Segundo disparo

Donde pone el ojo, pone la bala. 
Al segundo disparo quedó ciego. 

Fuego cruzado

Se miran a través del fuego. 
Son enemigos. 
Se reconocen como iguales, pero el idioma, las costumbres y principalmente los mensajes en la televisión, en el periódico, en la radio y ahora Internet, los separan. 
Sus corazones han recibido las palabras quemantes por sus ojos y oídos ya por tanto tiempo que la pequeña distancia que los separa parece ya infranqueable. 
En ese momento ambos gritan ¡FUEGO! y en un instante quemante ambos desaparecen para unirse más allá de sus vidas congeladas.
Se abrazan. 

¡A Poco lipsis!

Cuando llegó el Apocalipsis, ya habíamos visto tantas versiones espectaculares en películas de Hollywood, que no nos dimos cuenta de que ahora sí, era el fin del mundo.