¡CÓMO OSAS ENFRENTAR A GROK EL INMORTAL!
Los caballeros escuchan el rugido atronador de Grok El inmortal, retroceden y huyen despavoridos.
Hasta que finalmente aquel joven, flaco y debilucho, lo enfrenta. Lucha con Grok, lo vence y lo mata.
La mejor arma del joven es que es sordo.
IngeniOsciosidades El amor a las palabras, los libros, la literatura, los juEGOS de palabras, textos, ideas, relatos, cuentos, microcuentos, minificciones, poemas, frases, aforismos, greguerías, concentrado de ingenio, pensamientos, sentimientos, haikus, poemas mínimos, poemínimos, sueños, recuerdos, olvidos, espejos, laberintos, ajedrez, el cine, la música, la vida y mUCHas otras cosas más por UCH (Héctor Marcial Ugalde Corral). :]
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lunes, 4 de abril de 2016
miércoles, 29 de abril de 2015
Novatos
El viejo caballero ve cómo los jóvenes intentan enfrentar al dragón y cometen error tras error...
Un chico con acné golpea tímidamente al dragón con una espada, pero al impactar con la dura piel, el arma rebota y sale volando.
"Mala técnica" dice el hombre canoso en voz baja.
Otro joven se tropieza y resbala.
"¡No puede ser!"
El abuelo cierra los ojos y mueve la cabeza negando.
"A esa armadura le falta ventilación".
El joven huye corriendo entre una nube de humo y vapor.
El viejo se cubre la cara con la mano.
Pasa otro chamaco y saca trabajosamente una larga hoja de acero que brilla con el sol.
"¡Excelente espada!" y después añade, al ver el resultado, "¡Lástima de niño!"
Uno demasiado nervioso chorrea por el pantalón.
"El miedo... hay que controlar el miedo".
Llega otro.
Ve al muchacho con ojo crítico.
"Mucho entusiasmo y poco tino".
Se aproxima uno distinto, con un pequeño puñal.
"Mala elección de arma".
Y suspira.
Aquel chiquillo intenta atrapar la cola del dragón.
"¡Cayó en esa vieja triquiñuela!"
Y el hombretón se cubre la boca, aguantando la risa.
Un adolescente intenta pescar desprevenido al dragón.
No lo logra.
El sorprendido es él, quien recibe un golpe imprevisto de la cola de la bestia.
Todos voltean a ver a ese otro que llega pavoneándose.
Se nota a leguas de que el padre le compró todo.
La armadura brillante y reluciente, completamente nueva, sin usar. Que sólo sirve para causar una gran impresión.
El dragón ni lo mira, tan sólo resopla un poco y el temblor del propio chamaco provoca que las piezas metálicas vayan cayendo una a una al suelo.
Luego pasa uno nuevo y lo intenta... Y otro... Y otro más...
"¡Novatos!", murmura.
"Algún día acumularán la experiencia y si tienen suerte, sabrán qué hacer con ella". Dice atusándose la barba.
Finalmente el anciano se levanta lentamente y con un par de movimientos precisos acaba con el dragón ante la mirada asombrada de los jóvenes.
Después, el viejo caballero sube poco a poco las escaleras de la alta torre, llega ante la Bella Durmiente, descansa un momento, recupera el aliento, la mira pensativo, admirándola y entonces la besa.
Ella no despierta.
Él sonríe afligido.
Sí. El beso. ¡El verdadero beso de amor! Eso es lo único que en todos estos años no ha podido dominar.
Y ya le queda poco tiempo para poder vivir feliz para siempre...
Un chico con acné golpea tímidamente al dragón con una espada, pero al impactar con la dura piel, el arma rebota y sale volando.
"Mala técnica" dice el hombre canoso en voz baja.
Otro joven se tropieza y resbala.
"¡No puede ser!"
El abuelo cierra los ojos y mueve la cabeza negando.
"A esa armadura le falta ventilación".
El joven huye corriendo entre una nube de humo y vapor.
El viejo se cubre la cara con la mano.
Pasa otro chamaco y saca trabajosamente una larga hoja de acero que brilla con el sol.
"¡Excelente espada!" y después añade, al ver el resultado, "¡Lástima de niño!"
Uno demasiado nervioso chorrea por el pantalón.
"El miedo... hay que controlar el miedo".
Llega otro.
Ve al muchacho con ojo crítico.
