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15 de octubre de 2019

Coscoja

                                                                      Déjame sola
                                                                      que sienta mis propios pasos
                                                                      venir entre las coscojas,
                                                                      del monte aquel que no olvido
                                                                      y de aquella tarde en que
                                                                      me dijo lo que me dijo

                                                                                             J.A. Muñoz Rojas



Coscoja, carrasca, chaparro... son muchos los nombres que recibe este arbusto, más raramente árbol o arbolillo de la familia de fagáceas y emparentado por tanto con robles, encinas, alcornoques, quejigos y demás. Tanto nombre nos da idea de su ubicuidad y de su, digamos, popularidad.  Científicamente se conoce como Quercus coccifera y ahora veremos por qué.


El origen del término quercus es posiblemente indoeuropeo, y en la antigua Roma designaba  a robles,  encinas y en general a todos los árboles productores de bellotas. Coccifera del verbo latino fero, llevar y el sustantivo coccum , kermes. El que lleva el kermes, y ¿qué es el kermes?


El kermes virmilio es un insecto que se desarrolla sobre las coscojas. De los caparazones desecados de las hembras se obtenía un tinte de color rojo, el carmesí, muy apreciado tanto más cuanto que al ser un producto escaso era muy caro. En Roma se teñían las más ricas telas con este colorante. Tras el descubrimiento de América el kermes fue desplazado por el rojo de cochinilla que se obtenía de un insecto, el Dactylopius coccus, de crianza complicada pero mas rentable que el kermes. La aparición de los tintes sintéticos ha hecho desaparecer casi por completo la producción de estos tintes naturales, aunque el rojo de cochinilla aun se usa como colorante alimentario.


La corteza es rica en taninos por lo que se ha usado para curtir cueros y como astringente, y aunque los cerdos prefieren las de encina, sus bellotas también han sido utilizadas en su alimentación.


Aquí me planto y digo: " Me joroba Narváez, me joroba doña Isabel y Sor Patrocinio...y don Francisco y el padre Clarinete". Oídme, rocas, jaras, retamas y chaparros: "¡Viva Prim, viva la Libertad...!". Oiganmé, lobos, zorros, galápagos, culebras que también sois españoles aunque animales: "¡Abajo las quintas!...¡Viva el liberalismo y el desestanco de todo lo estancado!"

                                                               Episodios Nacionales IV. La de los tristes destinos
                                                               Benito Pérez Galdós



10 de junio de 2015

Matagallo

                                                       Tierra de piedra y sin agua,
                                                       cuatro matagallos secos,
                                                       cuatro encinas destrozadas
                                                                                     J.A. Muñoz Rojas


La siempre fecunda imaginación popular ha querido ver en las flores del phlomis purpurea la cresta de un gallo y de ahí que reciba el nombre de matagallos, resultado de unir dos sustantivos al igual que vimos al hablar del torvisco, y no porque nuestra planta mande gallos al otro mundo.


Alguno de sus otros nombres proceden de los usos que ha conocido y así en algunos lugares la llaman mechera, candilera o torcida pues sus hojas eran utilizadas para la fabricación de mechas para candiles. De ahí vendría también su nombre científico, del griego phlox, llama. Y para saber por qué la llaman también melera no es necesario ser un lince ni tampoco abeja pues según he podido leer su sabor es dulce y en otros tiempos gustaban de ella los niños.


Otros muchos usos no se corresponden con ningún nombre en concreto: sustituto del tabaco, remedio para los dolores de barriga, para los sabañones, para facilitar la expulsión de la placenta en cabras y ovejas...Y entre estos usos  que parece que no ha originado ninguna denominación se encuentra el que más me ha llamado la atención.


Hay cosas con las que hemos crecido y no se nos ocurre pensar que no siempre han sido así. El estropajo podría ser una de esas cosas, y resulta que tal como lo conocemos aun no tiene el siglo. Antes de inventarse lo que se usaba era el esparto ( cuyo uso he conocido aunque no tenga el siglo ) y en las zonas rurales y mas humildes otras plantas como nuestro matagallo.


20 de marzo de 2013

Nazareno (2)

El campo es una gran sinfonía en amarillo donde apenas dan una leve nota, blancos de nievecillas, morados de lenguazas y nazarenos, rojos de amapolas...
                                                                                   Las cosas del campo
                                                                                   José Antonio Muñoz Rojas



En estas fechas no sólo nuestras calles se llenan de nazarenos, también ahora aparecen nazarenos (o penitentes, que también así son llamados) por nuestros campos. Y del mismo modo que en nuestros pueblos los hay de distintas "variedades" (con capa o sin ella, con capirote o sin él, los hay con delantales, con antifaces blancos, negros, morados...) también los nazarenos campestres son diversos aunque no tanto. Aparte del muscari comosum, que ya vimos, nos podemos encontrar en la sierra de Aracena con este otro nazareno, el muscari neglectum. 


Un entretenimiento común aquí en Sevilla es adivinar cuando ves un nazareno por la calle a que hermandad pertenece, intento en muchas ocasiones harto difícil ya que entre algunas hay escasas diferencias en el atuendo, y tienes que recurrir a datos ajenos a éste como pueden ser la hora en que lo ves o la dirección que lleva. Con nuestros nazarenos herbáceos no vamos a tener ese problema pues como vemos son bien distintos aunque ambos tengan la "túnica" morada. Otra cosa es que nos acordemos de cuál es el neglectum y cuál el comusum.


Terminar diciendo que al igual que ocurre en el otro penitente las flores superiores, de un color en general algo más tenue, son estériles en tanto que las inferiores y más oscuras son las fértiles. En las fotos puede observarse como las flores superiores están "cerradas" mientras que las inferiores están "abiertas" permitiendo así la entrada de los polinizadores. 

7 de julio de 2011

Estepa blanca

Con la primavera
jinete en el aire
la jara en la sierra
ya la jarablanca
ya la jaraestepa
no toca lo blanco
el rosa se lleva
                                                                                                     Coplas de la casería
                                                                                                     Juan Antonio Muñoz Rojas 


Tanto su nombre común como científico, Cistus albidus, nos pueden llevar a confusión y pensar que esta planta de la familia de las jaras tiene las flores blancas, pero no, la estepa o jaguarzo blanco es una de las dos especies de cistaceas que podemos encontrar en la sierra con flores rosadas o purpúreas. El apelativo proviene del aspecto blanquecino que le confieren a las hojas los pelillos que las cubren densamente tanto por el haz como por el envés y  que al disminuir la transpiración permiten que la planta resista mejor las altas temperaturas.



Como curiosidad comentar que en épocas de escasez sus hojas han sido utilizadas como sustituto del tabaco.