pero dónde se han llevado a la niña???? ¿¿¿Está bien??? La pobre ginecóloga pegó un salto, y me miró sorprendida. Me explicó que la niña estaba bien, que como era prematura se la llevaban a hacerle el apgar y comprobar que respiraba bien. Joder ¿y no me lo podían haber dicho? Menudo susto.
Eso sí, a los diez minutos volvió, el muy sosoman me la puso al pecho, super serio, y me dijo que estaba bien. Que estaba al borde del peso para dejarla en la incubadora, pero que diéramos gracias de que la dejaban con nosotros. Y nos subieron a la habitación. Nos dejaron solos unas horas, y luego vino una matrona a ver cómo nos iba, a ver si la niña se había enganchado bien. Las matronas encantadoras, nos ayudaron mucho a encontrar la postura para dar de mamar, nos enseñaron a hacerle un arrullo, a cambiarla, a sacarle los gases...
Pero los pediatras... un horror. Super bordes. Y eso de fomento de la lactancia, tu tía. Todos nos decían lo mismo. Es muy pequeña, vas a tener que darle una "ayuda" de biberón. Pero ¿por qué? Yo tenía leche, la niña mamaba bien... Eso sí, no habían pasado 48h y nos mandaron a casa. Con la niña en 2,100kg, pero claro, que la pesáramos cada 24h y "ayuda" de biberón. Me pareció alucinante. Si te preocupa la niña, pues nos dejas ingresados hasta el lunes. Y si no te preocupa, pues nos lo dices. Pero no, nos mandaron a casa, en domingo, padres primerizos atacados de los nervios. Menos mal que soy como soy, leo, y las "ayudas" se las dí con jeringuilla, y creo que se las dí como dos tomas, y de mi propia leche que me sacaba con el sacaleches. Porque después de cada toma, costaba dios y ayuda que se tomara 15ml más, de la jeringuilla por un ladito del pecho. Y para 15ml, ya me contarás, los tomaba ella mucho mejor sola, sin tanto lío. Si es por los pediatras, mi lactancia materna había acabado en ese momento.
En fin, fue un parto fácil, y cómodo. Me dolió poquísimo, pero durante el parto pude sentirlo todo y empujar de verdad. No me dieron ni un punto. Del hospital salí muy contenta, con mi bebé y mis hormonas desbocadas, y el enamoramiento. Peeerroooo... van pasando los meses, te vas acordando de detalles que pasaron muy rápido, o a los que no diste importancia en el momento. Y te das cuenta de muchas cosas que, en ese momento, pasas por alto. Y es que esa sensación de "abandono", de no enterarte de nada (porque allí nadie te explicaba nada), de que una no cuenta nada en su propio parto, no se la deseo a nadie. Y no sólo durante el parto, sino también los días posteriores.
Total, que esta vez nos bajamos al Puerta de Hierro. Pilla más lejos, pero los protocolos parecen más modernos, y la atención me han dicho otras madres que es mejor. Y la incubadora (por si nos hace falta) tiene protocolo de puertas abiertas 24 horas y método canguro.
Pues ale, batallita contada.
PD: los dibujos son del libro infantil "How a baby is made" de Per Holm Knudsen. Increíblemente sencillo, gráfico y real como la vida misma. No he encontrado traducción al español, así que los textos son mi libre traducción del libro en inglés. Desde la concepción a la lactancia. Maravilloso. Os dejo las dos primeras páginas, sobre cómo el bebé llegó a la tripa de mamá. No pegan con la entrada, pero así lo tenéis completito. El libro entero lo podéis ver aquí, traducido al inglés, con el desarrollo intrauterino del bebé.
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
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martes, 22 de enero de 2013
En preparto
Mi tripa de 35 semanas (hace ya una semana) |
Hoy toca "actualización de estado"...
Acabo de volver de la ginecóloga, y mi cuello del útero está abierto, empezando a dilatarse. Mis contracciones son algo más "alegres" (bonito término para decir más molestas) y más frecuentes. Llevo ya varios días con contracciones del cuello del útero (pinchazos molestísimos al fondo de la vagina) y eso era que estaba borrando el cuello.
La minipeque está bien, calculan 2,600kg. con la ecografía. Estoy justo de 36 semanas, a Pollito ya la había dado a luz.
Y en mi pueblo nieva...
Desde el coche, a la vuelta del médico |
Me han despedido con un "hasta mañana, si llegamos".
Y al sofá, a ver si aguantamos "hasta que pasen las nieves, por lo menos, que no tengáis que correr peligro por la carretera".
Ya lo tenemos todo preparado, la familia avisada, los "planes de contingencia" revisados... Hasta tengo un par de entradas programadas, para que no os aburráis en mi ausencia, si es que tengo que desaparecer unos días. Si no contesto a los comentarios, pues ya sabéis por qué será.
Pero me veo a Guardabosques poniendo las cadenas al coche entre contracción y contracción. Que Murphy es muy puñetero.
¡Seguiremos informando!
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es
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