Las perras en celo, se agachan! |
Ésta es una de las preguntas que me hacen más frecuentemente en la clínica, tanto en las consultas generales como en las de etología. La esterilización es una cirugía que es de rutina pero que requiere anestesia y (en las hembras) abrir abdomen, y no debe ser tomada a la ligera. Además, tiene consecuencias físicas y de comportamiento, que para bien o para mal, debemos tener en cuenta antes de tomar una decisión.
Recientemente se ha publicado un artículo, que demuestra que la esperanza de vida de los perros esterilizados aumenta en casi un 14% (machos) y hasta un 26% (hembras) comparado con los perros no esterilizados. Este artículo intenta esclarecer los motivos de este aumento en el número de años, si es por razones intrínsecas de la castración (por variaciones en el propio metabolismo de los perros) o por causas externas secundarias, y encuentra que existen ambas causas.
Cuando se esteriliza un macho, normalmente se extirpan ambos testículos, reduciendo la producción de testosterona a un mínimo basal que producen las glándulas adrenales. Esta disminución de la testosterona tiene consecuencias directas e indirectas. Por ejemplo, por motivos obvios, se elimina la posibilidad de tumores y cánceres testiculares. Pero también disminuímos muchísimo la probabilidad de que el perro sufra otro tipo de enfermedades o tumores relacionados con los niveles de testosterona, sobre todo de origen prostáticos, los más frecuentes.
En cuanto a las hembras, la esterilización se realiza extirpando útero y ambos ovarios. Así se eliminan los tumores ováricos y uterinos, y la posibilidad de piómetra (infecciones de útero, muy, muy frecuentes en las perras, muchas veces causa de muerte). También se eliminan todos los problemas obstétricos, obviamente, como abortos, distocias, eclampsias... y se disminuye la probabilidad de tener tumores mamarios y mastitis. Hay que tener en cuenta que en torno a un 26% de las perras desarrolla tumores mamarios, un 28% piómetra y alrededor del 1% tumores ováricos o uterinos. Con la esterilización nos quitamos de encima estas patologías.
Hasta aquí lo bueno. ¿Los problemas? Aparte de los relacionados con la cirugía en sí (debidos a la anestesia lo más frecuente, pero también por infecciones de las suturas) existen otros relacionados con las variaciones en los niveles hormonales. Las perras esterilizadas tienen mayores probabilidades de sufrir incontinencia urinaria y ambos sexos tienen mayores probabilidades de desarrollar displasia de cadera o rotura de ligamento cruzado si se esterilizan antes de haber terminado su crecimiento (porque los animales castrados crecen y engordan más, lo que predispone a esta enfermedad). Pero también la esterilización aumenta la probabilidad de padecer otro tipo de tumores, como osteosarcomas o mastocitomas, según algunos estudios. Lo que en la mayoría de estos estudios no se tiene en cuenta, es la edad a la que se desarrolla el tumor y la frecuencia de éstos, ya que es verdad que la frecuencia aumenta, pero lo hace en un 0,2% (osteosarcoma), 2% (rotura lig. cruzado) o 0.2% (hemangiosarcoma).
Los perros esterilizados ¿tienen más tumores por haber sido esterilizados, o porque llegan a más viejos?
Este nuevo estudio intenta aclarar estos datos confusos.
Y sus conclusiones son que los perros esterilizados, aún a riesgo de padecer cierta clase de tumores, aún así, viven bastantes más años que sus compañeros no esterilizados. Y esto es porque la esterilización reduce significativamente el riesgo de muerte por infección o traumatismo. Mientras que estas dos causas son las más frecuentes de muerte en perros enteros (tanto machos como hembras), los perros esterilizados tienden a morir debido a tumores o enfermedades inmunomediadas.
Pero ¿por qué los perros enteros mueren por traumatismos o infección? En el artículo no se entra en tanto detalle, pero su hipótesis es que los perros enteros sufren más heridas debido a que se pelean más, y también son víctimas de más accidentes de tráfico. Los perros enteros tienden a escaparse mucho más, lo que les pone en peligro de más peleas, más accidentes, y más contacto con otros perros (o parásitos externos) que pueden transmitirles infecciones.
Si queréis más detalles, os dejo el enlace al artículo en la bibliografía, es de acceso gratuito, aunque eso sí, está en inglés.
¿Mi conclusión? Esterilización sí, excepto en casos concretos, y a partir de los 6 meses en razas pequeñas, y hasta el año en las grandes (para evitar el aumento de riesgo de incontinencia urinaria, displasias y osteosarcomas).
Otro día discutimos las consecuencias sobre el comportamiento o la vida en general del perro, que hoy ya me ha quedado un post demasiado extenso.
Jessica M. Hoffman, Kate E. Creevy, Daniel E. L. Promislow
Published: April 17, 2013DOI: 10.1371/journal.pone.0061082
Teresa Marías www.psicologiaveterinaria.es www.clinicaveterinarya.com ¡Sígueme! Seguir a @etologiafamilia