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jueves, 26 de enero de 2017

Carrera de caballo y torre

El caballo juguetón tenía ganas de correr, por lo que retó a la torre a una carrera hasta el final del tablero.
Soltando una carcajada, la torre aceptó dándole al caballo la ventaja de comenzar primero una carrera que creía ganada fácilmente.
Así que el caballo comenzó tomando impulso y dando un salto ELE...vado y corto.
La torre vio el esfuerzo del caballo que a duras penas lo llevó un par de casillas más adelante y sabiendo que podía llegar de un solo movimiento a la meta, se sonrió y solamente dio un paso adelante.
El caballo entonces, hizo una cabriola ELE...mental.
La torre ya se estaba aburriendo de esta tonta carrera, y bostezando dio otro pasito imitando al peón.
En respuesta, el caballo relinchó alegremente dando un brinco ELE...gante.
Distraída en sus propios pensamientos, la torre ya no estaba al tanto de la carrera, soñando en la gloria de ser la gran y única campeona en carreras de ajedrez de todo el mundo, caminó tranquilamente otro paso.
El vivaracho equino terminó con una pirueta bien ELE...gida. Y así llegó a la meta.
La torre se quedó con la boca abierta. No podía creer que el caballo, con aquellos pequeños y zigzagueantes brinquitos en forma de letra ELE le hubieran ganado a ella, una torre, de extrema y directa velocidad.
- ¡No te preocupes! Yo sé que no soy un caballo de carreras. Soy un caballo de brincos, saltos, giros y piruetas, ya que soy un caballo de ajedrez ELE...ctrizante.  

domingo, 12 de enero de 2014

La revancha de la liebre

La liebre, conocida como Aquiles de los pies ligeros, sabía de la vieja historia de la paradoja de Zenón. La ha estudiado con detenimiento y llega a la conclusión de que la clave para ganar la carrera es salir inmediatamente cuando se de la señal de salida anticipándose a la tortuga. 
Así pues, la liebre avanzó rápidamente un gran tramo. En el largo tiempo que le llevó a la tortuga llegar al punto donde había estado su contrincante, la liebre ya había dado dos vueltas completas al mundo; y ya no se le volvió a ver. De seguro, cuando la tortuga llegó triunfante a la meta, la liebre ya andaba por alguna otra galaxia tratando desesperadamente detenerse.

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