De cabeza

 ˙ǝɹdɯǝᴉs ɐɹɐd zᴉlǝɟ ɹᴉʌᴉΛ ɹǝpod ɐɹɐd zǝʌ ɐun ɐᴉqɐH lɐ ɹɐƃǝll ɐɹǝdsǝ ǝʇuǝɯɐlos ɐɹoɥ∀ ˙ɐʇɐqoɹɔɐ ɹoʇᴉɹɔsǝ lɐ 'ɐqᴉɹɹɐ ɐɹɐd sɐʇɐd 'ɐzǝqɐɔ ǝp 'sǝʌǝɹ lɐ oᴉlɐs ǝl oʇuǝnɔoɹɔᴉɯ lƎ

Competencia

Las voces en la cabeza del marinero compiten con los cantos de las sirenas. 
Finalmente sucumben todos: marino, voces, el barco... incluso el mar. 

Voces

El problema no son las voces dentro de mi cabeza. Esas casi no dan molestias. 
El problema son las voces allá afuera. 
Las voces de las personas platicando en la mesa de junto. 
Las del grupo de amigos que parlotean aquí, allá y en todos lados. 
Aquella pareja en la esquina con las palabras atoradas en la garganta. 
Las del hombre sollozando en aquel edificio de departamentos. 
El llanto del hambre en niños, adultos y ancianos. 
La multitud que marcha y se manifiesta en un silencioso reproche. 
Todas las miles de millones de voces de éste y del otro lado del mundo. 

Y a final de cuentas, las innumerables voces de todas las personas que gritan desde el más allá. 

Las voces dentro de mi cabeza tienen miedo. 

¡Está vivo! ¡Está vivo!

¡Está vivo! ¡Está vivo! gritaron las voces en la cabeza de la criatura antes que el Doctor Frankenstein dijera lo mismo. 

Secreto a voces

Las voces en mi cabeza comparten un secreto, pero no me lo quieren decir. 

Frankestein enamorado

Frankestein se enamoró, pero no se decidía si perder la cabeza o el corazón. 

¡Estoy en casa! ¡Estoy en casa!

¡Estoy en casa! ¡Estoy en casa! Dicen las voces en la cabeza de Jack Nicholson antes de iniciar el rodaje de la famosa escena. 

Cortesías y desCortesías

¡Qué le corten la cabeza! Ordenó la reina. 
Él sólo sonreía. 
¡Qué le corten la sonrisa! 
El gato de Cheshire dejó de sonreír.