"No aspiro a que nadie me quiera. No aspiro tampoco a querer a nadie. Quizá no pudiese hacerlo aunque quisiera, porque hace mucho que se me olvidó lo que era sentir cariño."
Título: Sueños de piedra
Autoras: Iria G. Parente, Selene M. Pascual
Lugar de publicación: Madrid
Editorial: Nocturna
Año: 2015
Páginas: 573
Personajes: Lynne, Arthmael, Hazan
Temática: novela juvenil, fantasía
Localización espacio-temporal: Sylfos (Marabilia), época medieval
Resumen oficial:
Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros.
Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad.
En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado.
Érase una vez...
Mi opinión:
A pesar de tener delante una novela juvenil de fantasía, desde el primer momento sentimos una historia muy cercana, muy íntima, muy dedicada al desarrollo de personajes. De hecho es de las pocas veces que me he encontrado unos personajes tan trabajados, en especial en lo que respecta a Lynne, una muchacha que ha tenido que sufrir mucho desde su más tierna infancia, sin padres, en la calle, y recogida por Kenan, un hombre que la ha utilizado para dar placer a otros hombres que no sentían nada por ella y que sólo la usaban.
Esa vida no es la que estamos acostumbrados a ver en las doncellas más clásicas de este tipo de libros, no es lo habitual, y sólo por eso vale la pena la lectura de la novela. Este punto de vista tan intimista, donde los fantasmas del pasado atacan en sueños a sus protagonistas, no es algo muy normal de ver en este tipo de novela, donde prima más la ambientación que los personajes en sí.
Pero a pesar de lo cruel del pasado de ambos, tanto de ella como del príncipe tan peculiar que vamos a conocer, Arthmael, y del hechicero infantil Hazan, también veremos mucho sentido del humor e ironía en los diálogos, lo que da un ritmo más ágil a su lectura, que de otra forma se haría algo más lenta y pesada como suele pasar en los libros de fantasía adulta, por ejemplo. Sí que hubiera reducido el número de páginas, pero igualmente la lectura no se hace pesada sino que te engancha gracias a sus personajes.
No obstante debo sacar un pero: se trata del tipo de lenguaje "moderno" que utiliza (por poner un pequeño ejemplo el uso de la palabra "joder" cuando en esa época dudo que hablaran así, y también otras expresiones mucho más propia de la actualidad que de la época medieval en que se ambienta la historia). En eso debo decir que también la manera de pensar de Lynne es "demasiado moderna" en cuanto a los derechos de la mujer o de cómo debe ser tratada que lo que estaban acostumbradas a pensar en esa época en la que se veía normal que la mujer no fuera tan "destacada" en una sociedad llena de hombres y donde mandaban ellos en casi todo, donde ellos llevaban las riendas. No me ha parecido demasiado creíble que ya en aquella época hubiera mujeres tan "modernizadas" para que nos entendamos. Por supuesto que podrían sentir que estaban siendo maltratadas, pero su reivindicación no ha llegado hasta casi nuestros días, o desde luego muchos siglos después de lo que se supone que viven en la época medieval.
Tampoco me parece muy normal que una mujer que no tenía nada pudiera dedicarse a la lectura en esa época y siendo pobre, y en ese lugar como era un prostíbulo, donde dudo mucho que hubieran libros, aunque sí que había brujería y era normal entonces que hubiera material para hechizos, que se usaran hierbas y todo eso que utiliza Hazan para las curaciones:
"En alguno de los libros que solía apilar en el prostíbulo, porque la lectura era una de las pocas cosas que podía permitirme, he leído que esos instrumentos son para los principiantes, lo cual explica que el chico sea tan joven y, además, le saliese mal el hechizo que terminó convirtiéndolo en rana: todavía debe de ser un estudiante."
Tampoco creo que un príncipe pudiera pensar y tener en tanta consideración a una mujer como lo hace nuestro protagonista masculino, quién desde el principio tiene mucho cuidado por Lynne y en cambio no sería propio de todo un príncipe rico y hombre de esa época darle tanto valor a una mujer, dado que allí para ellos eran mero "ganado" o cosas a las que utilizar para sus fines. Me parece más propio de la época en la que viven esta expresión de Arthmael, al principio, cuando se ven a primera vista:
"Curiosamente, ante mí, incluso con un objeto puntiagudo y cortante en la mano, no parece..mala. Sólo una fierecilla. Y, oh, me encantaría domarla. Las yeguas salvajes, al fin y al cabo, están para montarlas."
Es decir, que se introduce toda una manera de pensar actual en un mundo medieval, y eso no me encaja para nada, aunque sí fuera propio de una historia moderna, eso me ha chirriado un poco (por este motivo no le doy la nota máxima). Aún así la historia es muy entretenida y los personajes se estudian en profundidad, los conocemos por sus hechos pero también por su pasado, por su interior, por como piensan y como van madurando durante su viaje juntos. El viaje sí es muy propio de este tipo de libros, debo decir.
Algo que sí está muy bien tratado es el "sufrimiento" y "penosidades" propias de la gente que pasaba necesidad en la época, de lo que sucedía con los niños y sobretodo con las niñas, que no tenían otra opción que la que tiene Lynne de servir a los hombres, ya fuera como prostitutas o como sirvientas en alguna casa y poco más, no había en la época otra opción, si bien ella consigue escapar de ese mundo y tener la suerte de dar con un príncipe que quiere "cuidarla", aunque ésta se resista en un primer momento dado lo que ha conocido de los hombres en general, es normal que no confie en nadie y menos en uno de ellos. Tampoco tiene una autoestima alta precisamente, y eso se ve muy bien reflejado en todo momento en la novela:
"¿De verdad llegaré a algún lado por mí misma? ¿De verdad podré demostrar que las mujeres también somos capaces de desempeñar el papel que queramos? ¿O seguiré siendo una chiquilla jugando a un juego de hombres? ¿De verdad alguien verá en mí algo más que un cuerpo o una cara bonita? Ni siquiera soy escultural: no tengo largas piernas ni mis medidas son gran cosa. Mi cara es como la de otras chicas. Hay mujeres mucho más atractivas ahí fuera. En realidad, no valgo tanto ni por mi físico."
Quizá por eso les va a costar mucho a los dos acercarse el uno al otro, por las costumbres de la época y por el orgullo que tanto uno como otro dejan entrever en todo momento. Con personalidades así es dificil que uno de ellos ceda, si bien el amor es tan fuerte que se abre paso poco a poco pero de manera rotunda:
"La voz de mi orgullo trata de batallar contra todas mis dudas. Se hincha y pelea, y dice que ella cree en mí. Pero suena demasiado queda, demasiado incierta. Dice que puedo hacer grandes cosas, pero ¿puedo? Si de verdad creyese que puedo conseguirlo, si de verdad creyese que algún día seré lo bastante buena, no habría agarrado aquella mano."
Veremos también muchas criaturas mágicas que suelen aparecer en los libros de fantasía, si bien éstas no tienen un papel destacado aunque aparezcan en la ambientación: hadas, mantícoras, ghuls...etc:
"Un ser salido directamente de las pesadillas de los niños y de las historias de miedo de los adultos. Una mantícora."
En conclusión, un libro "algo largo" pero muy entretenido y muy bien trabajado en cuanto a personajes, si bien algunos temas los veo más propios de la modernidad que de ese siglo en concreto en el que se supone que viven. Una novela que te hace tener esperanza en que puedes vivir tus sueños a pesar de lo que digan los demás y de todo lo que tengas en contra. Una historia que te habla de no rendirte nunca, de la amistad y del verdadero amor.
Puntuación: 4,5 / 5