Dijo el conjuro que estaba escrito en aquel viejo texto.
El hombre no sabía el lenguaje antiguo, así que no tenía idea de qué era lo que decía, ni cuáles las palabras, ni la pronunciación.
El temible, oscuro, gigante, extraño y horroroso ser que contestó el llamado tampoco conocía las palabras.
Pero no importa.
Los errores de ortografía ya no son graves en ningún mundo oscuro ahora que el saludo universal es OLA KE ASE.
IngeniOsciosidades El amor a las palabras, los libros, la literatura, los juEGOS de palabras, textos, ideas, relatos, cuentos, microcuentos, minificciones, poemas, frases, aforismos, greguerías, concentrado de ingenio, pensamientos, sentimientos, haikus, poemas mínimos, poemínimos, sueños, recuerdos, olvidos, espejos, laberintos, ajedrez, el cine, la música, la vida y mUCHas otras cosas más por UCH (Héctor Marcial Ugalde Corral). :]
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miércoles, 28 de diciembre de 2016
martes, 10 de noviembre de 2015
Mano a mano
Me da la mano para saludarme y yo extiendo la mía.
Nuestra manos chocan y no empalman.
Entonces me doy cuenta de que él me brindó su mano izquierda y yo, la derecha.
Luego de un momento de confusión, yo uso la otra mano, la cual nuevamente tropieza con la suya sin completar el apretón; él también ha cambiado de mano.
Después de varios intentos finalmente nos estrechamos las manos riendo, con las manos entrelazadas; todas, las cuatro.
Justo en ese instante de comunicación doble
tenemos la epifanía: ambos somos ambidiestros. ¡Y embonamos!
Nuestra manos chocan y no empalman.
Entonces me doy cuenta de que él me brindó su mano izquierda y yo, la derecha.
Luego de un momento de confusión, yo uso la otra mano, la cual nuevamente tropieza con la suya sin completar el apretón; él también ha cambiado de mano.
Después de varios intentos finalmente nos estrechamos las manos riendo, con las manos entrelazadas; todas, las cuatro.
Justo en ese instante de comunicación doble
tenemos la epifanía: ambos somos ambidiestros. ¡Y embonamos!
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