Nos dicen que en estos tiempos de cuarentena no salgamos de casa. Que es peligroso.
Pero a veces es imposible.
Tose y estornuda obligándolo a salir allá afuera donde hay miles de peligros.
Jabón, gel antibacterial, cloro, los inclementes rayos de Sol y otros horrores.
O peor aún: puede terminar sus días dentro de un tapabocas por días alargando el sufrimiento y esperando la muerte. Sin tener la esperanza de encontrar otro cálido y húmedo huésped donde continuar viviendo en un nuevo hogar adecuado para un virus.