Frente a la hoja en blanco imagina la historia perfecta
Escribe y escribe y escribe...
Más luego revisa y revisa y revisa...
Corrige y corrige y corrige...
Suspira y suspira y suspira...
Termina rompiendo la hoja.
Lo bueno es que todavía quedan 499 hojas en blanco.
Inmaculadas y perfectas.