Adivina

- Adivina quién soy.
- ¡No sé! - Le dije al espejo.

Misterio a la mano

La clarividente está intrigada. Ella, antes, era un fiasco ya que inventaba miles de mentiras y destinos falsos. Pero ahora, en los clientes que van a visitarla ve historias en movimiento que se despliegan ante sus asombrados ojos. ¡Y no sabe qué significan aquellas extrañas palabras Android, iPhone, Google, Facebook, Twitter, Whatsapp... en las pequeñas pantallitas que aparecen en la palma de todas esas manos!

Como la palma de su mano

Me dice que me conoce como la palma de su mano, pero yo no sé bien a qué se refiere. Porque aunque es experta en la lectura de palmas de la mano, ella es manca de ambas manos desde el nacimiento. 

Temor siempre a la mano

La adivina, temerosa, mira nuevamente la palma de su propia mano. 
Allí, en su mano, dice "Tu destino es morir por tu propia mano". 

Amor a primera espiritista

Lo vio en la bola de cristal y supo que sería el amor de su vida. 
Bueno... de su otra vida. 

Números de la suerte

La adivina le lee la mano y le va diciendo los números.
El hombre sonríe. Por supuesto ¡Son sus números de la suerte de toda la vida!
Y no necesita anotarlos, los lleva escritos en la palma de su mano. 

propia mano

La adivina nuevamente mira con terror la palma de su mano. Donde siempre lee que su destino es morir por su propia mano. 

¡FELIZ AÑO... mmm

¡FELIZ AÑO... mmm La adivina se queda mirando la esfera de cristal en busca de algún año que sea completamente feliz.

Ceguera temporal

"¡No sé qué me pasa hoy!", dice la adivina mientras ve en la bola de cristal solamente lo que le va a pasar mañana.

Celos de adivina

La celosa adivina revisa diariamente la palma de la mano de su esposo buscando infructuosamente cualquier irregularidad. Después, satisfecha, vuelve a guardar el cuerpo en el féretro dentro del congelador.

Justo a tiempo

Tomó el curso de quiromancia. 
¡Fue justo a tiempo! 
Lee en su propia mano la palabra "FIN". 

Longevo

La adivina está sorprendida; nunca había tenido un cliente tan longevo. Al final de la línea de la vida dice "Continúa en la otra mano".

Ciudades perdidas 114 Veo un Ciudad Perdida en su futuro

La adivina le dice "Veo un Ciudad Perdida en su futuro".
Él curtido explorador no se impresiona.
Sale del lugar y queda asombrado.
La ciudad, toda, ya se había perdido.

Misterio en mi mano

La adivina ve mi mano y queda intrigada. Va siguiendo las intrincadas líneas y me pide que me quede por unos días. 
"Su mano es la novela más interesante que he leído en toda mi vida."
"¡Quiero saber quién es el asesino!".

Desatino del destino

La adivina me lee la mano y se asombra. ¡Usted ya debería de estar muerto! 
Yo sonrío. 
Oculto la otra mano, la que tiene la línea de la vida larga y plena, solamente con un pequeño sobresalto. 
Por supuesto no le voy mostrar esa otra mano, la mía; la que no me trasplantaron.

La fecha de mi muerte

Fui a consultar a la adivina y le pedí que predijera la fecha de mi muerte. Lo último que escuché fue "Ahora".