"Mucho entusiasmo y poco tino".
Se aproxima uno distinto, con un pequeño puñal.
"Mala elección de arma".
Y suspira.
Aquel chiquillo intenta atrapar la cola del dragón.
"¡Cayó en esa vieja triquiñuela!"
Y el hombretón se cubre la boca, aguantando la risa.
Un adolescente intenta pescar desprevenido al dragón.
No lo logra.
El sorprendido es él, quien recibe un golpe imprevisto de la cola de la bestia.
Todos voltean a ver a ese otro que llega pavoneándose.
Se nota a leguas de que el padre le compró todo.
La armadura brillante y reluciente, completamente nueva, sin usar. Que sólo sirve para causar una gran impresión.
El dragón ni lo mira, tan sólo resopla un poco y el temblor del propio chamaco provoca que las piezas metálicas vayan cayendo una a una al suelo.
Luego pasa uno nuevo y lo intenta... Y otro... Y otro más...
"¡Novatos!", murmura.
"Algún día acumularán la experiencia y si tienen suerte, sabrán qué hacer con ella". Dice atusándose la barba.
Finalmente el anciano se levanta lentamente y con un par de movimientos precisos acaba con el dragón ante la mirada asombrada de los jóvenes.
Después, el viejo caballero sube poco a poco las escaleras de la alta torre, llega ante la Bella Durmiente, descansa un momento, recupera el aliento, la mira pensativo, admirándola y entonces la besa.
Ella no despierta.
Él sonríe afligido.
Sí. El beso. ¡El verdadero beso de amor! Eso es lo único que en todos estos años no ha podido dominar.
Y ya le queda poco tiempo para poder vivir feliz para siempre...
lunes, 12 de mayo de 2014
Duelo
La viuda muestra su tristeza y dolor.
De pronto, se presiente un silencio; todos se quedan callados.
Entra la segunda viuda.
El pueblo expectante.
Las dos mujeres se miran fijamente con el féretro entre ambas.
Gimen, lloran, se secan las lágrimas, niegan, se lamentan... quejidos, convulsiones, aúllan al cielo con desconsuelo, se tiran al piso, se desgarran las vestiduras.
Las dos viudas sonríen y al final el público no se decide sobre quién ganó el duelo de miradas, suspiros, lágrimas, llantos y gritos.
De pronto, se presiente un silencio; todos se quedan callados.
Entra la segunda viuda.
El pueblo expectante.
Las dos mujeres se miran fijamente con el féretro entre ambas.
Gimen, lloran, se secan las lágrimas, niegan, se lamentan... quejidos, convulsiones, aúllan al cielo con desconsuelo, se tiran al piso, se desgarran las vestiduras.
Las dos viudas sonríen y al final el público no se decide sobre quién ganó el duelo de miradas, suspiros, lágrimas, llantos y gritos.
miércoles, 5 de febrero de 2014
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Irrelevante
- ¡Es inconcebible! Él tenía los pies estirados y yo, al pasar, lógicamente no pude evitar pisarlo.
- Pero hombre, ¡eso sucedió hace siete años!
- ¡Eso es irrelevante! Lo relevante es que él tenía los pies estirados y yo, al pasar...
- Pero hombre, ¡eso sucedió hace siete años!
- ¡Eso es irrelevante! Lo relevante es que él tenía los pies estirados y yo, al pasar...
viernes, 31 de mayo de 2013
paraDojo
Viniendo de una familia de gran tradición, tanto en las artes marciales como en la ciencia, inventé una máquina del tiempo.
Lo primero que hice fue retroceder al pasado a enfrentar a mi abuelo para probar científicamente aquella paradoja de matar al propio abuelo. Gran sorpresa me llevé al encontrar además a mi propio nieto esperándome.
Lo primero que hice fue retroceder al pasado a enfrentar a mi abuelo para probar científicamente aquella paradoja de matar al propio abuelo. Gran sorpresa me llevé al encontrar además a mi propio nieto esperándome.
viernes, 2 de noviembre de 2012
Leones contra corderos
El pueblo está dividido. Hoy es día de enfrentamiento; la mitad le va a los Leones, los otros a los Corderos. Nos reunimos a tomar cerveza gritando porras frente a la televisión. Pronto hay sangre por todos lados y es obvio el resultado. ¡Cómo me gustaría que alguna vez ganarán los Leones!
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